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5 de marzo de 2019
11 de diciembre de 2016
Felicitación de Enrique Pérez Díaz y María García Esperón desde Cuba y México
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María García Esperón
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12/11/2016 11:32:00 a. m.
Esta Nochebuena
y esta Navidad
yo quiero desearte
amor y amistad.
Que el árbol del alma
se llene de estrellas
de luces y sueños
y dulces quimeras.
Y que en torno al fuego
encuentres calor.
Que toda la tierra
sea un campo de amor.
(MGE)
Esta Nochebuena
y esta Navidad
solo te deseo
un sueño de paz.
Que el amor florezca
y tu risa sea un mar,
que dibujes sueños
y se hagan verdad.
Y que el nuevo año
te llene de luz,
te borde caminos
hacia la eternidad.
(EPD)
Con nuestros mejores deseos
FELIZ NAVIDAD 2016
Enrique Pérez Díaz y María García Esperón, desde Cuba y México
y esta Navidad
yo quiero desearte
amor y amistad.
Que el árbol del alma
se llene de estrellas
de luces y sueños
y dulces quimeras.
Y que en torno al fuego
encuentres calor.
Que toda la tierra
sea un campo de amor.
(MGE)
Esta Nochebuena
y esta Navidad
solo te deseo
un sueño de paz.
Que el amor florezca
y tu risa sea un mar,
que dibujes sueños
y se hagan verdad.
Y que el nuevo año
te llene de luz,
te borde caminos
hacia la eternidad.
(EPD)
Con nuestros mejores deseos
FELIZ NAVIDAD 2016
Enrique Pérez Díaz y María García Esperón, desde Cuba y México
9 de abril de 2016
26 de diciembre de 2015
La realidad de un sueño: encuentros 2011-2015
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María García Esperón
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12/26/2015 06:06:00 p. m.
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Anabel Sáiz Ripoll, Santiago Montobbio y María García Esperón en la ACEC de Barcelona, octubre 2015 |
Voz y Mirada
La realidad de un sueño
El 12 de octubre de 2009 nació a través de este blog el proyecto Voz y Mirada de España y América. Quienes lo iniciamos, desde nuestros respectivos países, anhelábamos conocernos y algún día disfrutar la cercanía y paladear el incomparable sabor de la amistad. A partir de 2011 nuestro sueño comenzó a hacerse realidad y ha generado más sueños, más anhelos, más proyectos y metas. Las siguientes imágenes son testimonio de esta inacabable alegría. Y si eres lector curioso, en sus respectivos enlaces podrás leer la historia de cómo, desde la virtualidad de Internet, nos hicimos realmente, Voz y Mirada de España y América. (MGE)
España, 2011
Verso en Nubes, León, España, mayo 2011
Antonio García Teijeiro, León, mayo 2011
Pedro Villar, León, mayo 2011
Cuba, 2013
Enrique Pérez Díaz y Jorge Luis Peña Reyes, La Habana, octubre 2013
Enrique Pérez Díaz: magia en La Habana, octubre 2014
España, mayo 2015
Isabel Bueno Bravo: pasión por los aztecas en Madrid, mayo 2015
Aurelio González Ovies y Santiago Montobbio: una apuesta por los clásicos, Madrid, mayo 2015.
Aurelio González Ovies: breve luz y vida verdadera, Asturias, mayo 2014
Colombia, septiembre 2015
Rosa Adriana Buriticá, Bogotá, septiembre 2015
España, octubre 2015
Anabel Sáiz Ripoll, Tarragona, octubre 2015
Ramón García Mateos, Tarragona, octubre 2015
Asunción Carracedo, Barcelona, octubre 2015
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Foto: Anna Xalabarder |
Santiago Montobbio, Barcelona, octubre 2015
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Foto: Anna Xalabarder |
México, noviembre 2015
Sergio Andricaín y Antonio Orlando Rodríguez. FIL Guadalajara, noviembre 2015
13 de octubre de 2015
Sin era y jamás: Te espero en mi sueño, reseña de Anabel Sáiz Ripoll
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María García Esperón
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10/13/2015 05:14:00 p. m.
Fuente: Voces de las dos orillas
"Sin era y jamás": "...te espero en mi sueño".
Por Anabel Sáiz Ripoll
Sin era y jamás,
María García Esperón -Enrique Pérez Díaz
ilustraciones Dagoberto Fuetes,
Enlace Editorial, Colombia, 2015 (El Tren Dorado)
Si no soy el antes ni soy el nunca, soy el ahora y el siempre. Es, precisamente, el mensaje que se percibe en el título de este poemario, escrito a cuatro manos, que evoca historias de amor que puede que nunca hayan sucedido o puede que se estén celebrando ahora mismo o quizá casi vayan a florecer, justo en el momento en que el lector abra el libro y empiece a leer. Será entonces cuando Sin era y jamás adquiera el significado atemporal que le han querido imprimir sus autores.
A lo largo de 15 poemas, de aire modernista, algunos; evocador otros; mágico y sensual muchos, y legendario, otros, se van desgranando nuevas-viejas historias de amor. Los protagonistas son seres de la memoria, de la infancia, del corazón, del lugar donde siguen habitando los sueños. Son príncipes, princesas, dragones y unicornios. Los sentimientos son de nostalgia, de anhelos compartidos, de búsquedas, de certezas a medias. Los caminos son hacia dentro, hacia uno mismo porque, en realidad, la búsqueda del ser humano, la magia, el hechizo y la evocación le conduce, siempre e inexorablemente, hacia su propia esencia.
Como leemos en el poema inagural todos, sin exclusión, "somos viajeros de un mismo verso" y, en ese viaje, nos iremos encontrando y separando porque "[..] ¿qué es la distancia? / para el que viaja desde el jamás / para el que encuentra en un mismo verso / todo el misterio y el ser de amar".
Las historias nos envuelven con su atmósfera tenue y rumorosa. "La princesa Anhelo y el príncipe Esquivo" que desean encontrarse, pero son incapaces de hacerlo porque Esquivo no tiene respuestas y Anhelo sigue haciendo preguntas y esperando, esperando. El sueño se posa en los versos del poemario y no impide que, por ejemplo, un unicornio se enamore de una princesa y, al fin, queden los dos inmortalizados en un tapiz que, con el título "La dama y el unicornio", sigue hechizando, desde el S. XV, a todo el que lo contempla. "El príncipe Hielo" vive en una paradoja porque nota que algo le está pasando, aunque le cuesta descubrir que se ha enamorado de un rayo de sol. "La princesa Suspiro", tan parecida a la de Rubén Darío, sigue soñando y aguardando un destino que no llega porque ella misma lo rechaza. "El príncipe Sueño" sitúa al príncipe en el lugar de la princesa, de la Bella Durmiente, y le hace vivir un sueño, a la manera de Segismundo, mientras la princesa trata de despertarlo con un beso de amor para, oh prodigio, acabar soñando juntos los dos. "El Castillo de mis sueños" muestra que, después de tantos deseos de elementos materiales, lo que importa es la esencia y ese "comenzar otra vez...".
Algo parecido le sucede a la "Princesa viajera" que busca un amor ideal que solo halla, como Bécquer, en los viajes que hace a sus sueños. De nuevo la paradoja en "Destino y Origen" condenados a no encontrarse nunca, "El hada infinito", mientras, sigue su camino y su labor que nunca se acaba porque todo es un eterno retorno. En "Barcarola", al príncipe hechizado, se le pide algo imposible, vista su trayectoria. "no mueras de amor". Y enlazando con este poema, "Vals" se convierte en nostalgia, en ausencia, en siempre errar, en recuerdo y en infinito, en no ser jamás. En "Amanezco", se reúnen todos los anhelos de los que se hablan en los poemas porque "Amanezco a un día nuevo / en la torre de mis sueños / y nada importa si tardas, / cautivo, te espero en mi sueño...". Los dos últimos poemas "La princesa dorada" y "Un dragón blanco" siguen hablando de los sueños, de los encuentros imposibles, de los contrastes y, por supuesto, de la búsqueda del amor.
Entre gobelinos, almenas, castillos de cuento, suspiros y anhelos, los poemas de Sin era y jamás nos van sumergiendo en las eternas quimeras del ser humano, en los imposibles, en los misterios, en los secretos y en los sueños.
Y, mientras, Dagoberto Fuetes tiene la misión de ilustrar el poemario y lo hace escogiendo algunos de los personajes más importantes para inmortalizarlos en el momento en que está al punto de cambiar sus vidas porque acaban de descubrir esa sacudida brutal que es el amor.
Es difícil escribir de forma conjunta y, con seguridad, los dos autores han tenido que hacer un esfuerzo importante para aunar sentimientos y acortar distancias.
Entre versos de artes mayor, asonancias, comparaciones, adjetivos rutilantes, metáforas, paralelismos, cadencias, sones y ritmos muy marcados, los versos de Sin era y jamás van fluyendo como fluye el agua de un río en la mar, como fluyen las propias vidas.
5 de septiembre de 2015
Enrique Pérez Díaz y la edición cubana de Bushido
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María García Esperón
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9/05/2015 05:21:00 p. m.
Hoy presentamos la edición cubana de Bushido. Fue muy lindo porque no llevé
nada preparado y conversé con el público. Incluso una vendedora entró al
espacio de la presentación y habló, sobre todo cuando yo dije que no
imaginaba que era más increíble si la llegada a la Habana de un samurái
medieval con dos geishas, el renacimiento de los leones o el recital de Maná
en el Karl Marx. Ella dijo que lo de Maná y todo el mundo rió mucho. Creo
que todos la pasaron bien y la presentación del libro de mi amigo poeta
David L. Ximeno fue muy emotiva también.
Enrique Pérez Díaz
12 de agosto de 2015
Hechizo (Alejandría), de Enrique Pérez Díaz
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María García Esperón
en
8/12/2015 07:47:00 p. m.
A MGE en su cumple
del Mago Emrys Alexander
De Luna y Sol,
tiempo y misterio
ola que viene y se va,
desvistiendo los recuerdos.
Alejandría se hunde,
entre los vahos del sueño,
pero aquí sus magos reviven
conquistando el universo.
Hechizo del Ying y el Yang,
de galeras por el Nilo,
en busca del sueño antiguo
de los atlantes sumergidos.
Somos, fuimos y seremos,
de los dioses el hechizo,
su capricho, su quimera,
el tablero de su risa y de
su llanto derramado
entre mil gotas y suspiros,
infinito y más allá,
pergaminos y papiros.
Y en la era que se inicia
no seremos sino hechizo,
barca tú, quizá yo el remo,
ola yo, quizás tú el viento.
Ambos iremos navegando
en la ola dorada de Alejandro
tejiendo uno y mil hechizos,
de Ariadne los hilos y del destino
(C) Enrique Pérez Díaz
4 de agosto de 2015
La ronda de los suspiros en Sábado del Libro, CUBA LITERARIA
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María García Esperón
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8/04/2015 08:03:00 p. m.
Fuente: Cuba Literaria
Galardonado con el Premio La Edad de Oro 2014 en el género Literatura Preescolar, el libro-álbum La ronda de los suspiros, del escritor José Manuel Espino y con ilustraciones de Abdel de la Campa Escaig, fue la propuesta que la Editorial Gente Nueva presentó en el más reciente Sábado del Libro.
José Manuel Espino (Colón, Matanzas, 1966) es, al decir de Enrique Pérez Díaz en sus palabras de presentación del volumen, una voz indiscutible de la poesía cubana contemporánea dirigida a las primeras edades, al tiempo que incursiona en la narrativa y el teatro. Numerosos galardones avalan su extensa obra publicada, entre la que destacan los títulos: El cartero llama tres veces (Premio Ismaelillo de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba); Laberinto; El libro de Nunca-Jamás, y Alí Babá y las 40 ilusiones, que se alzaron igualmente con el Premio La Edad de Oro. Otros lauros en su haber son los premios La Rosa Blanca, por Barco de Sueños y Magia blanca.
En La ronda de los suspiros, según comentó Pérez Díaz, Espino cuenta en versos la historia de un niño pequeño que escapa de su casa detrás del amor; y a la manera del cuento típico tradicional, pero sin utilizar su lenguaje popular, sino más bien lo secuencial, va recorriendo diferentes predios en busca de un amor del que no tiene certeza de cómo es, pero que siente necesario para su devenir. Se puede apreciar en este sencillo poemario, apuntó, una musicalidad inmanente en cada estrofa y una cubanía no forzada, sino implícita, que se respira como mismo fluye ese paisaje que a sus ojos toma una mágica dimensión y hace crecer al niño en el descubrimiento de la belleza del mundo.
Por su parte, Espino confesó que publicar en Cuba un libro-álbum —entre los destinados para la infancia es uno de los más demandados mundialmente— siempre es un reto, pues nos falta experiencia en su realización y conciencia de cuál es la diferencia entre un libro ilustrado y este, que tiene un concepto propio, donde lo visual goza de tanta importancia como el texto. Resaltó asimismo la labor de Abdel de la Campa como autor de las catorce ilustraciones desplegadas a doble página, quien logró imprimirle a su labor códigos contemporáneos de asumir lo bello, y de integrar perfectamente las artes plásticas y la literatura.
En estos tiempos, cuando la imagen ha tomado un lugar tan preponderante, para los niños cubanos La ronda de los suspiros significa acceder a un libro hermoso, sin dudas, y didáctico, de uno de los más reconocidos escritores de la literatura infanto-juvenil en nuestro país.
9 de julio de 2015
Enrique Pérez Díaz presenta Bushido en Cuba
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María García Esperón
en
7/09/2015 07:53:00 p. m.
1 de abril de 2015
Día Internacional de la Literatura Infantil y Juvenil: Sin era y jamás
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María García Esperón
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4/01/2015 11:03:00 p. m.
Soy una página abierta y un corazón extendido.
Soy una alfombra de sueños y el camino que andarás.
Cada historia que me invento te sueña en una aventura.
Cada amor que me dibujo es tu sombra y mi cobija.
Es un sol, un horizonte, un misterio, un ojalá.
Es el siempre de los tiempos, el entonces de los cuentos.
El castillo de tus sueños, el Salón de la Verdad.
Sin era y jamás esta historia que me cuenta y tú descubres.
Soy tu libro. Soy y Era. Infinito y más allá.
Enrique Pérez Díaz y María García Esperón
2 de abril de 2015
Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil
5 de octubre de 2014
Literatura para niños y jóvenes... la oveja negra. (Cuba Contemporánea)
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María García Esperón
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10/05/2014 08:46:00 p. m.
Fuente: Cuba Contemporánea
Por Lorena Sánchez
16 Sep 2014 - 10:05am
Cuando en 1997 el fenómeno editorial conocido como la Pottermanía –en referencia a los sucesos que circundaron la publicación de la saga del joven mago británico, sustentados además por una fuerte industria cultural– apenas comenzaba a notarse en el corpus de la literatura para niños y jóvenes a nivel mundial, muchos de los cubanos comprendidos en esas edades iniciaban, con lo que en su momento sería la heptalogía de J.K. Rowling, su camino por la lectura.
Mientras, para el año 2003 aparecía en el campo literario insular El diablo ilustrado, una suerte de bestseller cubano que –salvando las distancias– provocaba en los jóvenes lectores de nuestro contexto un fenómeno similar al de Harry Potter, en la medida en que los volúmenes se agotaban en las librerías del país y las endemoniadas colas en La Cabaña no tenían para cuando acabar.
Estas circunstancias, sin embargo, difícilmente se han repetido, salvo en la presentación durante la Feria del Libro de La Habana en el año 2011 de El hombre que amaba a los perros, del escritor y periodista cubano Leonardo Padura.
Si bien la literatura para niños y jóvenes en Cuba desde los años 70 hasta la fecha ha evolucionado en tanto es más comprometida con las problemáticas de la infancia, más cercana a la realidad sin desdeñar del todo lo mágico o fantástico, lo cierto es que las condiciones del sistema editorial cubano no propician fenómenos como los anteriores, los cuales de alguna manera enriquecen el campo cultural, pues el lector actual está espoleado por otras motivaciones e inquietudes que no son las de un tiempo atrás.
Para finales de los 90, este tipo de producción en el mundo estuvo marcada por lo que comercialmente se denominó el “boom de los temas difíciles”, los cuales fueron motivados por la concepción de los niños y las niñas que promueve la Convención: seres humanos con derechos al interés superior y a la participación. Tendencia de la cual Cuba no estuvo ajena.
Unido a ello –explica Denise Ocampo, investigadora del Instituto de Literatura y Lingüística–, la tendencia a escribir sobre las penurias del período especial, problemas de los cuales los más pequeños no estuvieron exentos, influyó en que las comunidades de escritores en la Isla asimilaran dentro de sus lógicas autorales temáticas relacionadas con algunas zonas dolorosas de la realidad.
Denise Ocampo, quien realiza una investigación sobre cómo se manifiesta la carencia material y la desigualdad social en la narrativa para niños publicada en Cuba por autores que radican dentro y fuera del país, indica que si bien en el período de 1958 a 1998 existen “un montón de obras en el estante vacío” –pues las preocupaciones en torno a estas temáticas no habían sido plasmadas o no se han podido encontrar obras que lo certifiquen–, a partir de ese último año la pobreza y la desigualdad social comenzaron a impregnar de algún modo la producción literaria dirigida a ese segmento.
De esta manera afloran obras como Cartas al cielo (1998), de Teresa Cárdenas; Lo que sabe Alejandro (2003), de Andrés Pi Abreu, y El mar no tiene color (2012), de Enrique Pérez Díaz, por solo citar algunos ejemplos.
En la literatura cubana actual para niños y jóvenes coexisten las historias tradicionales con las contextualizadas, con las intertextuales hacia figuras del canon literario o cinematográfico mundial. Según Enrique Pérez Díaz, escritor y director de Gente Nueva, “los autores se han ido abanderando en los temas difíciles otrora proscriptos, como pueden ser la muerte, la orfandad, las familias disfuncionales, el racismo, la emigración, la intolerancia hacia lo distinto que es temido, la guerra –no mundial ni planetaria o galáctica– sino del día a día.
“De una literatura aniñada, conservadora, antropomorfista y animista, se evolucionó más hacia el sujeto niño, pero no siempre se logra la adecuada comunicación, porque a veces esta literatura se resiente de ser poco literaria y muy temática, circunstancial”, sostiene.
¿El mundo al revés?
La literatura para niños y jóvenes como institución tiene un problema serio de estatus, en el sentido de que es menos reconocida que la que se concibe para adultos, aun cuando con el paso de los años se ha producido una apertura hacia lo lúdico y estético, y la producción de libros para esos segmentos es una prioridad dentro de la política cultural del país.
Las editoriales tienen en plan publicar cien libros, comenta Denise Ocampo, pero se mira con cierta suspicacia o menosprecio a este tipo de literatura. “Ello se vislumbra cuando leemos entrevistas a los autores. Podemos apostar a que siempre está la pregunta de por qué escribe para niños y cuándo lo hará para los adultos”, subraya.
En Cuba abunda la narrativa y poesía para niños, mientras que en menor medida se desarrolla el teatro y las historietas. Pero esta producción para los adolescentes es mínima.
De acuerdo con El consumo cultural y sus prácticas en Cuba (2010), investigación de un colectivo de autores del Centro Juan Marinello, solo el 78,4% de los jóvenes acostumbra a leer habitualmente y entre los géneros predominantes se destacan las novelas de aventuras (56,7%). No obstante, según los expertos, en Cuba apenas se escriben o publican novelas, sino más bien noveletas. Así, quienes encontraron un disfrute en las “obras de gran aliento” de la literatura universal no tienen una contraparte en la producción nacional, circunstancia que incide –entre otros factores–en el desconocimiento de los lectores de nuestra producción contemporánea.
El desconocimiento viene aparejado, además, a la dispersión en los centros de emisores de este tipo de literatura en la Isla –en cada provincia existen editoriales territoriales, cuyas producciones apenas circulan por el país. Para Rubén Rodríguez, escritor y periodista holguinero, la promoción también es un factor indispensable, pues no se entiende como un sistema de acciones encadenadas para lograr un propósito.
Actualmente, explica, se reeditan clásicos de la literatura universal y cubana, así como autores contemporáneos. La política editorial de casas como Gente Nueva es bastante amplia e inclusiva, al menos con los creadores cubanos y una zona no comercial de la literatura para niños y jóvenes que se cultiva en el mundo. También con clásicos menos conocidos o autores contemporáneos que escaparon históricamente de las políticas editoriales acerca de qué debía o no leer el público cubano. Sin embargo, “en cualquiera de los casos es insuficiente la publicación de libros si tenemos en cuenta la amplitud de los apartados”, señala.
En las circunstancias actuales, no obstante, se trabaja por satisfacer a los autores que presentan obras decorosas (publicables) a las editoriales, pero muchas de las casas editoras ni siquiera conocen bien a los creadores que editan, no los siguen en todas sus ediciones con otras casas o en el extranjero, ni se dedican a valorar su obra inédita de manera sistemática e integral.
Al respecto, Enrique Pérez Díaz asegura que al no existir un centro de investigación y/o documentación de la literatura para niños y jóvenes, y estar algo desactualizadas las bibliotecas –no solo en libros sino en capital humano conocedor– pues los editores simplemente escogen aquello que les parece más publicable o menos problemático o, simplemente, lo que encuentran adecuado según el gusto de sus consejos asesores.
“Todavía no se estudia de manera crítica e integral la producción anual de las editoriales que dan a la luz libros para niños y jóvenes”, comenta. “Descontando que aún hay mucha obra inédita (y de calidad) por publicar. Otro tema importante sería si los comerciales de cada editorial llevan el libro a su mejor destino. Por ejemplo, leyendo un informe de ventas de nuestra librería detecté que Los elementos químicos resalta entre los libros menos vendidos del mes de agosto, pero ¿se presentó en algún preuniversitario? En cambio, entre los más vendidos del verano sobresalió –gracias a una inmensa promoción– Todos mis cuentos, de Ivette Vian, que hace dos años tuvo una venta más lenta”.
Para contrarrestar esta situación, la editorial Gente Nueva aboga porque los editores se hagan responsables de colecciones, que tengan un sentido de continuidad de las obras y autores que publican. Así, existen Pétalo, de poesía para jóvenes, y Trébol, para niños; Canta conmigo, de álbumes para colorear con canciones de la tradición; Ámbar, de ciencia-ficción y fantasía; Veintiuno, de narrativa contemporánea cubana y extranjera, entre otras.
En disímiles latitudes, las editoriales –urgidas por vender para subsistir– trabajan más en función de satisfacer las demandas, razón por la cual muchos volúmenes cuentan con un buen argumento, puntos de vista cinematográficos, elementos cotidianos, tensión, misterio, retos para el crecimiento del lector, quien en el contexto cubano tiene un gran desfasaje con los que se publica en el exterior.
Aun cuando en la colección Veintiuno, novedosa en su forma y contenido, se alternan desde un autor de provincia hasta un premio Hans Christian Andersen (el llamado Nobel de la literatura para niños y jóvenes), desde un autor que hace humor en sus textos como la italiana Bianca Pitzorno, hasta un joven como Maikel García Calviño que, con su novela El enigma de la rosa de marfil, entrega una apasionante historia de misterio donde se hace un recorrido artístico por el patrimonio cubano.
“El desfasaje intelectual –insiste Pérez Díaz– influye también en los autores, pues en ocasiones, por desinformación y pocas lecturas, creen haber innovado o descubierto lo último en su libro. Cuando verdaderamente hacía ya mucho tiempo que alguien había tocado esa historia o esa manera de escribir. De modo que en Gente Nueva, desde el 2007 tratamos de publicar también para los autores. Además, una de las estrategias que se potencian en la actualidad es la creación de un grupo de librerías especializadas como El Cochero Azul, que orienten al lector y le ofrezcan el abanico de opciones que hoy se editan”.
Rubén Rodríguez, por su parte, advierte que existen otros títulos o temáticas que no tienen cabida en nuestro contexto por lo referente a los derechos de autor. “Ni hablar de los bestsellers vedados al modesto presupuesto con que cuentan nuestras editoriales para negociar publicaciones. Una parte de los autores contemporáneos que se publican actualmente se debe a la “filantrópica” o “solidaria” cesión de derechos, aunque la democratización tecnológica y bibliotecas virtuales permiten tener acceso a estos materiales que de otro modo no podríamos consumir. En cualquier caso, no se publica todo lo que el lector busca”, concluye.
La lectura, el e-book y los desafíos ante “el nativo digital”
Existe en el campo literario cubano un problema que atraviesa la producción. Si bien el escritor crea el corpus en torno al cual tienen lugar el resto de los procesos –edición, impresión, promoción, comercialización y consumo–, en esta cadena hay un sentido que se pierde. La lectura, unido a todo cuanto sucede con la recepción del lector, es un ciclo vulnerable donde abunda el desconocimiento, incluso, en actores que pueden desarrollar los hábitos del consumo de la literatura.
Los libros para niños y jóvenes son posiblemente los más comercializados en el país y lo seguirán siendo. Mientras, paradójicamente –en palabras de Denise Ocampo–, seguirán sin ser leídos, porque muchos actores sociales no se reconocen como promotores de lectura, tal es el caso del bibliotecario, el librero y los padres.
“Estos últimos salen de la Feria con jabas de libros, muchos de los cuales nunca cumplen el objetivo para el que fueron creados. Los padres deben incentivar la lectura en casa, pero no esperar que los niños arranquen solos a leer y más hoy ante las distintas mediaciones tecnológicas que pueden impregnar la vida de los lectores más jóvenes”, comenta.
Ante tales desafíos las editoriales cubanas buscan alternativas y por primera vez piensan en crear formatos y colecciones que se acerquen más a lo que busca el público, lo cual –según Enrique Pérez Díaz– no siempre es posible de satisfacer debido a la materia prima disponible y los insumos cada vez más costosos.
De esta manera, desde hace dos años el e-book supone una puerta por donde se fugan muchas de las soluciones, las cuales no solo se circunscriben al libro electrónico, sino además al audio-libro, la multimedia y otros soportes.
En el caso de Gente Nueva, asegura su director, desde hace tres años tiene parte de su fondo histórico adaptado al formato de los e-book y lo comercializa en la plataforma de Ruth Tienda a través de Ediciones Cubanas. “En medio de nuestras dificultades para producir, el libro digital es una opción de preferencia pues abarata los costos y ofrece unas infinitas posibilidades de comercialización, desde luego, acompañado de una fuerte promoción”, concluye.
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Foto: Enrique Pérez Díaz en Bolonia. Marzo 2014 |
Por Lorena Sánchez
16 Sep 2014 - 10:05am
Cuando en 1997 el fenómeno editorial conocido como la Pottermanía –en referencia a los sucesos que circundaron la publicación de la saga del joven mago británico, sustentados además por una fuerte industria cultural– apenas comenzaba a notarse en el corpus de la literatura para niños y jóvenes a nivel mundial, muchos de los cubanos comprendidos en esas edades iniciaban, con lo que en su momento sería la heptalogía de J.K. Rowling, su camino por la lectura.
Mientras, para el año 2003 aparecía en el campo literario insular El diablo ilustrado, una suerte de bestseller cubano que –salvando las distancias– provocaba en los jóvenes lectores de nuestro contexto un fenómeno similar al de Harry Potter, en la medida en que los volúmenes se agotaban en las librerías del país y las endemoniadas colas en La Cabaña no tenían para cuando acabar.
Estas circunstancias, sin embargo, difícilmente se han repetido, salvo en la presentación durante la Feria del Libro de La Habana en el año 2011 de El hombre que amaba a los perros, del escritor y periodista cubano Leonardo Padura.
Si bien la literatura para niños y jóvenes en Cuba desde los años 70 hasta la fecha ha evolucionado en tanto es más comprometida con las problemáticas de la infancia, más cercana a la realidad sin desdeñar del todo lo mágico o fantástico, lo cierto es que las condiciones del sistema editorial cubano no propician fenómenos como los anteriores, los cuales de alguna manera enriquecen el campo cultural, pues el lector actual está espoleado por otras motivaciones e inquietudes que no son las de un tiempo atrás.
Para finales de los 90, este tipo de producción en el mundo estuvo marcada por lo que comercialmente se denominó el “boom de los temas difíciles”, los cuales fueron motivados por la concepción de los niños y las niñas que promueve la Convención: seres humanos con derechos al interés superior y a la participación. Tendencia de la cual Cuba no estuvo ajena.
Unido a ello –explica Denise Ocampo, investigadora del Instituto de Literatura y Lingüística–, la tendencia a escribir sobre las penurias del período especial, problemas de los cuales los más pequeños no estuvieron exentos, influyó en que las comunidades de escritores en la Isla asimilaran dentro de sus lógicas autorales temáticas relacionadas con algunas zonas dolorosas de la realidad.
Denise Ocampo, quien realiza una investigación sobre cómo se manifiesta la carencia material y la desigualdad social en la narrativa para niños publicada en Cuba por autores que radican dentro y fuera del país, indica que si bien en el período de 1958 a 1998 existen “un montón de obras en el estante vacío” –pues las preocupaciones en torno a estas temáticas no habían sido plasmadas o no se han podido encontrar obras que lo certifiquen–, a partir de ese último año la pobreza y la desigualdad social comenzaron a impregnar de algún modo la producción literaria dirigida a ese segmento.
De esta manera afloran obras como Cartas al cielo (1998), de Teresa Cárdenas; Lo que sabe Alejandro (2003), de Andrés Pi Abreu, y El mar no tiene color (2012), de Enrique Pérez Díaz, por solo citar algunos ejemplos.
En la literatura cubana actual para niños y jóvenes coexisten las historias tradicionales con las contextualizadas, con las intertextuales hacia figuras del canon literario o cinematográfico mundial. Según Enrique Pérez Díaz, escritor y director de Gente Nueva, “los autores se han ido abanderando en los temas difíciles otrora proscriptos, como pueden ser la muerte, la orfandad, las familias disfuncionales, el racismo, la emigración, la intolerancia hacia lo distinto que es temido, la guerra –no mundial ni planetaria o galáctica– sino del día a día.
“De una literatura aniñada, conservadora, antropomorfista y animista, se evolucionó más hacia el sujeto niño, pero no siempre se logra la adecuada comunicación, porque a veces esta literatura se resiente de ser poco literaria y muy temática, circunstancial”, sostiene.
¿El mundo al revés?
La literatura para niños y jóvenes como institución tiene un problema serio de estatus, en el sentido de que es menos reconocida que la que se concibe para adultos, aun cuando con el paso de los años se ha producido una apertura hacia lo lúdico y estético, y la producción de libros para esos segmentos es una prioridad dentro de la política cultural del país.
Las editoriales tienen en plan publicar cien libros, comenta Denise Ocampo, pero se mira con cierta suspicacia o menosprecio a este tipo de literatura. “Ello se vislumbra cuando leemos entrevistas a los autores. Podemos apostar a que siempre está la pregunta de por qué escribe para niños y cuándo lo hará para los adultos”, subraya.
En Cuba abunda la narrativa y poesía para niños, mientras que en menor medida se desarrolla el teatro y las historietas. Pero esta producción para los adolescentes es mínima.
De acuerdo con El consumo cultural y sus prácticas en Cuba (2010), investigación de un colectivo de autores del Centro Juan Marinello, solo el 78,4% de los jóvenes acostumbra a leer habitualmente y entre los géneros predominantes se destacan las novelas de aventuras (56,7%). No obstante, según los expertos, en Cuba apenas se escriben o publican novelas, sino más bien noveletas. Así, quienes encontraron un disfrute en las “obras de gran aliento” de la literatura universal no tienen una contraparte en la producción nacional, circunstancia que incide –entre otros factores–en el desconocimiento de los lectores de nuestra producción contemporánea.
El desconocimiento viene aparejado, además, a la dispersión en los centros de emisores de este tipo de literatura en la Isla –en cada provincia existen editoriales territoriales, cuyas producciones apenas circulan por el país. Para Rubén Rodríguez, escritor y periodista holguinero, la promoción también es un factor indispensable, pues no se entiende como un sistema de acciones encadenadas para lograr un propósito.
Actualmente, explica, se reeditan clásicos de la literatura universal y cubana, así como autores contemporáneos. La política editorial de casas como Gente Nueva es bastante amplia e inclusiva, al menos con los creadores cubanos y una zona no comercial de la literatura para niños y jóvenes que se cultiva en el mundo. También con clásicos menos conocidos o autores contemporáneos que escaparon históricamente de las políticas editoriales acerca de qué debía o no leer el público cubano. Sin embargo, “en cualquiera de los casos es insuficiente la publicación de libros si tenemos en cuenta la amplitud de los apartados”, señala.
En las circunstancias actuales, no obstante, se trabaja por satisfacer a los autores que presentan obras decorosas (publicables) a las editoriales, pero muchas de las casas editoras ni siquiera conocen bien a los creadores que editan, no los siguen en todas sus ediciones con otras casas o en el extranjero, ni se dedican a valorar su obra inédita de manera sistemática e integral.
Al respecto, Enrique Pérez Díaz asegura que al no existir un centro de investigación y/o documentación de la literatura para niños y jóvenes, y estar algo desactualizadas las bibliotecas –no solo en libros sino en capital humano conocedor– pues los editores simplemente escogen aquello que les parece más publicable o menos problemático o, simplemente, lo que encuentran adecuado según el gusto de sus consejos asesores.
“Todavía no se estudia de manera crítica e integral la producción anual de las editoriales que dan a la luz libros para niños y jóvenes”, comenta. “Descontando que aún hay mucha obra inédita (y de calidad) por publicar. Otro tema importante sería si los comerciales de cada editorial llevan el libro a su mejor destino. Por ejemplo, leyendo un informe de ventas de nuestra librería detecté que Los elementos químicos resalta entre los libros menos vendidos del mes de agosto, pero ¿se presentó en algún preuniversitario? En cambio, entre los más vendidos del verano sobresalió –gracias a una inmensa promoción– Todos mis cuentos, de Ivette Vian, que hace dos años tuvo una venta más lenta”.
Para contrarrestar esta situación, la editorial Gente Nueva aboga porque los editores se hagan responsables de colecciones, que tengan un sentido de continuidad de las obras y autores que publican. Así, existen Pétalo, de poesía para jóvenes, y Trébol, para niños; Canta conmigo, de álbumes para colorear con canciones de la tradición; Ámbar, de ciencia-ficción y fantasía; Veintiuno, de narrativa contemporánea cubana y extranjera, entre otras.
En disímiles latitudes, las editoriales –urgidas por vender para subsistir– trabajan más en función de satisfacer las demandas, razón por la cual muchos volúmenes cuentan con un buen argumento, puntos de vista cinematográficos, elementos cotidianos, tensión, misterio, retos para el crecimiento del lector, quien en el contexto cubano tiene un gran desfasaje con los que se publica en el exterior.
Aun cuando en la colección Veintiuno, novedosa en su forma y contenido, se alternan desde un autor de provincia hasta un premio Hans Christian Andersen (el llamado Nobel de la literatura para niños y jóvenes), desde un autor que hace humor en sus textos como la italiana Bianca Pitzorno, hasta un joven como Maikel García Calviño que, con su novela El enigma de la rosa de marfil, entrega una apasionante historia de misterio donde se hace un recorrido artístico por el patrimonio cubano.
“El desfasaje intelectual –insiste Pérez Díaz– influye también en los autores, pues en ocasiones, por desinformación y pocas lecturas, creen haber innovado o descubierto lo último en su libro. Cuando verdaderamente hacía ya mucho tiempo que alguien había tocado esa historia o esa manera de escribir. De modo que en Gente Nueva, desde el 2007 tratamos de publicar también para los autores. Además, una de las estrategias que se potencian en la actualidad es la creación de un grupo de librerías especializadas como El Cochero Azul, que orienten al lector y le ofrezcan el abanico de opciones que hoy se editan”.
Rubén Rodríguez, por su parte, advierte que existen otros títulos o temáticas que no tienen cabida en nuestro contexto por lo referente a los derechos de autor. “Ni hablar de los bestsellers vedados al modesto presupuesto con que cuentan nuestras editoriales para negociar publicaciones. Una parte de los autores contemporáneos que se publican actualmente se debe a la “filantrópica” o “solidaria” cesión de derechos, aunque la democratización tecnológica y bibliotecas virtuales permiten tener acceso a estos materiales que de otro modo no podríamos consumir. En cualquier caso, no se publica todo lo que el lector busca”, concluye.
La lectura, el e-book y los desafíos ante “el nativo digital”
Existe en el campo literario cubano un problema que atraviesa la producción. Si bien el escritor crea el corpus en torno al cual tienen lugar el resto de los procesos –edición, impresión, promoción, comercialización y consumo–, en esta cadena hay un sentido que se pierde. La lectura, unido a todo cuanto sucede con la recepción del lector, es un ciclo vulnerable donde abunda el desconocimiento, incluso, en actores que pueden desarrollar los hábitos del consumo de la literatura.
Los libros para niños y jóvenes son posiblemente los más comercializados en el país y lo seguirán siendo. Mientras, paradójicamente –en palabras de Denise Ocampo–, seguirán sin ser leídos, porque muchos actores sociales no se reconocen como promotores de lectura, tal es el caso del bibliotecario, el librero y los padres.
“Estos últimos salen de la Feria con jabas de libros, muchos de los cuales nunca cumplen el objetivo para el que fueron creados. Los padres deben incentivar la lectura en casa, pero no esperar que los niños arranquen solos a leer y más hoy ante las distintas mediaciones tecnológicas que pueden impregnar la vida de los lectores más jóvenes”, comenta.
Ante tales desafíos las editoriales cubanas buscan alternativas y por primera vez piensan en crear formatos y colecciones que se acerquen más a lo que busca el público, lo cual –según Enrique Pérez Díaz– no siempre es posible de satisfacer debido a la materia prima disponible y los insumos cada vez más costosos.
De esta manera, desde hace dos años el e-book supone una puerta por donde se fugan muchas de las soluciones, las cuales no solo se circunscriben al libro electrónico, sino además al audio-libro, la multimedia y otros soportes.
En el caso de Gente Nueva, asegura su director, desde hace tres años tiene parte de su fondo histórico adaptado al formato de los e-book y lo comercializa en la plataforma de Ruth Tienda a través de Ediciones Cubanas. “En medio de nuestras dificultades para producir, el libro digital es una opción de preferencia pues abarata los costos y ofrece unas infinitas posibilidades de comercialización, desde luego, acompañado de una fuerte promoción”, concluye.
25 de septiembre de 2014
Con alma de fiesta: Ganadores del Concurso de Niños Escritores de Guanajuato (2º Lugar)
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María García Esperón
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9/25/2014 11:43:00 p. m.
Todos nos pusimos el alma de fiesta en esa mañana de septiembre en la acogedora y muy viva Biblioteca Pública de San Miguel de Allende. Nuestra ciudad, corazón de México, fue elegida por el Instituto Estatal de la Cultura como el mejor premio para los ganadores del Segundo Lugar del Concurso de Niños Escritores de Guanajuato, así como la Biblioteca Vasconcelos y el Castillo de Chapultepec en la Ciudad de México fueron asignados a los ganadores del Primer Lugar.
Silvana y Flor se encargaron de recibir a los medios de comunicación, que ansiaban dar a conocer esta fiesta, y las autoridades de la Biblioteca nos hicieron sentir a todos como en casa. Los niños ganadores, los protagonistas indiscutidos de la jornada, fueron invitados a pasar a la Sala Quetzal, el emblemático espacio que San Miguel dedica a los libros.
Conversamos con un entusiasmo increíble sobre esa magia que es la literatura, los papás que acompañaban a sus hijos vibraban de orgullo e interés. La Sala Quetzal se vio colmada y nos invitaron a pasar al Teatro Santa Ana, ese mágico lugar de tantas resonancias para los sanmiguelenses. Ahí, José Luis, nuestro teatrista de toda la vida nos tenía preparado el escenario con esa magia que bien se sabe. Pude presentarles el retrato de palabras de Copo de Algodón, además de entregarles regalos enormes provenientes del corazón de dos escritores comprometidos con los niños: Enrique Pérez Díaz, de Cuba, y Aurelio González Ovies, de España.
El mensaje de Enrique nos llegó perfumado con la brisa del mar Caribe y causó honda emoción en los presentes, arrancando un aplauso espontáneo y cálido:
Queridos niños de Guanajuato:
Desde este lado del espejo del mundo les mando un abrazo muy grande, tanto como las pirámides que hay en la tierra azteca y tan profundo como los mares que rodean la isla con forma de caimán donde yo vivo. Soy un escritor cubano que piensa en ustedes y a diario, en el modo en que las letras, las sílabas, las palabras, las oraciones y los párrafos e historias que de ellos nacen tracen un mundo mejor para ustedes. Ya sabemos todos -ustedes y yo- que este mundo no es perfecto, pero ¿qué hacemos entre todos para que mejore? Pues libros. Que estas palabras mías les lleguen en la voz de una grande y querida amiga que dignifica tan bien este oficio: María García Esperón. Los abrazo, desde este lado del Mar Caribe, Enrique (Pérez Díaz).
Por si eso fuera poco, Aurelio envió un verso para cada niño, para que entre todos compusieran sus Poemas Humanos. Y aunque los versos fueron repartidos en desorden, los niños escritores pudieron levantar desde sus voces el poema.

¡Y siguieron los regalos! Ana Laura Delgado, la directora de Ediciones El Naranjo, que trabaja incansable para poner en manos de los niños las mejores obras literarias, envió un hermoso separador -marcapáginas- para cada uno de los ganadores. La sensacional cuentacuentos Rosalinda, de Celaya, nos deleitó con su peculiar versión del cuento de los tres cerditos. Flor presentó a cada uno de los niños y les dio oportunidad de que relataran los argumentos de sus textos ganadores. La mayor ovación se la llevó Héctor, quien demostró que la discapacidad visual puede convertirse en una capacidad más grande, con su elocuencia, su bella y segura voz y su buen humor. Ya casi para finalizar, Silvana organizó una rifa de los libros que regalamos Enrique Pérez Díaz y yo. El Teatro Santa Ana se quedó vibrando de emociones compartidas, pues toda la concurrencia se marchó con Jesús, de la biblioteca hermana, El Nigromante, a caminar por las calles encantadas de un San Miguel de Allende que nos regaló un día muy azul con el alma de fiesta.
Valeria Sinai, Dulce, Daniel Alfonso, Ximena Guadalupe, Brenda, Gretel, Emilio, Ximena, Rosaura, Wendi, Luis Ángel, Estefany, Evelyn, Isaac, Daniela, Susana, Kimberly, Carlos, Mariana, Erandi, Marifer, Ana Karen, Ana Yadira, Jesús, Omar, Laura, Héctor, Dulce Nayeli, Diana, María del Carmen, Daisy, Valeria, Gaby, Luis Ángel... ¡MUCHAS FELICIDADES!
¡Gracias al Instituto Estatal de la Cultura, a la Coordinación de la Red Estatal de Bibliotecas Públicas, a la Biblioteca de San Miguel de Allende y a todos los niños que pusieron en papel su corazón y sus sueños!
16 de junio de 2014
Un poema en sepia de Enrique Pérez Díaz
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María García Esperón
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6/16/2014 05:47:00 p. m.
Sepia es el color del tiempo pasado que siempre tiende a ser mejor.
Sepia es el recuerdo y también el trasluz de la esperanza.
MGE
Sepia es mi amor, es mi recuerdo.
De un desvaído sepia visten hoy mis sentimientos.
Hay olvido, silencio y duda en sepia.
Hay un grande silencio
que me acecha
en cada contorno de mi alma,
desesperada y muda,
porque bien sabe,
desde el sepia más profundo,
que nunca,
jamás,
escuchará esa palabra tuya
tan ansiada como sepia.
En el mar de un sepia
navegan mis sentidos,
extintos de bogar entre olas grises.
En la prisa de un suspiro
que se esconde y me cabalga,
guardo un sepia recuerdo de aquello que no ha sido,
quimeras vanas como un sueño sepia,
mientras tú, ausente y tan cercanamente lejos,
te cubres de silencios cuando yo,
desde el trasluz de la esperanza,
anhelo vestirme del olvido…
![]() |
Sepia es mi amor en la voz de MGE |
Presentación de libros en la Casa de las Américas, La Habana
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María García Esperón
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6/16/2014 03:51:00 p. m.
28 de marzo de 2014
Enrique Pérez Días en el puente del amor en Venecia
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María García Esperón
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3/28/2014 04:19:00 p. m.
En el puente del amor, donde los amantes escriben sus nombres y ponen un
candado y arrojan su llave al canal... para que el amor sea eterno...
22 de marzo de 2014
Cuentos de hadas: Cuatro países en un libro
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María García Esperón
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3/22/2014 08:57:00 p. m.
Cuentos de hadas
¿Se jubilan las hadas? Enrique Pérez Díaz (Cuba)
El hada Ayer. María García Esperón (México)
La lamia enamorada. Seve Calleja (España)
La bella durmiente. Liset Lantigua (Ecuador-Cuba)
Ilustraciones: Sozapato
Colección ¡elé!
Dirección: Alejandro Bustos
Edición: Liset Lantigua y Enrique Pérez
Dirección de arte: Roberto Valencia
Editado por :
Zonacuario, Comunicación con Responsabilidad Social Cía Ltda.
Quito, Ecuador
Primera edición
Septiembre 2013
Las hay de viento, de mar, de selva y de montaña. Saltan en los tejados como las aves con los primeros soles. Es una danza su ir y venir por el mundo. Si lloramos, se acercan con sus vestidos y sus perfumes de bosque, y sin que lo sepamos se ocupan de nuestras lágrimas, las guardan en una estrella vacía para llevarlas al fondo del mar. En la más intensa soledad, ellas ponen sus manos para recordarnos caricias que solo pueden ser inolvidables. En los momentos de espera, de confusión o de miedo, dejan caer un polen que nos devuelve la luz.
Por eso siguen con nosotros a pesar de los tiempos. No importa que no las veamos, que siempre parezcan huir. Ellas existen así, donde las presentimos. Es decir: en el mundo.
Las hadas de estos cuentos nos dan la bienvenida. Para verlas, bastará abrir las alas de la imaginación y sobrevolar los parajes de este libro que las hará visibles.
(Texto de la contraportada)
17 de diciembre de 2013
La infancia es la patria definitiva de la humanidad: Jorge Luis Peña Reyes
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María García Esperón
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12/17/2013 09:02:00 p. m.
LOS QUE ESCRIBEN PARA NIÑOS SE CONFIESAN
Enrique Pérez Díaz
Mientras no viaja por sus menesteres culturales o el reclamo de sus editores, el joven poeta Jorge Luis Peña Reyes (1), vive buena parte del año con su esposa e hijos, su familia, en Puerto Padre, un poblado marino que se encuentra en Las Tunas y al que siempre su entrevistador de hoy anhela regresar, aunque lo lleve muy atrapado en el corazón. Activo promotor, incansable en su tarea, Jorge Luis es uno de los seres más éticos y llenos de valores humanos que conozco, un auténtico defensor de la infancia, sin pose alguna, la de un humilde soñador que desgrana versos o poéticas prosas para que los niños se encuentren en el instante mágico de una estrofa. El humor, la cubanía, pero también una gran imaginación presiden su obra que ya traspasa las fronteras de la isla y ha sido galardonada, reconocida y, sobre todo, disfrutada por sus principales destinatarios: esos niños que en su decir no significan más que la patria definitiva de la humanidad, lo cual no es más que la relectura martiana de que la infancia es la esperanza del mundo.
4 de noviembre de 2013
El terrible sobrino visita a la tía misteriosa, de Enrique Pérez Díaz
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María García Esperón
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11/04/2013 08:42:00 p. m.
El terrible sobrino visita a la tía misteriosa
Enrique Pérez Díaz
Ilustraciones: William Ramírez Consuegra
Editorial Verbum. Madrid. 2013
Aventuras, suspense, evolución espiritual, ideas y poesía. Humor. Amor. Universalidad. Cubanía. Un niño de todos los tiempos, Felipe, es prácticamente abandonado por sus padres -que aducen razones laborales y de mejora en "el extranjero"-y dejado entre sus bultos de equipaje en la misteriosa Villa susurros, habitada por María Angélica, su tía bisabuela y una corte de gatos negros.
Maestro de todos los géneros, Enrique Pérez Díaz homenajea en estas páginas a los grandes escritores que han hecho de los personajes infantiles la metáfora del paso del hombre en el mundo. Ecos de Twain, de Dickens y de Andersen se evocan en El terrible sobrino visita a la tía misteriosa, novela de inteligencia y sensibilidad, donde el autor retoma su propia vida de niño que habita la ausencia con palabras y sus propias constantes, inherentes a su país y a nuestros países: la partida de la gente "al extranjero" en busca de "mejores" condiciones y el abandono de lo esencial: el niño, el anciano, la promesa y la raíz. Estos arrancamientos, paradójicamente, hacen que el abandonado cumpla su destino de cuento: crezca y se forje, aprenda a nadar -como Felipe- y descifre el sentido de la naturaleza y de los objetos aparentemente viejos y despreciables que lo rodean.
Aparentemente, porque tía y sobrino se funden en el mismo misterio en esa Villa susurros llena de pasado y de incienso, de gatos y de alfabetos. Componen una misma mirada que sabe ver lo que los demás no pueden. Tía y sobrino remontan el mito de la caverna platónica y por su asociación mistérica se adueñan plenamente de su mundo, y a vuelta de las páginas vienen a decir a los lectores que aquello que cree una sociedad alienada en oropeles y frivolidad no es más que sombra, oscuridad, penumbra y tiniebla, como los nombres de los gatos de María Angélica que pasan sigilosos entre los renglones de la novela para enredarse en nuestros pies y mirarnos con sus ojos dorados y preguntarnos si comprendemos.
Lectura de múltiples niveles, El terrible sobrino... emocionará a los chicos con la trama policíaca, halagará a los nostálgicos del vaudeville y la opereta con el recuerdo delineado de las glorias artísticas de María Angélica, deleitará a los pescadores de perlas de poesía en el mar de la prosa y apuntará de todos la mirada hacia los valores trascendentes de la existencia, porque...
¿Sabes lo que significa vivir con alguien tan anticonvencional, que no se preocupa por exigirte nada sino que te enseña a razonar y opinar sobre las cosas más trascendentes de la vida, que cuando puede pesca a la orilla de la playa caracoles, viejos maderos de buques piratas, sueños y atardeceres o siempre anda buscando el rayo verde que se esconde al ponerse el sol?
El terrible sobrino visita a la tía misteriosa fue premio en Cuba en 2002. En 2013, la editorial española Verbum lo pone a disposición de los lectores en la península y en el mundo a través de una edición electrónica que invitará a cada vez más lectores a ese universo llamado Enrique Pérez Díaz.
María García Esperón
26 de octubre de 2013
Leer es una ventana: Enrique Pérez Díaz en el Congreso Internacional de Lectura La Habana 2013
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María García Esperón
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10/26/2013 10:38:00 p. m.
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Enrique Pérez Díaz. Foto: Olimpia Chong |
No sé bien por qué, pero desde siempre, los libros se me han antojado una ventana, precisamente aquella ventana que se me abre insidiosa y promisoria y me hace mirar allá adentro de ellos de manera constante y reiterada, esperando —o no esperando, quién sabe— encontrar algo diferente cada vez que me asomo a ella como espacio de infinitud y sorpresa.
El libro me inspira libertad.
La ventana me da libertad.
Libro-Libertad-Ventana.
Enjundiosa combinación de palabras de significados contrastantes, pero, de alguna manera, tan relacionados entre sí por un algo raro, que aún no soy capaz de definir ni comprender.
Tuve una infancia llena de libros y de ventanas. De ventanas que se me cerraban al aire, a las voces provenientes de la calle, al susurro de amigos invitándome a escapar ventana o puerta afuera para irme a jugar.
Una infancia llena de libros que, como ventanas, se me abrían sugerentes y amigos. De libros que eran el entretenimiento, la aventura y el inigualable placer de jugar a ser uno y muchos personajes a la vez...
15 de octubre de 2013
El hada en La Habana, por Jorge Luis Peña Reyes
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María García Esperón
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10/15/2013 09:30:00 a. m.
Milagros del Hada Menta en La Habana
Por: Jorge Luis Peña Reyes.
Con su varita
de yerbabuena
el Hada menta
sale a pasear.
M.G.E
Casi me negué a ese vaticinio que había creído mucho tiempo atrás. María García Esperón estaba en la Habana y yo a novecientos kilómetros de ella. Habíamos intercambiado cientos de mensajes para hablar de sueños, algunos cumplidos, otros por cumplir, pero éste de encontrarnos para intercambiar libros e ideas en un punto de la geografía cubana que era la editorial Gente Nueva, junto a Enrique, Galia, William y otros amigos, era un sello trascendente para nuestra amistad.
Me fui a la capital arrepentido de no haberlo hecho antes y lamentando que esas doce horas que transcurrió el viaje, fueran más que el diálogo con esta amiga. A fin de cuentas la red es solo el principio útil, hasta que los encuentros se hacen más humanos y presenciales.
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Foto: Olimpia Chong |
Allí estaban las niñas de Yumié Rodríguez con su despliegue de narración y baile español que puso en el aire a muchos,en tiempo de palmas y castañuelas.
Su texto del hada abandonó el papel troquelado y se hizo música, danza, risa y amistad. Llegaron las cámaras, la televisión, los micrófonos, la gente con sus libros para que se los autografiara, llegaron los niños; en una oleada que buscaba ante todo guardar memoria de un acontecimientoliterario entre México y Cuba que ya no podría diluirse en el tiempo.Ni se sabe cuántos proyectos se gestaron en los estrechos pasillos de la editorial, cuántos sueños nacieron en esa sensibilidad que imanta y que tiene que ver más con la calidad humana que con la institucionalidad.
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Enrique Pérez Días, María y Yumié Rodríguez Foto: Olimpia Chong |
Luego en la librería El Cochero azul, rodeados de hermosos y buenos libros como quisiéramos estar siempre los autores, escuchamos un diálogo poético entre Enrique y María; poemas nacidos también desde la distancia, inspirados con la complicidad de la mitología e hilvanados ahora como una sola pieza, para dejaren en el público un gusto por la lírica como deslumbró en tiempos pasados a quienes disfrutaron de los juglares.
Ellos terminaron por aplaudirlos y agradecerles.
No hubo mejor oportunidad para presentar ante María las luchas cotidianas, los embates por destacar la sensibilidad ante los rígidos mecanismos burocráticos, que la conversación sostenida con Zuleica Romay, presidenta del Instituto Cubano del Libro y su permanente apuesta por la inteligencia y la alta cultura.
La despedida tenía que ser de altura, así que nos fuimos al apartamento de Enrique ¡en el sexto piso de un edificio en Alamar!, donde no había casi espacio para lo que no fueran libros, reconocimientos y buenos recuerdos.Además de la visita de la autora mexicana, asistían otros que en forma de libros llegaban de todas partes del mundo,como aspirantes al premio Andersen, reconocido como el Nobel de la literatura infantil y juvenil ,encargo que comparte Enrique entre un jurado procedente de diez países.
Allí otra vez el intercambio tripartito de libros y de firmas, el almuerzo y la sobremesa a lo cubano que incluyó planes, impresiones y hasta la grabación sonora del extenso poema amatorio, como para que nada quedara en el éter o lejos del poder íntimo de la amistad. Las hadas no se jubilan, Enrique, volverán una y otra vez a la Habana para dejarnos su magia, con sabor a menta y a esperanza.
13 de octubre de 2013
Allí otra vez el intercambio tripartito de libros y de firmas, el almuerzo y la sobremesa a lo cubano que incluyó planes, impresiones y hasta la grabación sonora del extenso poema amatorio, como para que nada quedara en el éter o lejos del poder íntimo de la amistad. Las hadas no se jubilan, Enrique, volverán una y otra vez a la Habana para dejarnos su magia, con sabor a menta y a esperanza.
13 de octubre de 2013
Versos del recital "Sin era y jamás",
por Enrique Pérez Díaz y María García Esperón
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Enrique, María, Jorge Luis... ¡al infinito y más allá! |
De cara al cielo
de frente al mar
una palabra
se echó a llorar.
Se sentía sola
sola de atar
en una almena
de soledad.
Del otro lado
en otro mar
otra palabra
en otra edad,
en una playa
blanca de sal
con alas blancas
se echó a volar
Hay un fuego aquí en mi alma
que no se apaga jamás.
Es una hoguera de sueños
imposibles de alcanzar.
Hay un fuego en la mirada
que se escapa tras tu andar.
El sentimiento de un nunca,
la promesa de un quizás.
En el espejo de mi alma
te asomaste al despertar.
En el cristal de mi sueño
estuviste, sin llegar.
En el espejo de mi alma
te dibujas sin pensar.
En el cristal de mi sueño
tu imagen, que no se va.
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