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16 de abril de 2011

Recendos de Aire Sonoro: el lenguaje de la sensibilidad


El 13 de abril Antonio García Teijeiro presentó en la librería Librouro de Vigo su más reciente volumen de poesía para niños, Recendos de Aire Sonoro.

Es este un volumen que ilustrado por Fino Lorenzo enhebra las más delicadas sinestesias para expresar el mundo polidimensional, multi espacial, supratemporal que viven los niños. Antonio anima la materia iluminándola e invadiendo el ambiente de sonidos perfumados.

En la presentación de este especial libro Antonio estuvo rodeado del cariño de sus lectores y contó con la presencia del poeta gallego Román Raña, del ilustrador Fino Lorenzo, del joven Miguel Castro, alumno de Antonio y quien tocó la flauta compañera de este poemario tan musical, y de su esposa Susi, quien leyó un texto que Luis Eduardo Aute -amigo y concordante espiritual y artístico de Antonio- envió para esta ocasión. Además, Paz Raña puso un toque luminoso al recitar los poemas con un cariño extraordinario y una bella voz.

Escrito en gallego, Recendos de Aire Sonoro tiene tanta música y tantos aromas que abre la sensibilidad del lector a dimensiones, espacios y tiempos que sin la magia de este poeta claro no se percibirían, permanecerían ocultos en el rincón de algún instrumento, en la esquina de algún sonido, en el desván de algún recuerdo de infancia. Como todos los libros de Antonio, sus Recendos pasan al castellano de manera natural conservando intactos los tesoros de la lengua en que nacieron. Porque este poeta gallego habla sobre todas las cosas el lenguaje universal de la sensibilidad.
María García Esperón

Recendos de Aire Sonoro: el lenguaje  de la sensibilidad

Susi, Fino Lorenzo, Román Raña, Antonio y Paz Raña

Miguel encantó con su flauta

Un poema de Recendos de Aire Sonoro


Unha man
bica a arpa
na procura
dunhas notas
delicadas
que me encantan.
Arpa azul
cordas brancas
tremen tolas
soben baixan.
Cala o vento
na distancia
sobe a man
a man baixa
medran notas
delicadas
que me encantan
que me encantan.

13 de abril de 2011

Un poema de Antonio García Teijeiro en la Fiesta del Libro y la Rosa en México




Non é doado
            inventar
               un amor
       cando un está só.
Necesitas inventarte
            un verso,
un verso unicamente,
      para saber
      que existen
            corazóns
que nacen
            nun libro.



(C) Antonio García Teijeiro
As palabras están a mirarse arredor da mesa
Voz: María García Esperón
Música: L. Einaudi
MMXI




4 de abril de 2011

Lo que ven los ojos de los niños, de Antonio García Teijeiro

Si hay un libro donde la mirada poética se convierte en peregrina de su objeto inalcanzable es O que ven os ollos dos nenos, del poeta gallego Antonio García Teijeiro. Libro de miradas, páginas de hondas pupilas, de palabras que miran parándose de puntillas lo que sucede en Chiapas, en Sudán, en Kosovo. en el mundo entero, donde los ojos que se abren para el amor y el asombro lo hacen sobre escenas que la memoria quisiera borrar, quisiera revertir a su causa última para impedirla, para segarla en su mismo nacimiento de injusticia, de incomprensión, de crueldad.

Estas palabras que miran no eluden las vistas del dolor y la miseria, pero se hacen bálsamo de sí. Peregrinas, dijimos, caminan hacia la voz de los poetas que el poeta ama y de ellas extrae consuelo para esos ojos que tratan de entender lo que los rodea, para estos ojos con los que tratamos de dar sentido a la injusticia y a la pena que se clava en los niños que nacen en las cunas negras de la guerra, del hambre, de la explotación y de la ignorancia.

A nena soña con Federico.
Porque Federico encheu de cores o seu
corazón de sombras.
Porque Federico fixo que soara para ela
unha morea de campás perdidas.
Porque Federico lle prometeu que mantería 
sempre a súa alma de nena.

Una lágrima sube del corazón de la página al corazón de la mirada. Bagoa que se va muy lejos, como viajan las lágrimas y las nubes, que quisiera abrazar y consolar, y explicar y transformar, que huele el humo y el frío y que desde el aire de los libros al aire de las cosas lee acompasada de compasión con el poeta que escribe:

Vai frío en Chiapas.
A nena escoita falar dende hai algún
tempo de Chiapas.
O pai fala de Chiapas.
A nai fala de Chiapas.
Demasiada xente está a falar de Chiapas.
A nena mira dúas fotos no xornal que está
encol da mesa da sala.
Sente arrepíos. Escoita o horror.

Lo que ven los ojos de los niños es transmitido por Antonio García Teijeiro con dulzura y profundidad, con una compasión no exenta de crítica. Crítica a la sociedad que permite y fomenta el sufrimiento y la pobreza, a los intereses cobardes y anónimos que fabrican huérfanos y maquilan hambre, a la falsa beneficencia. Se va a mirar a la raíz del ojo, a la mirada de la piel, a la inefable poesía de los que por ser pequeños y maltratados no encuentran palabra ni para reclamar ni para llorar ni para nada. Y el poeta Antonio hecho mirada tan sufriente y muda como las que escribe, dibuja para esos nenos y esas nenas una pregunta en candela, una palabra de lágrima, una ventana en la página y los puntos suspensivos que buscan, del otro lado de la sombra, una sombra de esperanza.

E ela, que hai ben tempo que non chora,
pregúntase: "¿Por que choran os lagartos?"
E alá, ó lonxe, como ocorre tan a miúdo,
o eco fai que se perda reseca a súa
esperanza.


O que ven os ollos dos nenos
Antonio García Teijeiro
Il.- Fino Lorenzo
Edicions Xerais de Galicia, 2000

3 de abril de 2011

As bolboretas visitan a Antonio Machado, de Antonio García Teijeiro


Don Antonio Machado, ese gran camiñante, estaba escribindo sentado nunha pedra do camiño. As bolboretas xiraban e bailaban ao seu redor. El ergueu a cabeza e, ao velas, sorriulles e axudounas a escribir o seguinte poema:

Ti miras o aire,
linda bolboreta,
mentres que a auga
baixa pola pedra.

Auga case muda,
linda bolboreta,
que un día soñou
con bicar a terra.

Auga transparente,
linda bolboreta,
esa que, en silencio,
vai de pedra en pedra.

Tes louras as ás,
linda bolboreta,
mais a auga limpa
ten a pel morena.

Auga recendente,
linda bolboreta,
auga que murmura
rimas de poeta.

(C) Antonio García Teijeiro
Bolboretas no papel
Voz: María García Esperón
Música: Nightnoise
MMXI

31 de marzo de 2011

Recendos de aire sonoro, el nuevo libro de Antonio García Teijeiro

El próximo 13 de abril, en la librería Librouro de Vigo se presentará el nuevo libro de Antonio García Teijeiro, que con el nombre de Recendos de aire sonoro y las ilustraciones de Fino Lorenzo, trae en brisa de primavera el perfume de las sílabas y la sonoridad encantadora de la lengua gallega. 

Música del timbal y de la gaita, de los aromas y de las palabras, Beethoven y Bob Dylan, versos que rasguean las guitarras. 

Un concierto de bellezas para los más pequeños, para los más grandes, para todos los que, al influjo del aire sonoro de Antonio García Teijeiro, hemos descubierto que también somos poetas.





29 de marzo de 2011

Un encuentro con Antonio García Teijeiro en la Librería Hobbit de Vigo

Antonio García Teijeiro
Una librería que lleva tres meses abierta, unos libreros entusiastas con enorme capacidad de convocatoria, un grupo musical cantando canciones de Bob Dylan y unos libros como centro del acto.

Antonio García Teijeiro llevó su poesía a la librería Hobbit de Vigo el 26 de marzo pasado; las voces de David y Loren del grupo Sabinas y Cía arrancaron la voz de Bob Dylan del libro en el que Antonio lo nombra. 

La Librería Hobbit de Vigo

La profesora Ana Belén Morenda hizo una presentación que de inmediato liberó la complicidad de los lectores con su poeta. 


Niños, jóvenes y adultos comprometidos con lo que Antonio llama "poesía como xeito de vida"; compromiso de disfrute, construcción gozosa de la palabra, paseo de la mirada por los títulos de los libros del poeta: Paseniño, paseniño, Cando caen las follas, Petando nas portas de Dylan, Recendos de aire sonoro, As palabras están a mirarse arredor da mesa, Sobre el mar, As catro estacións, Al hilo de las palabras... 

Libros a los que puede escucharse murmurar su voluntad de comunicación, su deseo de incluir a todos en la belleza del mundo. Antonio García Teijeiro tiene las puertas del corazón abiertas de par en par y en las páginas de sus libros todos somos poetas. (María García Esperón)

Una obra generosa y abierta en la que todos somos poetas.

27 de marzo de 2011

Da nena que xoga, de Antonio García Teijeiro


Antonio García Teijeiro


Da nena que xoga
cos raios do sol
uns din que está tola
e algúns din que non.

Sentada na escuma,
cabelo das ondas,
soterra na area
as finas raiolas.

Con elas colora
estrelas de mar,
caracolas, cunchas,
algas e corais.

E con elas tingue
de bronce os solpores,
de néboa os abrentes,
as nubes, de cores.

O ceo, de fume;
os soños, de azul;
os ríos, de seda;
e os cumes, de luz.

Da nena que xoga
cos raios de sol
uns din que está tola,
¡eu digo que non!


(C) Antonio García Teijeiro
Paseniño, paseniño
Voz: María García Esperón
Música: Chris Spheeris
MMXI

22 de marzo de 2011

Bolboretas brancas, de Antonio García Teijeiro


Nevaba no País das bolboretas.
Unha pega rabilonga, que era pintora, comezou a debuxar a neve que caía.
As folerpas semellaban bolboretas brancas.
Este é o seu cadro en palabras.

Folerpas que cantan
bolboretas brancas
folerpas de neve
bolboretas cansas
folerpas de neve
que flotan e danzan
o vento que as leva
herbiñas de prata
e neva e neva
bolboretas brancas
folerpas de neve
puntiños que esgazan
pintando o camiño
de verbas caladas
que caian do ceo!
que caian! que caian!
as tenras folerpas
bolboretas brancas.

(C) Antonio García Teijeiro
Boboretas no papel
Voz: María García Esperón
Música: Nightnoise
MMXI

21 de marzo de 2011

Día mundial da poesía: El Faro de Vigo



Campo de Granada

Día mundial da poesía

Manuel Bragado

 07:59   
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Hoxe é o “Día mundial da poesía”. Proclamada en 1999 pola XXX Conferencia Xeral da UNESCO, esta xornada, que no hemisferio norte coincide co comezo da primavera, constitúe un convite para converter a poesía nun espazo de encontro onde os pobos poidan atoparse por riba de cal sexa a súa lingua e a súa ubicación dentro do planeta. A poesía concibida como un dos alicerces da cultura universal, como unha voz superadora de barreiras e valados, capaz de expresar a esencia da condición humana e os matices máis sutiles das emocións e dos sentimentos dos seres humanos. A poesía convertida, ademais, en ferramenta de reflexión sobre o poder da linguaxe e en vehículo de expresión das capacidades creadoras de cada persoa. A poesía, en definitiva, transformada en código universal, nesa grande invención do mundo que permite o diálogo entre culturas, no territorio común das palabras, da creatividade e da innovación.
A UNESCO chama cada ano aos seus membros para celebrar esta xornada tamén coa intención de soster a diversidade dos idiomas a través da expresión poética, con singular interés polas manifestacións do patrimonio inmaterial de tradición oral e pola visibilidade dos poetas e dos seus textos na sociedade. Un día para promover a lectura, o ensino, a edición, a tradución da poesía entre lectores e lectoras de todas as idades e de todas as linguas. Vinte e catro horas, pois, para que a poesía e os poetas sexan os grandes protagonistas nos medios de comunicación, nos centros educativos e nos espazos públicos. Esta “Primavera dos poetas” convoca a milleiros de persoas dispostas a escoitar aos seus poetas que ocupan prazas, auditorios, bibliotecas e institutos. Consultar o programa de actos e recitais que hoxe se desenvolven en París, Lyon, Tours, algunhas das cidades francesas onde a celebración pula, provoca auténtico asombro. Canto menos por un día, os poetas son atendidos como merecen, como os xenerosos cabezaleiros da república das letras capaces de inchar as palabras, de escrutar os seus límites ou de alongar o alcance da lingua, servizo que a cidadanía sabe agradecer coa súa admiración cara eles.
Mágoa que non sexa, aínda, esta a consideración e o respecto que reciben os poetas galegos. Os nosos teñen cada vez máis dificultades para publicar os seus libros, menos oportunidades para recitar os seus poemas en espazos públicos e nin sequera a honra de ser coroados como hai cen anos lle aconteceu a Curros Enríquez. Dificultades de visibilidade para a poesía, ao que cremos non é allea a súa consideración prexuizosa como o xénero literario da minoría das minorías, a pesar de que nos textos poéticos reside o ADN de calquera outra expresión literaria. Outrosí sucede no propio sistema educativo, onde a pesar do importante esforzo realizado por un profesorado entusiasta en desenvolver un criterio literario entre o alumnado, a poesía tamén precisa de ser desmitificada e reivindicada.
Antonio García Teijeiro

Antonio García Teijeiro, poeta pioneiro que 
acredita na capacidade contaxiosa do texto 
poético para ser apropiado polos nenos e nenas.

Outra ollada da infancia e da mocidade sobre a poesía é posible. Este é o suxestivo convite que ven realizando o poeta e editor Fran Alonso en libros como “Cidades” (1997), “Poetízate” (2006) ou “O meu gato é un poeta” (2011), unha recente proposta de edición expandida (un libro, un cedé e unha web), na que engaiola a lectores novos e adolescentes retorcendo as palabras de xeito lúdico e divertido. Semellante proposta, dende hai vinte e cinco anos, ven realizando Antonio García Teijeiro, poeta pioneiro que acredita na capacidade contaxiosa do texto poético para ser apropiado polos nenos e nenas, como sabemos sucede en “Recendos de aire sonoro” (2011), o seu último libro onde esculca os límites entre poesía e música. Propostas de idéntica raíz e interese defenden Carlos Negro, Gloria Sánchez, Elvira Ribeiro, Antón Cortizas, Helena Villar Janeiro e unha longa nómina de poetas teimosos de noso que teñen ofrecidos poemarios que tamén poden ler os nenos.
Esoutra ollada poética desprexuizada non debe deitarse só sobre as crianzas. A poesía, a poesía galega, debe ocupar os espazos públicos que lle corresponden; os nosos poetas, como sucede hoxe en Francia, teñen tamén dereito a súa palestra. A lectura e a literatura deben entrar a formar parte da axenda pública, unha carencia moi grave nunha cidade como Vigo que a pesar de ser a capital editorial do país é incapaz de superar a súa endémica anemia lectora e bibliotecaria. Que a Concellaría de Cultura, fóra das actividades do Verbum, non teña prevista hoxe celebración ningunha para o “Día Mundial da Poesía” é triste, ademais doutra mostra da necesidade de contar cunha política municipal de lectura. Abondaría que os responsables vigueses consultasen a programación da concellaría coruñesa do seu ramo para atopar un modelo de cidade respectuosa cos seus poetas. En poesía e en bibliotecas, A Coruña é un exemplo a seguir.
bretemas@gmail.com

25 de febrero de 2011

Las estaciones poéticas de Antonio García Teijeiro en La Voz de Galicia

Foto: Antonio García Teijeiro


Fuente: La Voz de Galicia

Soledad Antón

Estaciones poéticas

Visto lo visto, As catro estacións de Antonio García Teijeiro bien podría haberse titulado Veintitantos poemas de naturaleza y muchas canciones ilusionantes. Los muchos seguidores del escritor echan por tierra aquel lugar común de que corren malos tiempos para la poesía. Para prueba, este botón teijeiriano.

Veinte años y muchos avatares después de publicarse, el libro estrena nueva edición (la cuarta, creo) a petición del público. «Es una satisfacción», comentaba ayer el propio Teijeiro poco antes de disfrutar en Librouro de la tarde soñada por cualquier creador: observar en la distancia corta cómo los destinatarios de su obra disfrutan leyendo (y cantando), y aún mejor, cómo disfrutan releyendo (y recantando) algunos menos niños que un día se engancharon a su poesía. «Esto tiene un valor emocional importante», confesaba. Definitivamente, un regalo impagable.

24 de febrero de 2011

Y las cuatro estaciones se hicieron canción


Las palabras volaron, se posaron en la piel de los asistentes, llegaron al corazón de 
tanta persona sensible reunida para celebrar los veinte años de un libro especial. 
Antonio García Teijeiro

Fue una noche que nadie olvidará. Ni el poeta, que escuchó sus propios versos y meció en la voz las palabras de Rosalía de Castro. Ni el editor, Francisco Castro, que no se desprendió de la sonrisa, ni los niños pequeños ni los chicos grandes.

Ese martes 22 de febrero, fuera de Librouro hacía un poco de frío porque solamente era invierno. Pero dentro se sucedían las cuatro estaciones, se cantaba la primavera y se recitaba el verano, se abrazaba el otoño y crujían las hojas secas y caía la nieve en copos de palabras gallegas.

As catro estacións, de Antonio García Teijeiro,  volvieron a nacer en su esperanza cíclica, regresaron a las manos de un poeta que se ha entregado a  tiempo  al entregar su palabra a los niños. Libro de hoja perenne, de versos que apetecen hacerse canción para bailar al calor del aliento, libro cálido que invoca y que convoca, que reúne y sonríe, que nos convierte en hoja y en viento, en árbol y amistad.

Folliñas
que bailan
co vento
todos collidos
da man.

Antonio leyendo la primera edición de As catro estacións

Niños desde 4o. de primaria...

...hasta chicos de 4o. de ESO se reunieron en torno a la poesía de Antonio.

Con Susi y amigos al final del recital.


17 de febrero de 2011

As árbores espidiñas, de Antonio García Teijeiro


As árbores espidiñas
             sen follas,
               sen folliñas.

Os esqueletos de xeo
                amosan
os seus outonos,
os seus laios,
os seus soños.


Unha alfombra
                     cobre o chan,
tapiz de follas caídas,
         folliñas
que veñen e van.
         Folliñas
          lixeiras e secas
fatigadas
               de troular.
Folliñas
          que bailan
              co vento
todos collidos
           da man.

C) Antonio García Teijeiro
As catro estacións
Voz: María García Esperón
MMXI

16 de febrero de 2011

Vuelven las cuatro estaciones de Antonio García Teijeiro


El libro que ya se considera todo un clásico de la poesía para niños, As catro estacións, de Antonio García Teijeiro, será presentado en una nueva edición por Editorial Galaxia el próximo martes 22 las 20 horas en Librouro, (Eduardo Iglesias 129) en Vigo.

Quienes asistan serán partícipes de una velada poética extraordinaria, pues niños pequeños y mayores cantarán y recitarán poemas de este libro que muchos ya llevan en el corazón.

El poeta canta a las estaciones y en las páginas florecen primaveras y caen otoños, el invierno se lleva de maravilla con el verano, bailan hojas y pasan hojas y entre ellas coleccionamos delicados esqueletos de hielo. Tiempo en verso, estaciones de recuerdos y promesas de estío que nos endulcen con sus eñes gallegas los oídos.

Verbas de sal: el nuevo libro de Antonio García Teijeiro


Antonio García Teijeiro ha publicado un nuevo libro. En esta ocasión es un cuento poético que, en palabras del autor, intenta transmitir el valor de la palabra y la fuerza de la poesía.

Verbas de sal, en palabras del crítico literario Armando Requeixo es "unha deliciosa historia de amizade e fe no valor da Palabra. Un alegado a favor da Poesía nestes tempos paupérrimos nos que o telelixo o fagocita todo".

Anhelantes como estamos en la palabra poética del autor gallego, desde el otro lado del Atlántico saludamos y esperamos este libro en el que la narrativa se funde con la poesía para alumbrar una historia que sale al encuentro de grandes y chicos por igual.

Verbas de sal ha sido editado por Xerais, con ilustraciones de Alberto Vázquez.


Crítica de Armando Requeixo



11 de febrero de 2011

Mi vida está llena de preguntas: Antonio García Teijeiro

A miña vida está chea de preguntas.
 Case diría que está feita de preguntas.
Antonio García Teijeiro

Recientemente, la Asociación Gallega del Libro Infantil y Juvenil (GALIX:Asociación Galego do Libro Infantil e Xuvenil) pidió a Antonio García Teijero un texto para publicarlo en la red.

El resultado es un documento vibrante de vida y preguntas, un caudal de existencia en el que Antonio rinde tributo emocionado a sus referentes poéticos y vitales: Bob Dylan, Labordeta, los Beatles, Celso Emilio, Aute, Paco Ibáñez, Lorca, Machado, Alberti y los puntos suspensivos nos llevan al infinito, al manantial de una vida ejemplar como pocas, al origen de un poeta de amplio registro, que puede ser popular y exquisito, minimalista y melódico, que ha no ha escondido la oscuridad que está presente en toda existencia bajo la alfombra, sino que la ha transmutado en rayos de luz y dedicado a los niños.

A los niños... y a todos nos recuerda Antonio el derecho y la dicha de cantar: sus letras se desgranan en canción sencilla: cantar para reflexionar, para preguntar, siempre preguntar, para sonreír y para volar. En expresión de Antonio, la poesía no se enseña, se filtra; pues este poeta-educador jamás se pone pesado y es ligero y transparente como los dioses griegos, llena el éter con la sencillez de sus preguntas, con su hondura, nos pone en las manos versos y dudas para preguntar, para ser, para renacer en la poesía.

En este texto publicado por GALIX, Antonio habla de la relación inigualable que tiene con su lengua gallega:

Comecei a escribir en galego para min. Nacera a necesidade dun compromiso ben claro. Estou moi orgulloso desa decisión. Doíanme as feridas provocadas “polos cabalos da noite”. Seguía lendo sen cesar. Non se pode escribir sen facelo.

Y nos deja -hablemos la lengua que hablemos- atravesados por un reto: damos la lengua por sentada y en el caso de países como algunos latinoamericanos donde las lenguas indígenas han sido marginadas y los hablantes se avergüenzan de su idioma materna- el ejemplo de Antonio se nos yergue delante para no pasar por esta vida sin establecer ese compromiso ben claro que el poeta hizo con su lengua gallega. Darle a esa bella durmiente el beso de la vida, con sus letras claras de todos los días, su vida luminosa de creador, de educador y de persona, sus versos imparables y dulces, poderosos y viajeros, sus bicos na voz.


Unha vida chea de preguntas
Antonio García Teijeiro
GALIX

1 de febrero de 2011

Canción 5 para María (y última) de Antonio García Teijeiro

Desde México y con saudades -¡cómo no!- he grabado la última de la serie que Antonio García Teijeiro tituló Canciones para María... y que como todas las palabras de este gran poeta gallego son siempre para todos.

Estos versos de Antonio han surgido al ritmo del encuentro que nos acompasa ya a tantos, en el que aprovechamos la tecnología para acercarnos y decirnos, para celebrar la palabra de los poetas, a lo largo de días que nos han sabido a magia, a amistad, a esperanza y a canción.

En nombre de todos, que todos somos poetas, gracias a Antonio García Teijeiro por endulzarnos el oído del alma con saudades que como él sonríen, abrazan,  cantan y nos encantan.
María García Esperón



Por lejos que caiga
te moja el rocío
y deja en tus labios
los besos del frío.

Y aunque esté muy cerca
siempre suena lejos.
Lágrimas provoca
entre los espejos.

El rocío late
y a la sombra espera
que en tus ojos vivos
haya primavera.

Rocío y palabra.
Palabra y camino.
Camino y ruleta.
Ruleta y destino.

Que siga cayendo
callado el rocío.
Que robe a la lluvia
los ecos del río.

Rocío y palabra.
Palabra y recuerdo.
Rocío de plata
que muere en el cierzo.

Que caiga en silencio.
Que ruede en tu rostro
y pinte tu piel
con lunas de agosto.

(C) Antonio García Teijeiro
Canciones para María
Voz: María García Esperón
Música: The Rose, Sally Fletcher harp
MMXI

29 de enero de 2011

A bolboreta, de Antonio García Teijeiro


A bolboreta
debuxa un beixo
con moitas cores
nalgún espello.

Beixo amarelo
de noz e mel,
brinco na brisa,
luz de papel.

A bolboreta
debuxa un beixo
que rouba ó aire
moitos insectos.
Beixo violeta,
vivo lunar,
onda nas nubes,
choiva no mar.

A bolboreta
debuxa un beixo
que cando soa
racha o silencio.


(C) Antonio García Teijeiro
Del libro "Bicos na voz".
Voz: María García Esperón
Música: Yanni
MMXI

20 de enero de 2011

Poesía es necesidad: Antonio García Teijeiro


En febrero de 2008, Antonio García Teijeiro fue invitado a la 17 Feria Internacional del Libro en La Habana como representante de la cultura gallega y para entregar personalmente su libro El río va recitando a los niños cubanos. En esos días, el periódico cubano Juventud Rebelde realizó al poeta una entrevista que reproducimos a continuación:



Poesía es necesidad

Por José Luis Estrada Betancourt

—Usted ha contado que la suya fue una infancia sombría. ¿Fue eso lo que lo impulsó a escribir para niños y jóvenes?

R.- La mía fue una infancia sombría porque vivíamos en un país en el que dominaba la miseria, tanto económica como humana y, por supuesto, cultural. Se leía poco, la censura empobrecía la creación y yo viví de espaldas a la literatura, como la mayoría de los niños que no tenían referencias literarias en casa. Mi encuentro con el hecho poético, a partir de los textos musicados de Paco Ibáñez y, en menor medida, de Joan Manuel Serrat, me hicieron comprender que había un mundo que me estaban ocultando desde muchos puntos de vista. La poesía me salvó, me sacudió con fuerza, penetré en sus misterios y aprendí a conocerme mejor y a rebelarme contra lo que me oprimía que, en silencio y casi ahogadamente, sentía dentro pero no salía al exterior.
La carencia literaria y humana que yo viví no quise que afectase a aquellos niños y jóvenes a los que les doy clase desde hace tantos años. Por eso, escribo para ellos y les acerco a otros poetas que considero fundamental que conozcan.

El río va recitando. Presentación en La Habana
—¿Cuánto le aportó acercarse en su adolescencia a poetas «prohibidos» en España como Alberti, Lorca, Blas de Otero, Celaya, Neruda, Nicolás Guillén...?

R.- La rebelión necesaria para ser yo mismo. Enseguida me di cuenta de que defendían cosas que yo sentía: la belleza, el amor, el compromiso, la libertad, el ser humano, etc. La poesía me permitió comprender al otro yo que vivía en silencio y en un exilio interior enfermizo y comenzar a conocerme y asumir ciertos papeles en una sociedad que necesitaba cambios radicales.

—Ha dicho que la poesía es para usted una necesidad, al igual la música. ¿Es por eso que sus poemas son tan musicales?

R.- Soy un melómano, al que le gusta toda la buena música, sin distinción de estilos. La música clásica es una referencia cotidiana, el jazz me envuelve, el rock me hace vibrar, los cantautores me permiten reflexionar sobre el espíritu de las cosas y su realidad. Los Beatles me ayudaron a cambiar mi vida y Bob Dylan me permitió entender la música desde el punto de vista literario, desde el surrealismo, las lecturas diversas y el compromiso. Aute hizo que conociese otras dimensiones del amor. Sería una lista interminable de referencias. Por ejemplo, Silvio Rodríguez me permitió entender que la poesía entre notas puede ser un hecho literario incuestionable. Sí, creo que inconscientemente la música ha marcado desde siempre mi poesía desde el punto de vista rítmico.

—¿Están los niños preparados, en verdad, para «descifrar» y gustar de la poesía? Y si no, ¿habría manera de lograrlo?
Un libro para los niños cubanos

R.- No es nueva mi afirmación de que a los niños les encanta la poesía cuando el mediador es capaz de contagiar su entusiasmo. No podemos disimular. Si no somos capaces de acercarles los poemas desde la autenticidad y el entusiasmo, ellos lo percibirán y no conseguiremos nada.
Contagio es una palabra clave en este aspecto. Los niños imitan y se ilusionan con las actitudes positivas de sus referentes adultos. No se enseña poesía. Lo importante es ponérsela cerca para que se dejen llevar por la magia del verso. Mantengo, desde hace tiempo, que son los adultos los que le tienen miedo a la poesía y, sin querer, levantan muros entre ellos y los niños.

—¿Cómo se las arregla para escribir para un público infanto-juvenil y llegar a todas las edades?

R.- Yo creo que hay demasiadas etiquetas con relación a la literatura. Un buen libro literario, poesía o no, ha de gustar tanto a niños como a adultos, por supuesto dejando al margen capacidades de edad y densidad literaria. Un libro bien hecho de la llamada literatura infanto-juvenil ha de interesar al público adulto. La belleza, la construcción inteligente de las obras, los temas y todo lo relacionado con la literatura no tiene edad. Yo escribo desde la influencia de mis lecturas, mi experiencia del día a día con absoluta honestidad sin importarme la comercialidad de lo que hago. Intento hacer literatura. Ese es mi mayor y único objetivo.

—¿Por qué su poesía para adultos es más pesimista?

R.- Yo soy un escéptico y a veces ese escepticismo se puede confundir con el pesimismo. Pero si hacemos una lectura más profunda de mis poemas, pienso que en el fondo existe un halo de esperanza que me permite seguir viviendo. Soy una persona vitalista que intenta saber el terreno que pisa. A los adultos me gusta hacerlos reflexionar sobre mi discurso poético. Pueden compartir conmigo (como hago yo con lo que me rodea) las situaciones que reflejan mis versos. Pero ¡ojo!, cuando escribo para niños también me gusta que sean conscientes de que no todo es bello y sencillo. Suelo incluir en mis poemarios para ellos poemas que tengan más de una lectura. Eso sí, que reflexionen y se sientan ilusionados para luchar por un mundo mejor. Esto es algo común a mis poemas para adultos y para críos.

—Durante ocho años dirigió una prestigiosa colección literaria para jóvenes. ¿Qué tenía en cuenta a la hora de seleccionar los libros que engrosarían el catálogo?

R.- Sobre todo, la calidad literaria. Textos que no fuesen ñoños y no considerasen a los niños y jóvenes seres de segunda categoría. Los niños no son tontos, son niños. No vale cualquier cosa para ellos. Me interesan los textos inteligentes, innovadores, que provoquen reflexión, que diviertan, teniendo en cuenta que hay muchas maneras de divertirse. Sigo pensando lo mismo que cuando codirigía la colección “Árbore” de la editorial Galaxia. La literatura ha de servir (si en realidad sirve para algo) para que el lector crezca interiormente, conozca otras realidades, se conozca mejor a sí mismo y le permita ser más libre y autónomo.

—Desde su experiencia, ¿qué no debe faltar en un programa para la promoción de la lectura?

R.- Hay tres conceptos que yo considero necesarios cuando hablamos de planes de lectura: El fomento de las bibliotecas (públicas, escolares y personales), la necesidad de que el libro entre en los hogares desde las primeras edades y una utilización inteligente y entusiasta en las escuelas. En España aún nos falta mucho por recorrer, a pesar de que se va avanzando con cierta lentitud. El libro carece en estos momentos de un valor social que le pertenece por todo lo que lleva aportado al desarrollo del ser humano desde siempre.

—Como hijo del franquismo no le fue fácil descubrir la verdadera identidad de Galicia. ¿Cómo lo logró? ¿Por qué escribe principalmente en lengua gallega?
Viene el río recitando fue ilustrado
por Javier Dueñas

R.- Galicia era una entidad casi folklórica cuando yo era pequeño. Se escondía toda la enorme tradición de mi tierra, no se sabía su historia, se desprestigiaba a la gente que hablaba gallego, no se conocían autores, artistas, etc. que habían luchado por una tierra en la que el caciquismo y la pobreza marcaron el destino de sus habitantes: exilio, emigración… Yo fui educado contra el gallego. Tuve que luchar mucho para descubrir a tantas personas comprometidas que existían pero que eran desconocidas para mí. Llegó un momento en el que me di cuenta de que me estaban engañando y hurtando una parte fundamental de mi manera de vivir. Cuando fui consciente de todo lo que me habían escondido, de sus mentiras y de sus maléficos propósitos, me rebelé (siempre a partir de la poesía: Castelao, Celso Emilio Ferreiro, Rosalía de Castro, Pimentel, Méndez Ferrín, etc.) y asumí un compromiso con la cultura, la sociedad y la lengua para toda mi vida.
Tengo que reconocer que descubrir a Cunqueiro fue un punto de inflexión para mí con la literatura en gallego que se convirtió en un camino sin retorno. Al margen de sus ideas políticas, don Álvaro es, para mí, junto a Rosalía, la referencia más importante de la literatura escrita en mi lengua.

—¿Sigue pensando que «la poesía es esa pequeña arma que tenemos para intentar un cambio»?

R.- Ya lo dijo Celaya por mí y por todos, que “la poesía es un arma cargada de futuro”. Y es cierto. Cuando leo poesía (y lo hago a diario) soy consciente de que estoy mirando hacia un horizonte que me permite ser más yo mismo y más libre. Sin ella, para mí la forma más esencial de la literatura, mi vida, como ya he dicho antes, sería más pobre y estaría más llena de carencias.

—¿Qué es lo que realmente importa cuando se habla de literatura?

R.- Me interesa la innovación, la capacidad de contar historias que me conmuevan, el hecho de que contengan ideas (que no panfletos) que te permitan reflexionar y entender las reacciones de los protagonistas, la inteligencia de las propuestas y su posible valor en el tiempo. No me interesa demasiado la literatura de circunstancias. Me gusta una literatura profunda que me envuelva en una espiral en la que los sentimientos estén presentes. Hablar de literatura es hablar de la capacidad que la palabra tiene para crear historias, poemas, obras de teatro que conmuevan, a partir de personajes y situaciones que sacudan la capacidad que el ser humano tiene de pensar y de emocionarse.

—¿Cuál es su palabra favorita?

R.- Hay muchas palabras que tienen unas connotaciones que me emocionan: paz, libertad, amor, humanismo… pero todas son palabras. Mi palabra favorita es la palabra PALABRA. Con ella creamos, amamos, besamos; por ella se puede morir, sufrir, ser encarcelado o silenciado. Creo que la fuerza de esta palabra lleva sosteniendo al ser humano desde siempre.

—¿Qué es la poesía para Antonio García Teijeiro?

R.- Creo que a lo largo del cuestionario ha quedado clara la función de la poesía en mi vida. Resumiendo, poesía para mí es necesidad. Y lo que digo tantas veces, la poesía se ha convertido desde que se apoderó de mis inquietudes en una forma de vida.

—Normalmente, cuando se invita un escritor extranjero a la Feria del Libro de La Habana, se publica algún libro conocido. ¿Por qué decidió esta vez escribir uno especialmente para los niños cubanos?

R.- Cuba fue para mí siempre un modelo a seguir. La Revolución cubana ayudó a que yo pudiese ver las cosas de otra manera. Soy consciente de que todo sistema tiene sus imperfecciones y no seré yo quien señale qué es lo que Cuba necesita. Sólo sé que admiro las razones que llevaron a unas personas a acabar con un régimen injusto hace varias décadas. Siempre me sentí cerca de los movimientos que provocó una revolución necesaria. Amo a Cuba profundamente. Amo al pueblo cubano. Siempre he querido demostrar mi afecto y en cuanto se presentó la ocasión decidí escribir un libro dedicado a unos niños y niñas que, estoy seguro, aman la poesía y son capaces de emocionarse ante la palabra literaria. Por ello estoy muy feliz de que sea un libro escrito a propósito y no una traducción de alguno de mis múltiples poemarios. Enrique Pérez Díaz, amigo y hermano en la distancia, tuvo “la culpa” de que por fin hiciese realidad uno de mis deseos más profundos.

—¿Cuáles de sus libros le gustaría que fueran publicados en Cuba? ¿Por qué?

R.- Tres libros de narrativa que quiero especialmente: “Trala liña do horizonte”, “A teima de Xan” y “Honorato, o rato namorado”. En poesía, “Na fogueira dos versos”, “Paseniño, paseniño” o “Chove nos versos”. El primero y el tercero de estos poemarios han sido ilustrados, curiosamente, por sendos ilustradores cubanos, Luis Castro Enjamio y Lázaro Enríquez que, desgraciadamente, ya no está entre nosotros.

—¿Por qué abandonó el balonmano, si llegó a practicarlo hasta el máximo nivel?

R.- El deporte es para mí una forma de cultura, de socialización, de disfrute, pero también de aceptación y respeto de unos códigos éticos necesarios para la formación de las personas. Practiqué balonmano convencido de que deporte y cultura deben ir de la mano. Me encantan los deportistas comprometidos con el arte y la cultura y los intelectuales que no desprecian alegremente el deporte. Hay que ser críticos con las estructuras deportivas por todo lo que, a veces, tienen de oscuras e inmorales. Pero no debemos confundir eso con el ejercicio meramente físico y deportivo. Es más rico de los que muchos creen.
¿Por qué lo dejé? En la vida hay que cubrir ciclos. Cuando consideré que mi ciclo de dedicación exhaustiva al balonmano había llegado a su fin, decidí dejarlo y así poder dedicarme de lleno a lo que se venía fraguando en mi interior desde hacía tiempo: la escritura.

10 de enero de 2011

Trovapaz: poesía en siete lenguas

Antonio García Teijeiro
Antonio García Teijeiro nos hace partícipes de un acontecimiento extraordinario: poder apreciar la poesía a través de la belleza particular que tiene cada lengua.

Una vocación de encuentro es este recital que en unos días encenderá la noche de Madrid a través de una hermosura convocada en siete voces y siete idiomas.

Ana María Romero Yebra





Convivencia que hace honor a la historia española y que habla de la disposición de sus sensibilidades e inteligencias a entenderse a través de la palabra. Disposición y apertura a los sonidos distintos, al distinto nombrar y conjugar y tal vez y sobre todo, vocación de cantar y encontrar, de trovar la paz:

Miquel Desclot
T R O V A P A Z


Es el libro y el recital poético que presenta el XXXIV Salón del Libro de Madrid, donde podrán escucharse poemas en catalán, gallego, euskera, árabe, castellano, inglés y chino.

Abdul Hadi Sadoum
Miquel Desclot, Antonio García Teijeiro, Juan Kruz Igerabide, Abdul Hadi Sadoum y Ana María Romero Yebra son los poetas participantes. Para el inglés se contará con la voz de Vanessa Pérez-Sauquillo y para el chino con Li Ye.

Juan Kruz Igerabide




La cita, a la que quienes estamos lejos acudiremos con el corazón, es el jueves 13 de enero a las 19:00 hrs. en el CENTRO CULTURAL GALILEO. C. Galileo 39, 28015, Madrid.







Cabalo branco, de Antonio García Teijeiro



Cuns saltos moi elegantes
un cabalo branco branco
galopa polos teus ollos
mentres te atopas chorando.

E nas bágoas que verques
un cabalo branco branco
vai convertendo en escuma
cada un dos teus recantos.

E galopa que galopa
mollado o cabalo branco
desde os teus ollos marróns
ó meu rostro vai chegando.

No teu corazón de nena
que trae o cabalo branco
deixo caer dous biquiños
para apagar tanto pranto.

Co seu galope lixeiro
un cabalo branco branco
deixoute cabo de min
e esvaeceu galopando.



(C) Antonio García Teijeiro
Voz: María García Esperón
Música: Llewellyn
MMXI