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30 de agosto de 2017
Próximamente: Diccionario de Mitos Clásicos
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María García Esperón
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8/30/2017 10:43:00 p. m.
DICCIONARIO DE MITOS CLÁSICOS de María García Esperón y Aurelio Gonzalez Ovies con ilustraciones de Amanda Mijangos.
De la A de Aracne a la Z de Zeus, presenta un selectivo abecedario de divinidades, personajes y anécdotas de la Antigüedad grecolatina. ¡Muy pronto estará disponible!
12 de mayo de 2015
Una apuesta por los clásicos desde México hacia Madrid: Dido para Eneas
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María García Esperón
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5/12/2015 04:00:00 p. m.
El Fondo de Cultura Económica, La Librería Juan Rulfo de Madrid y Ediciones El Naranjo
invitan a la presentación de
Dido para Eneas: una apuesta por los clásicos desde México
Con la participación de:
Anabel Sáiz Ripoll, Aurelio González Ovies, Santiago Montobbio y María García Esperón
Martes 19 de mayo 2015 a las 19:00 hrs.
Librería Juan Rulfo
Fernando el Católico número 86. Madrid.
16 de septiembre de 2012
El Duende No: una sonrisa de orilla a orilla
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María García Esperón
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9/16/2012 12:36:00 p. m.
¿Ilustraciones?
¿Edición?
¿Editorial?
¿Cuándo?
¿Dónde?
De orilla a orilla
15 de septiembre de 2012
12 de septiembre de 2012
Poesía para niños en las 1ª Jornadas de Literatura Emergente de la Ciudad de México en la UNAM
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María García Esperón
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9/12/2012 09:28:00 p. m.
Ediciones El Naranjo en las Primeras Jornadas de Literatura Emergente de la Ciudad de México. Facultad de Filosofía y Letras. UNAM |
Poesía para Niños: Como un tigre
María García Esperón
Para Mercedes Calvo y María José
Una de las experiencias más estremecedoras que podamos tener es cuando por alguna razón y en ciertas circunstancias especiales tocamos el corazón de nuestra propia infancia. Y al hacerlo, al llegar ahí, a ese pozo de agua clara, comprendemos que la única manera de expresar lo que estamos viendo, escuchando, comprendiendo... es a través de la poesía.
Hablar de poesía para niños es hablar de poesía con mayúscula. De las grandes aventuras humanas, de los grandes sueños y esperanzas. De Fe.
Fe en el ser, en el mundo, en mí mismo. Porque al hacer este viaje al centro de la infancia la Belleza vuelve a golpearnos como en esa primera vez de los cuatro, seis, ocho años, que miramos el mar, o la mañana en el árbol, que empezamos a descubrir o a inventar las causas, las conexiones misteriosas entre los seres, la magia de las palabras.
Poesía para niños es, simplemente, Poesía. Alada, liviana, sagrada... como en la definición platónica. Sagrada porque nos restituye al mundo misterioso, al todo está lleno de dioses del filósofo griego, al manantial desde donde fluye la imperiosa fuerza de la vida. A nuestra primera mirada y nuestra primera respiración, nuestra vivencia de la existencia sin límites, de la libertad, del sueño.
Esa potencia regeneradora que se llama infancia está en nosotros. El tiempo-siempre que vive la infancia queda en la vida adulta como ese recuerdo muy hondo de cuando fuimos niños. No cabe duda, de niño, a mí me seguía el sol -dice Alfonso Reyes en su Sol de Monterrey. Y dice más: El fuego de mayo me armó caballero. Yo era el Niño Andante, el Sol, mi escudero. Todo el cielo era de añil!, toda la casa de oro, ¡cuánto Sol se me metía por los ojos!... Cuando salí de mi casa, con mi morral y mi hato, le dije a mi corazón: ¡Ya llevas sol para rato! Es tesoro, y no se acaba. No se me acaba y lo gasto. Traigo tanto sol adentro que ya tanto sol me cansa. Yo no conocí en mi infancia sombra, sino resolana.
En este mismo sentir dice el poeta español Pedro Villar en su libro Tres veces tres la mar:
Un solo verso, pensaba, puede salvar a un poeta.
Buscó las palabras precisas, las sílabas justas,
la rima perfecta, pero nada encontró.
Un día descubrió el silencio en los labios de la mar
y quiso alcanzarlo...
Rumores en el agua,
infancia, infancia,
cerré los ojos,
busqué la voz,
hundí mis manos
de sal y playa,
y entre las olas
nacieron las palabras.
Por eso, cuando así nos habla un poeta, nos sentimos sol de nuevo. Y mar y tiempo. Y árbol y nube. Porque se agita en nuestro fondo claro el agua de esa fuente que es el manantial del ser. Desde donde podemos renacer tantas veces a la Belleza como queramos y estemos dispuestos. Porque para eso, hay que ser valientes. Y veloces. Y puros. Hay que ser como una fiera, una espléndida y cósmica fiera, con el firmamento tatuado en la piel y el hambre de belleza en el impulso. Hay que ser algo así, como un tigre.
Con Paulina Delgado, Proyecto Literal y Ediciones El Naranjo |
11 de septiembre de 2012
María García Esperón en la 1ª Jornada de Literatura Emergente de la Ciudad de México
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María García Esperón
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9/11/2012 03:19:00 p. m.
1ª Jornada de Literatura Emergente de la Ciudad de MÉXICO
Asiste a la MESA REDONDA DE POESÍA
Con la participación de MARÍA GARCÍA ESPERÓN
(Poesía para niños)
12 de SEPTIEMBRE
Horario: de 16:00 a 17:00 HRS.
En la sala A y B de la Facultad de Filosofía y LETRAS
4 de septiembre de 2012
Me he mirado desde siempre en la memoria: María García Esperón
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María García Esperón
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9/04/2012 05:02:00 p. m.
María García Esperón:
“Me he mirado desde siempre en la Memoria” *
¿Cuándo descubriste tu vocación de escritora?
En una tarde en que, a los seis años, leí el primer libro. Recuerdo el momento, las texturas del libro, los colores, las letras… fueron instantes sagrados que rememoro siempre. Leí ese libro sola, sin un adulto al lado. Era una narración bíblica en un volumen ilustrado titulado “La creación”. Cuando terminé de leerlo lo repasé y creí morir de felicidad al descubrir que tenía pegadas un par de páginas. Eso significaba que había algo oculto, que debía ser más misterioso y más bello que lo demás… He pensado en esa primera experiencia lectora y comprendo que me marcó para siempre y que ha sido el signo de la literatura infantil y juvenil que cultivo actualmente: que siempre quede algo oculto, algo preservado como un tesoro, que siempre se sienta que ese libro apunta a algo más. Que el lector es un descubridor único de un mensaje trascendente. A los seis años supe que sería escritora, y escritora de libros como ese que había leído, que involucraran la historia y la espiritualidad, el misterio y la poesía.
¿Cómo fue tu infancia en relación a los libros?
Consagrada a ellos. Tuve mi infancia para leer y descubrir lo maravilloso que puede ser el mundo a través de los libros. Lo único que quería yo hacer era leer y lo hacía en todo momento. Ciertamente que jugaba poco, juegos físicos casi nada. Yo soñaba e imaginaba a través de los libros. Mis horas eran las páginas. Mis amigos y mis amores los personajes. Y aquí fui afortunada por crecer en el seno de una familia donde todos eran grandes lectores. Mi abuela, que vivía con nosotros era además poeta. Ella me influyó mucho, yo fui a heredar en vida sus lecturas, no porque ella me las entregara directamente, sino porque yo curioseaba en sus libros y así, a los 8 años yo ya sabía de los Nibelungos, por ejemplo; o de Haroun Al Raschid, el emir de los creyentes. Tenía libros preciosos, ilustrados (para adultos), de la editorial Sopena, y antologías poéticas sorprendentes, que yo hojeaba. Y también muy pequeña, entre los 8 y los 9 años, descubrí la poesía, los versos, en antologías del modernismo. Rubén Darío me conmocionó, particularmente con el poema “Cosas del Cid”.
Todo esto me causó una especie de defasamiento con los niños de mi edad, que no entendían por qué yo prefería quedarme a leer hoja por hoja la Enciclopedia Barsa, que salir a jugar. Pero no en un sentido traumático, les parecía increíble, ¡como a mí me parecía increíble que no se quisieran quedar conmigo a leer la Enciclopedia!
Sin embargo, no comenzaste a escribir propiamente sino hasta los cuarenta años…
Así es. Pero no dejé nunca de ser escritora porque siempre he sido lectora. Y mi percepción, mi cerebro, funcionan literariamente, todo el tiempo, con esos arquetipos que aprehendí de niña: en sexto de primaria ya había leído la Iliada, la Odisea, la leyenda artúrica en diversas versiones, a Cervantes, a Shakespeare, a Tolstoi, a Dante, podía leer en inglés, francés e italiano… claro que había muchas cosas que yo no entendía, no solamente por el idioma, sino porque era una niña; pasajes que me resultaban largos y tediosos, hojas que me “saltaba”, pero podía sentir la vibración general de los textos, eso que encierra la literatura de verdad, que devela lo oculto, el misterio del mundo, que nos pone en contacto con eso que se llama Belleza.
Con todo eso yo iba viviendo mi vida y realizando mis inquietudes –la danza flamenca, por ejemplo, fue la gran pasión de mi juventud-, así que cuando me puse a escribir mi primer libro, motivada por las lecturas que había hecho con mi hijo y con la idea de presentarme al concurso el Barco de Vapor, fue algo muy natural para mí, simplemente poner por escrito esa especie de voz interior que me viene diciendo las cosas siempre.
Y desde entonces, que obtienes el Premio Barco de Vapor 2004 con la novela El Disco del Tiempo, no has dejado de escribir…
Así es, y de vivir mi vida ahora sí, plenamente, de un modo literario… Desde ese año a la fecha he tenido en mi vida experiencias tan intensas y hermosas como las que se viven en los libros que amamos.
¿Cómo eliges los temas de tus libros?
En un sentido, ellos, los temas, me eligen a mí. Es como una descarga eléctrica la que experimento al encontrar el tema, el motivo. O más bien, podría compararlo con el daimon o demonio del que hablaba Sócrates, cuando éste se aparece, ahí está el misterio, la puerta que se abre, la verdad que espera ser revelada, o la aventura que vale la pena ser vivida. Lo que me ocurrió con El Disco del tiempo es uno de los mejores ejemplos. Al terminar de escribir esta novela que trata sobre el disco de Festos y su escritura jeroglífica, después de leer hasta la saciedad que no existía otro objeto comparable, o que no había sido encontrado… se publica el hallazgo del Disco de Nebra en Alemania, que puede o no tener puntos de contacto con el Disco de Festos, pero que procede de la Edad de bronce, como aquél y lleva en su superficie el asterismo de los 7 puntos que designa a las Pléyades, presente en el Disco de Festos. Esto ocurre en la realidad cuando yo estoy escribiendo una novela sobre ese disco, esa época… fue una experiencia única, pasar del libro a la realidad y de la realidad al libro. Y así, con todas esas emociones, escribí El Disco del Cielo, novela que fue publicada en Cuba en 2011 por la Editorial Gente Nueva,y que, según me dice mi editor y querido amigo Enrique Pérez Díaz desde la isla, ha tenido una muy grande aceptación.
¿De los personajes que has creado o evocado en el caso de los históricos, cuál es tu favorito?
Tengo debilidad por las dos princesas, Cleopatra Selene, de Querida Alejandría y Copo de Algodón, de la novela del mismo nombre. Las dos me eligieron para darles voz y mundo en este siglo XXI entre los jóvenes y no tan jóvenes pero que están dispuestos a darse una segunda juventud a través de estas lecturas.
¿Cómo llegaste a Ediciones El Naranjo?
¡También El Naranjo llegó a mí! Fue en la época en que algunos escritores comenzábamos a usar los blogs para ponernos en contacto. Así, en Cuaderno de apuntes, el blog de mi querido amigo Pedro Villar, conocí a Ana Laura Delgado, quien tuvo la deferencia de pedirme un libro para su editorial, lo que me hizo muy feliz. Y la novela Copo de Algodón la escribí especialmente para El Naranjo. Yo soñaba verla pender de ese árbol que viene entregando frutos-libros tan hermosos en fondo y forma para los lectores más jóvenes.
¿Y te pusiste la camiseta?
Sí. Absolutamente. Sin detrimento de las otras editoriales que han sido espléndidas para con mis libros, como Norma en Colombia, el FCE con los Tigres de la otra noche, SM con la proyección que me dio el premio El Barco de Vapor. Hillman Publicaciones en Colombia que me ha publicado un libro por año desde 2009 y Gente Nueva en Cuba que ya es como mi familia porque Enrique Pérez Díaz es mi hermano del alma… Con El Naranjo es algo especial, una identificación con el ideario de la editorial, una aproximación al libro como ese objeto cálido y acunado en manos humanas. Gracias al Naranjo pude tener esa relación cercana con el libro y su entorno que todo autor anhela. En El Naranjo, para mí, el libro sigue siendo esa criatura mágica y alada, dispuesta a entregar sus maravillas a quienes con alas y con magia estén dispuestas a recibirlas.
¿Qué satisfacciones te ha traído la novela Copo de Algodón?
Ya son incontables. Desde su “nacimiento”, en el Museo del Templo Mayor, mientras se exhibía al público mexicano la exposición sobre Moctezuma diseñada por el Museo Británico, hasta escuchar en el Castillo del Chapultepec al coro de Niños Cantores del Estado de México entonando en náhuatl una bellísima composición de David García, también queridísimo amigo, inspirada en el personaje, o cuando gracias a Joaquín De la Buelga y la Sociedad de Amigos del País, con Fernando Álvarez Balbuena y Armando Arias al frente, y acompañada cálidamente por Asunción Carracedo, presenté el libro en España, en el Centro Internacional Niemeyer de Avilés ante 200 niños españoles que recibieron a una niña azteca del siglo XVI como su amiga…
Han sido tantas vivencias que he llegado a pensar que Copo de Algodón es más que un libro, es un movimiento del espíritu, que toca muchas fibras dormidas y que trae a la vida de la memoria a una niña que antes de esta novela estaba en la muerte del olvido.
Tú escribes poesía y narrativa, ¿cómo combinas esos dos ámbitos?
La prosa con la que escribo principalmente la narrativa histórica, es poética.
La poesía es una mirada especial sobre el mundo, que siempre está presente.
Sin embargo, no me considero poeta sino una intérprete de poesía. Esto es para mí como un don: convertirme en instrumento a través del cual puede entonarse la melodía de la belleza.
El Naranjo estuvo muy presente cuando en octubre de 2009 fundé el encuentro Voz y Mirada, para decir poesía de autores diversos que conocía por Internet y plasmar todo esto en videopoemas. Desde entonces hasta julio 2012 he realizado unos mil videopoemas, con la poesía de diversos autores que también en este caso, puedo decir que me ha escogido, principalmente la del poeta asturiano Aurelio González Ovies, con cuya palabra establecí un compromiso existencial -¿ya ven como vivo literariamente?-: darla a conocer dondequiera que voy. En junio pasado hice una presentación de su poesía en el Centro Español de Querétaro que fue tan impactante y emotiva para los espectadores españoles como para los mexicanos. Todos me manifestaron su asombro porque no se trató de una lectura, sino porque yo dije veinte poemas de memoria, algunos largos y complejos… pero esto no es algo muy difícil para mí porque desde niña tengo la costumbre de aprenderme poemas. Desde aquel “Cosas del Cid” de Darío que les comentaba más arriba, yo no estaba tranquila hasta aprenderme el poema que me había gustado tanto. Me he mirado desde siempre en la Memoria, por amor de las palabras.
Háblanos de tu novela El anillo de César
¡Por dónde empezar! Tal vez en que es un sueño hecho realidad, pero un sueño cuyas expectativas fueron sobrepasadas. El libro que ha hecho El Naranjo, las ilustraciones de Miguel Ortiz, Sr. No quiero, están a punto de entregar a los jóvenes mexicanos el plato fuerte de la Historia Universal. (Está bien: uno de los platos fuertes). Y por una de esas simetrías que encantaban a los antiguos, esta novela sobre Julio César sale de la imprenta precisamente en el mes de Julio (por poco sale el mismo día 13, que nació César, en el mes que se llamaba Quintilis, y al que se puso su nombre para honrarlo).
El personaje siempre me ha fascinado. Julio César realizó todas las posibilidades del ser humano, es el ser político por excelencia, pero también es un escritor, también amó la Palabra. Es un hombre que vive y vibra, que como Ulises siempre está alerta. Es un hombre que ama, que es amado. (La joven Cleopatra a los 21 años se enamoró de él, calvo y cincuentón pero Divino y Julio) ¿Ambicioso? El mundo antiguo no condenaba la ambición o la sed de gloria personal como el mundo cristiano. Recordemos que en la Ilíada los héroes griegos luchan por su gloria. Los poemas homéricos educaron al mundo grecolatino, fueron el modelo de Alejandro Magno y Alejandro fue el modelo de César. Y César lo fue de Napoleón, y de Bolívar…
El anillo de César es un libro político para jóvenes lectores. Muestra al hombre inmerso en la polis, en la civitas, arando los campos agrestes del alma para convertirlos en civilización. Muestra polémica y envidias y atroces asesinatos y guerras. Pero muestra a un Julio César siempre conciliatorio, siempre prefiriendo el diálogo y la arenga al puñal, tomando las armas cuando no le queda otro remedio –tampoco era un pacifista en el sentido actual, no extrapolemos la Historia- perdonando la vida en su momento a quienes, también en su momento, lo mataron en el asesinato más famoso de la Historia.
El anillo de César engarza al personaje desde dos temas principales que son los que me hipnotizan como ser humano y escritora: el tiempo y el destino. La novela, por su estructura, es una metáfora del tiempo: se construye en 24 capítulos como otras tantas horas de un día arquetípico que avanzan en orden descendente, esto es, de adelante para atrás. Vamos leyendo y vamos hacia el pasado, de tal modo que cada capítulo es el futuro del presente de su predecesor, lo que propone a los jóvenes lectores y a los jóvenes de corazón una experiencia de lectura que no es fácil pero que puede ser interesante, reveladora. La novela es un círculo, como la serpiente ouroboros, que se muerde la cola.
El Destino, el otro gran tema, era algo de lo que Julio César siempre fue muy consciente: del significado de su vida, de su destino personal, quién era él y por qué tenía esas capacidades y levantaba esas adhesiones y esos rechazos y esos amores y esos odios. Al contrario de los políticos egipcios de la corte de Cleopatra, descendientes de los macedonios, Julio César no zanjaba las cuestiones de poder asesinando a los pretendientes y a los enemigos. Al perdonar a quienes lucharon contra él en la guerra civil selló su sentencia de muerte y quizá lo sabía. Pero ese era su destino. Y quizá también lo sabía.
Por El anillo de César desfilan los personajes que hicieron el espíritu de la Roma en cuyos brazos murió la República. Verán a Cicerón y a Bruto, a Casio y a Antonio, a Calpurnia y a Cleopatra. A Clodia la hedonista y a Catón el estoico, al arúspice etrusco Spurinna y al Magno Pompeyo… Los muebles, las togas, las columnas, las estatuas, el Tíber murmurante y el Nilo, la guerra de las Galias, los bosques de los celtas… El mundo que miraron los ojos de Cayo Julio César.
Dos de los epígrafes del libro dan la clave de la lectura profunda que puede hacerse para ponerse en el dedo este anillo: “Los hombres mueren porque no son capaces de unir el principio con el final”. Lo dijo el médico Alcmeón de Crotona en el siglo VI a.C. Y “Nadie es verdad más que los muertos a pesar de sus siglos”. Lo dijo el poeta asturiano Aurelio González Ovies cuando el siglo XX cambió a XXI. Son sentencias misteriosas y sabias sobre las que vale la pena meditar.
*Entrevista con Ediciones El Naranjo a propósito del lanzamiento de la novela El anillo de César. Agosto 2012.
“Me he mirado desde siempre en la Memoria” *
¿Cuándo descubriste tu vocación de escritora?
En una tarde en que, a los seis años, leí el primer libro. Recuerdo el momento, las texturas del libro, los colores, las letras… fueron instantes sagrados que rememoro siempre. Leí ese libro sola, sin un adulto al lado. Era una narración bíblica en un volumen ilustrado titulado “La creación”. Cuando terminé de leerlo lo repasé y creí morir de felicidad al descubrir que tenía pegadas un par de páginas. Eso significaba que había algo oculto, que debía ser más misterioso y más bello que lo demás… He pensado en esa primera experiencia lectora y comprendo que me marcó para siempre y que ha sido el signo de la literatura infantil y juvenil que cultivo actualmente: que siempre quede algo oculto, algo preservado como un tesoro, que siempre se sienta que ese libro apunta a algo más. Que el lector es un descubridor único de un mensaje trascendente. A los seis años supe que sería escritora, y escritora de libros como ese que había leído, que involucraran la historia y la espiritualidad, el misterio y la poesía.
¿Cómo fue tu infancia en relación a los libros?
Consagrada a ellos. Tuve mi infancia para leer y descubrir lo maravilloso que puede ser el mundo a través de los libros. Lo único que quería yo hacer era leer y lo hacía en todo momento. Ciertamente que jugaba poco, juegos físicos casi nada. Yo soñaba e imaginaba a través de los libros. Mis horas eran las páginas. Mis amigos y mis amores los personajes. Y aquí fui afortunada por crecer en el seno de una familia donde todos eran grandes lectores. Mi abuela, que vivía con nosotros era además poeta. Ella me influyó mucho, yo fui a heredar en vida sus lecturas, no porque ella me las entregara directamente, sino porque yo curioseaba en sus libros y así, a los 8 años yo ya sabía de los Nibelungos, por ejemplo; o de Haroun Al Raschid, el emir de los creyentes. Tenía libros preciosos, ilustrados (para adultos), de la editorial Sopena, y antologías poéticas sorprendentes, que yo hojeaba. Y también muy pequeña, entre los 8 y los 9 años, descubrí la poesía, los versos, en antologías del modernismo. Rubén Darío me conmocionó, particularmente con el poema “Cosas del Cid”.
Todo esto me causó una especie de defasamiento con los niños de mi edad, que no entendían por qué yo prefería quedarme a leer hoja por hoja la Enciclopedia Barsa, que salir a jugar. Pero no en un sentido traumático, les parecía increíble, ¡como a mí me parecía increíble que no se quisieran quedar conmigo a leer la Enciclopedia!
Sin embargo, no comenzaste a escribir propiamente sino hasta los cuarenta años…
Así es. Pero no dejé nunca de ser escritora porque siempre he sido lectora. Y mi percepción, mi cerebro, funcionan literariamente, todo el tiempo, con esos arquetipos que aprehendí de niña: en sexto de primaria ya había leído la Iliada, la Odisea, la leyenda artúrica en diversas versiones, a Cervantes, a Shakespeare, a Tolstoi, a Dante, podía leer en inglés, francés e italiano… claro que había muchas cosas que yo no entendía, no solamente por el idioma, sino porque era una niña; pasajes que me resultaban largos y tediosos, hojas que me “saltaba”, pero podía sentir la vibración general de los textos, eso que encierra la literatura de verdad, que devela lo oculto, el misterio del mundo, que nos pone en contacto con eso que se llama Belleza.
Con todo eso yo iba viviendo mi vida y realizando mis inquietudes –la danza flamenca, por ejemplo, fue la gran pasión de mi juventud-, así que cuando me puse a escribir mi primer libro, motivada por las lecturas que había hecho con mi hijo y con la idea de presentarme al concurso el Barco de Vapor, fue algo muy natural para mí, simplemente poner por escrito esa especie de voz interior que me viene diciendo las cosas siempre.
Y desde entonces, que obtienes el Premio Barco de Vapor 2004 con la novela El Disco del Tiempo, no has dejado de escribir…
Así es, y de vivir mi vida ahora sí, plenamente, de un modo literario… Desde ese año a la fecha he tenido en mi vida experiencias tan intensas y hermosas como las que se viven en los libros que amamos.
¿Cómo eliges los temas de tus libros?
En un sentido, ellos, los temas, me eligen a mí. Es como una descarga eléctrica la que experimento al encontrar el tema, el motivo. O más bien, podría compararlo con el daimon o demonio del que hablaba Sócrates, cuando éste se aparece, ahí está el misterio, la puerta que se abre, la verdad que espera ser revelada, o la aventura que vale la pena ser vivida. Lo que me ocurrió con El Disco del tiempo es uno de los mejores ejemplos. Al terminar de escribir esta novela que trata sobre el disco de Festos y su escritura jeroglífica, después de leer hasta la saciedad que no existía otro objeto comparable, o que no había sido encontrado… se publica el hallazgo del Disco de Nebra en Alemania, que puede o no tener puntos de contacto con el Disco de Festos, pero que procede de la Edad de bronce, como aquél y lleva en su superficie el asterismo de los 7 puntos que designa a las Pléyades, presente en el Disco de Festos. Esto ocurre en la realidad cuando yo estoy escribiendo una novela sobre ese disco, esa época… fue una experiencia única, pasar del libro a la realidad y de la realidad al libro. Y así, con todas esas emociones, escribí El Disco del Cielo, novela que fue publicada en Cuba en 2011 por la Editorial Gente Nueva,y que, según me dice mi editor y querido amigo Enrique Pérez Díaz desde la isla, ha tenido una muy grande aceptación.
¿De los personajes que has creado o evocado en el caso de los históricos, cuál es tu favorito?
Tengo debilidad por las dos princesas, Cleopatra Selene, de Querida Alejandría y Copo de Algodón, de la novela del mismo nombre. Las dos me eligieron para darles voz y mundo en este siglo XXI entre los jóvenes y no tan jóvenes pero que están dispuestos a darse una segunda juventud a través de estas lecturas.
¿Cómo llegaste a Ediciones El Naranjo?
¡También El Naranjo llegó a mí! Fue en la época en que algunos escritores comenzábamos a usar los blogs para ponernos en contacto. Así, en Cuaderno de apuntes, el blog de mi querido amigo Pedro Villar, conocí a Ana Laura Delgado, quien tuvo la deferencia de pedirme un libro para su editorial, lo que me hizo muy feliz. Y la novela Copo de Algodón la escribí especialmente para El Naranjo. Yo soñaba verla pender de ese árbol que viene entregando frutos-libros tan hermosos en fondo y forma para los lectores más jóvenes.
¿Y te pusiste la camiseta?
Sí. Absolutamente. Sin detrimento de las otras editoriales que han sido espléndidas para con mis libros, como Norma en Colombia, el FCE con los Tigres de la otra noche, SM con la proyección que me dio el premio El Barco de Vapor. Hillman Publicaciones en Colombia que me ha publicado un libro por año desde 2009 y Gente Nueva en Cuba que ya es como mi familia porque Enrique Pérez Díaz es mi hermano del alma… Con El Naranjo es algo especial, una identificación con el ideario de la editorial, una aproximación al libro como ese objeto cálido y acunado en manos humanas. Gracias al Naranjo pude tener esa relación cercana con el libro y su entorno que todo autor anhela. En El Naranjo, para mí, el libro sigue siendo esa criatura mágica y alada, dispuesta a entregar sus maravillas a quienes con alas y con magia estén dispuestas a recibirlas.
¿Qué satisfacciones te ha traído la novela Copo de Algodón?
Ya son incontables. Desde su “nacimiento”, en el Museo del Templo Mayor, mientras se exhibía al público mexicano la exposición sobre Moctezuma diseñada por el Museo Británico, hasta escuchar en el Castillo del Chapultepec al coro de Niños Cantores del Estado de México entonando en náhuatl una bellísima composición de David García, también queridísimo amigo, inspirada en el personaje, o cuando gracias a Joaquín De la Buelga y la Sociedad de Amigos del País, con Fernando Álvarez Balbuena y Armando Arias al frente, y acompañada cálidamente por Asunción Carracedo, presenté el libro en España, en el Centro Internacional Niemeyer de Avilés ante 200 niños españoles que recibieron a una niña azteca del siglo XVI como su amiga…
Han sido tantas vivencias que he llegado a pensar que Copo de Algodón es más que un libro, es un movimiento del espíritu, que toca muchas fibras dormidas y que trae a la vida de la memoria a una niña que antes de esta novela estaba en la muerte del olvido.
Tú escribes poesía y narrativa, ¿cómo combinas esos dos ámbitos?
La prosa con la que escribo principalmente la narrativa histórica, es poética.
La poesía es una mirada especial sobre el mundo, que siempre está presente.
Sin embargo, no me considero poeta sino una intérprete de poesía. Esto es para mí como un don: convertirme en instrumento a través del cual puede entonarse la melodía de la belleza.
El Naranjo estuvo muy presente cuando en octubre de 2009 fundé el encuentro Voz y Mirada, para decir poesía de autores diversos que conocía por Internet y plasmar todo esto en videopoemas. Desde entonces hasta julio 2012 he realizado unos mil videopoemas, con la poesía de diversos autores que también en este caso, puedo decir que me ha escogido, principalmente la del poeta asturiano Aurelio González Ovies, con cuya palabra establecí un compromiso existencial -¿ya ven como vivo literariamente?-: darla a conocer dondequiera que voy. En junio pasado hice una presentación de su poesía en el Centro Español de Querétaro que fue tan impactante y emotiva para los espectadores españoles como para los mexicanos. Todos me manifestaron su asombro porque no se trató de una lectura, sino porque yo dije veinte poemas de memoria, algunos largos y complejos… pero esto no es algo muy difícil para mí porque desde niña tengo la costumbre de aprenderme poemas. Desde aquel “Cosas del Cid” de Darío que les comentaba más arriba, yo no estaba tranquila hasta aprenderme el poema que me había gustado tanto. Me he mirado desde siempre en la Memoria, por amor de las palabras.
Háblanos de tu novela El anillo de César

El personaje siempre me ha fascinado. Julio César realizó todas las posibilidades del ser humano, es el ser político por excelencia, pero también es un escritor, también amó la Palabra. Es un hombre que vive y vibra, que como Ulises siempre está alerta. Es un hombre que ama, que es amado. (La joven Cleopatra a los 21 años se enamoró de él, calvo y cincuentón pero Divino y Julio) ¿Ambicioso? El mundo antiguo no condenaba la ambición o la sed de gloria personal como el mundo cristiano. Recordemos que en la Ilíada los héroes griegos luchan por su gloria. Los poemas homéricos educaron al mundo grecolatino, fueron el modelo de Alejandro Magno y Alejandro fue el modelo de César. Y César lo fue de Napoleón, y de Bolívar…
El anillo de César es un libro político para jóvenes lectores. Muestra al hombre inmerso en la polis, en la civitas, arando los campos agrestes del alma para convertirlos en civilización. Muestra polémica y envidias y atroces asesinatos y guerras. Pero muestra a un Julio César siempre conciliatorio, siempre prefiriendo el diálogo y la arenga al puñal, tomando las armas cuando no le queda otro remedio –tampoco era un pacifista en el sentido actual, no extrapolemos la Historia- perdonando la vida en su momento a quienes, también en su momento, lo mataron en el asesinato más famoso de la Historia.
El anillo de César engarza al personaje desde dos temas principales que son los que me hipnotizan como ser humano y escritora: el tiempo y el destino. La novela, por su estructura, es una metáfora del tiempo: se construye en 24 capítulos como otras tantas horas de un día arquetípico que avanzan en orden descendente, esto es, de adelante para atrás. Vamos leyendo y vamos hacia el pasado, de tal modo que cada capítulo es el futuro del presente de su predecesor, lo que propone a los jóvenes lectores y a los jóvenes de corazón una experiencia de lectura que no es fácil pero que puede ser interesante, reveladora. La novela es un círculo, como la serpiente ouroboros, que se muerde la cola.
El Destino, el otro gran tema, era algo de lo que Julio César siempre fue muy consciente: del significado de su vida, de su destino personal, quién era él y por qué tenía esas capacidades y levantaba esas adhesiones y esos rechazos y esos amores y esos odios. Al contrario de los políticos egipcios de la corte de Cleopatra, descendientes de los macedonios, Julio César no zanjaba las cuestiones de poder asesinando a los pretendientes y a los enemigos. Al perdonar a quienes lucharon contra él en la guerra civil selló su sentencia de muerte y quizá lo sabía. Pero ese era su destino. Y quizá también lo sabía.
Por El anillo de César desfilan los personajes que hicieron el espíritu de la Roma en cuyos brazos murió la República. Verán a Cicerón y a Bruto, a Casio y a Antonio, a Calpurnia y a Cleopatra. A Clodia la hedonista y a Catón el estoico, al arúspice etrusco Spurinna y al Magno Pompeyo… Los muebles, las togas, las columnas, las estatuas, el Tíber murmurante y el Nilo, la guerra de las Galias, los bosques de los celtas… El mundo que miraron los ojos de Cayo Julio César.
Dos de los epígrafes del libro dan la clave de la lectura profunda que puede hacerse para ponerse en el dedo este anillo: “Los hombres mueren porque no son capaces de unir el principio con el final”. Lo dijo el médico Alcmeón de Crotona en el siglo VI a.C. Y “Nadie es verdad más que los muertos a pesar de sus siglos”. Lo dijo el poeta asturiano Aurelio González Ovies cuando el siglo XX cambió a XXI. Son sentencias misteriosas y sabias sobre las que vale la pena meditar.
*Entrevista con Ediciones El Naranjo a propósito del lanzamiento de la novela El anillo de César. Agosto 2012.
30 de agosto de 2012
En la venta nocturna del Fondo de Cultura Económica
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María García Esperón
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8/30/2012 10:54:00 p. m.
En la tradicional venta nocturna del Fondo de Cultura Económica, estuvimos Edith Ponce de Ediciones El Naranjo y yo conviviendo con lectores y escritores y dando a conocer "El anillo de César".
Pablo Boullosa entrevistó a Silvia Molina, Francisco Hinojosa, Vivian Mansour y a mí en torno a lo que significa escribir para niños en esta actualidad.
Con Edith Ponce de Ediciones El Naranjo |
Con Francisco Hinojosa |
24 de agosto de 2012
Borges 113: Una casa en Garay, de Marcelo Suárez De Luna
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María García Esperón
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8/24/2012 04:22:00 p. m.
Una casa en Garay
(Fragmento)
Marcelo Suárez De Luna
Cerró los ojos, y al abrirlos allí, al costado del décimo noveno escalón, estaba la esfera pequeña y luminosa, “el punto del espacio que contiene todos los puntos”: el Aleph. Simultáneamente vio un tigre y todos los tigres, un noruego en Río Grande do Sul, un poniente en Querétaro, un vendedor de biblias antiguas en la avenida Belgrano, un laberinto roto en una isla, una pelea de gauchos en el Sur, un espejo, una diversa Andalucía, un Cristo en la cruz, un libro de arena, un inmortal, dos amigos riéndose, un poeta en la calle Honduras, una tumba en Ginebra, una mujer en York, un anciano conversando con un joven junto al río Charles, un ciego en una biblioteca recitando versos.
(C) Marcelo Suárez De Luna
Una casa en Garay en La Menor Idea
17 de agosto de 2012
Voz y mirada de la presentación de El anillo de César
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María García Esperón
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8/17/2012 03:29:00 p. m.
Presentación de El anillo de César en la Librería Octavio Paz del FCE. Autora: María García Esperón. Ilustrador: Señor No quiero. Ediciones El Naranjo.
Lectura de Benjamín Briseño
Fotos y videos: El Naranjo
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Ana Laura Delgado, María García Esperón, Angélica Antonio, Señor No Quiero,y Benjamín Briseño |
16 de agosto de 2012
El anillo de César en la Librería Octavio Paz
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María García Esperón
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8/16/2012 09:40:00 p. m.
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Las ilustraciones del Sr. No Quiero, en ricos acabados, arrancaron el aplauso de los asistentes |
Con un lleno completo y un ambiente muy especial celebramos con Ediciones El Naranjo el nacimiento de El anillo de César en la Librería Octavio Paz del Fondo de Cultura Económica. Ana Laura Delgado, el Sr. No Quiero y yo presentamos el libro acompañados por la formidable lectura de Benjamín Briseño, que convirtió a César en presencia en virtud de la magia de su voz.
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Con el periodista Luis Galindo de Notimex durante la entrevista previa a la presentación |
Una reunión de amigos, de personas sabedoras de las maravillas que provocan los libros sucedió esa tarde en una librería con nombre de poeta. Las autoras Kyra Galván, Martha Riva Palacio, María Eugenia Mendoza, las promotoras Katia Coéllar, María Constantino (que vino desde Querétaro especialmente a la presentación), Nadia (desde Tepoztlán donde ha sembrado las palabras de Copo de Algodón en comunidades indígenas) David García, el entusiasta compositor mexicano, se sumaron a nuevos amigos como Angélica y Fernando, directivos del CUDEC, (Centro Universitario Doctor Emilio Cárdenas) a quienes conocimos a través del programa de radio "Talinísima" y se declararon partidarios de este sueño de palabras.
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Otro fruto de El Naranjo: con Ely, Ana Laura y Angélica |
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Con Ana Laura Delgado y el ovacionado ilustrador Sr. No Quiero |
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Las ilustraciones de El anillo de César en despliegue |
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Con César Augusto, dedicándole el libro consagrado a su tocayo |
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Con María Constantino, Vicepresidenta en Querétaro de "Expresión Infantil AC" |
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Con Joyce, quien junto con Alejandro ganó la trivia de El Naranjo en Facebook y con ello, un ejemplar de El anillo de César. |
Y desde la distancia estuvieron presentes con sus mensajes de apoyo queridos amigos que viven en otros países, como Pedro Villar, Isabel Bueno, Alfonso Pascón, Aurelio González Ovies, Fernando Álvarez Balbuena, Rafa Lorenzo, Asunción Carracedo, Anabel Sáiz Ripoll, María Wernicke, Marcelo Suárez De Luna, Susana Peiró, Alejandra Moglia -cuya reseña publicada el día de hoy fue mencionada por Ana Laura y por mí con mucho agradecimiento-. Y precisamente con las palabras de Anabel Sáiz Ripoll se dio fin (¿principio?) a la presentación de El anillo de César:
"El anillo de César es un personaje más, sin duda el motivo principal del relato: el anillo de Venus, con la leyenda “Venus in armis”. Un anillo que todos hubieran querido tener, pero que nadie se atrevió a usar. De ahí el valor simbólico del texto: el relato, como dijimos, es circular como un anillo, siempre está empezando, siempre está acabando, siempre está por suceder… como la vida misma."
Pocas emociones pueden igualarse a la de dar a luz a un libro, con su carga de esfuerzos y de ilusiones, su promisorio futuro y sus nuevos caminos. Hoy, 16 de agosto de 2012, en la Librería Octavio Paz de la ciudad de México, ha nacido El anillo de César.
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Con Angélica y Fernando, directivos del CUDEC y ya amigos para siempre |
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Con Benjamín Briseño y su esposa Flor al final de las grandes emociones compartidas |
El Anillo de César en el programa "Talinísima" de Radio Centro
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María García Esperón
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8/16/2012 12:56:00 p. m.
Toda una campaña de difusión ha emprendido El Naranjo para dar a conocer sus novedades editoriales. En esta ocasión, le ha tocado a El anillo de César participar en varios medios de comunicación.
El programa de radio "Talinísima", conducido por la entrañable Talina Fernández nos abrió sus puertas y su atención y al lado de Paulina Delgado, de Ediciones El Naranjo y Lorena Pérez Guerrero, del Consejo de la Comunicación pudimos compartir nuestro entusiasmo por los libros y anunciar la presentación de la novela, hoy jueves 16 de agosto a las 6 PM en la Librería Octavio Paz del Fondo de Cultura Económica.
El programa de radio "Talinísima", conducido por la entrañable Talina Fernández nos abrió sus puertas y su atención y al lado de Paulina Delgado, de Ediciones El Naranjo y Lorena Pérez Guerrero, del Consejo de la Comunicación pudimos compartir nuestro entusiasmo por los libros y anunciar la presentación de la novela, hoy jueves 16 de agosto a las 6 PM en la Librería Octavio Paz del Fondo de Cultura Económica.
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El anillo de César en el programa de radio Talinísima |
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Con Talina Fernández, la dama del buen decir, toda una institución en la comunicación mexicana |
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Con Lorena Pérez Guerrero, Ejecutiva de Relaciones Públicas del Consejo de la Comunicación |
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Con Paulina Delgado, de Ediciones El Naranjo en otra emocionante aventura con El anillo de César |
El anillo de César: reseña de Alejandra Moglia
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María García Esperón
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8/16/2012 12:11:00 p. m.
Fuente: La Memoria y el sol
El anillo de César, de María García Esperón, ilustrado por Sr. No Quiero – El Naranjo
16 agosto 2012 por Alejandra Moglia
El anillo de César es la nueva novela de María García Esperón, ilustrada por Sr. No quiero y editada por El Naranjo. Se trata de una novela histórica que aborda la figura de Cayo Julio César desde una perspectiva diferente, basándose en información histórica muy detallada y precisa para luego, a través de la voz de la narradora, traspasar esos mismos hechos y procesos históricos y sumergirse en el mundo interno de cada uno de los personajes que transitan las páginas del libro: sus pensamientos, pasiones, miserias, contradicciones, flaquezas, traiciones y, también, desde esas miradas comprender el curso de la historia.
El mito del eterno retorno, la visión del tiempo y del mundo que se repite a través de la extinción y la recreación, esa concepción circular de la historia que no es lineal sino cíclica está presente en la estructura de este libro que tiene 24 capítulos, al igual que las horas de un día. El relato comienza con el capítulo 24 –la muerte de César- para terminar con el capítulo 1 –sus funerales.
La autora inicia el libro con tres citas, una de ellas pertenece al médico Alcmeón de Crotona que dice: “Los hombres mueren porque no son capaces de unir el comienzo con el fin”. A lo largo de los capítulos iniciamos un camino hacia atrás con la finalidad de que fin y principio se unan. Las otras dos citas que acompañan el inicio del libro son las siguientes:
Nadie es verdad más que los muertos a pesar de sus siglos. Aurelio González Ovies (Vengo del Norte)
-¿Y la sortija? – pregunté.
– Se perdió, según la costumbre de los objetos mágicos. Jorge Luis Borges. (La memoria de Shakespeare)
Y es que este libro también habla de eternidad y de elementos simbólicos y mágicos, como los anillos. Los anillos simbolizan alianzas, poder, compromiso, elecciones de vida. El capítulo XXIV se inicia con el anillo de César y vamos a saber lo que sucede con él al final, cuando leamos el capítulo I. ¿Qué simboliza ese anillo? ¿Acaso la respuesta permitirá unir ese final con el principio y vencer la muerte?
La novela plantea también otro mito muy presente en el mundo romano-oriental: el mito de la combustión universal (ekpyrosis)–como lo explica Mircea Elíade- que considera las catástrofes cíclicas como hechos dramáticos que poseen un sentido de renovación y no son definitivos.
Decía anteriormente que la autora dividió el libro en 24 capítulos al igual que las horas del día, las cuales también transcurren cíclicamente. Si las epopeyas grecolatinas tenían 24 cantos, luego las romanas tuvieron 12 cantos y también 12 fueron las águilas que vio Rómulo. En el mundo oriental dividían el día en 24 períodos, considerando al número 24 como la perfección total porque es dos veces 12 (la perfección). Por otra parte, 24 son los jeroglíficos llamados uniliterals en Egipto.
En El Anillo de César se presenta ese choque y esa fusión de mundos: el occidental y el oriental, esas dos miradas que parecen irreconciliables pero que se atraen e interactúan todo el tiempo. A través de la relación existente entre Julio César y Cleopatra, de los pensamientos de cada uno de los personajes -siendo central el de César-, María García Esperón plantea las diferentes miradas de estos mundos, la concepción de la mujer en cada uno de ellos, la del tiempo, la imposibilidad de algunos de poder comprender lo diferente y, también, la concepción del amor, ROMA – AMOR, qué es el amor para unos y para otros, qué elecciones prevalecen, qué se hace por él o no se hace (qué también es una forma de hacer).
Entre los personajes históricos que aparecen en la novela están -además de Julio César y Cleopatra- Cicerón, Mario, Pompeyo, Catón, Servilia, Calpurnia, Bruto, Antonio, entre otros. En cada uno de ellos hay un mundo de pasiones, contradicciones, convicciones, errores y aciertos que le permitirán al lector, si lo desea, tomar una posición y establecer un juicio de valor sobre cada uno de ellos y muy especialmente sobre el protagonista.
Pero además de presentarse datos y personajes históricos concretos estamos frente a una obra literaria, una novela en la cual -a través de los personajes- podremos indagar en nuestro interior y bucear allí para encontrarnos y repreguntarnos.
La narrativa de García Esperón es atrapante. En cada uno de los capítulos se reinicia algo que luego finalizará en otro capítulo pero el círculo no se cierra hasta el final, que como dije antes, es el comienzo. Uno de los capítulos que más me ha gustado es el que hace referencia a Cleopatra y a César en donde claramente puede comprenderse las visiones diferentes de estos mundos y el por qué de las acciones y decisiones que llevaron adelante.
César lleva marcado un signo en su anillo y hacia él va. Venus in armis. Y después de él ¿qué?
El ilustrador del libro es Miguel Ortiz, quien firma como Sr. No Quiero. Las hermosas ilustraciones son en blanco y negro, algunas presentan la técnica del collage, muchas de ellas las ha dibujado a la manera de mosaicos romanos y tienen la característica que también manifiestan las diferencias entre estos mundos tan diferentes: las figuras romanas y los trazos de los rostros son geométricos, sus ojos están cerrados o semicerrados, mientras que lo oriental –representado por Cleopatra- es redondeado, sinuoso, envolvente, con ojos grandes y abiertos, mirando más allá de lo visible.
El anillo de César se suma a otros libros publicados por María García Esperón que se caracterizan por partir de estructuras diferentes a las usuales, por ejemplo: Sibila se organiza en función de las cartas del Tarot, en Las cajas de China la lectura de los relatos siguen el principio de abrir estas cajas tan características, también podemos hacer referencia a una novela que tiene una estrecha relación con El anillo de César y es Querida Alejandría, en la cual los capítulos son cinco y toman por nombre las primeras cinco letras del alfabeto griego que representan los cinco barrios –designados con las mismas letras- de la ciudad de Alejandría. También, de la misma forma que en las novelas anteriores ha abierto un blog dedicado a El anillo de César.
Es sello de su obra el amor por las culturas antiguas, su influencia en el presente, el rescate de lo mítico y de esos arquetipos ancestrales que llegan hasta nosotros y tienden puentes entre las culturas. Esta novela es para todos aquellos que aman la lectura y se sensibilizan frente a ella, que valoran el legado que nos dejaron las civilizaciones antiguas, aprendiendo de la historia y, muy especialmente, para aquellos que van en búsqueda del inicio para comprender el presente y transitarlo hacia el futuro◘AM.
El anillo de César, de María García Esperón, ilustrado por Sr. No Quiero – El Naranjo
16 agosto 2012 por Alejandra Moglia
“Sólo los reyes de hombres pueden llamarse con toda propiedad ‘señores del anillo’. ¿Te asusta la palabra ‘rey? como a los viejos romanos timoratos? A mí no. No tengo miedo a las palabras. Te aconsejo que tu tampoco le temas”.
María García Esperón, en El anillo de César
El anillo de César es la nueva novela de María García Esperón, ilustrada por Sr. No quiero y editada por El Naranjo. Se trata de una novela histórica que aborda la figura de Cayo Julio César desde una perspectiva diferente, basándose en información histórica muy detallada y precisa para luego, a través de la voz de la narradora, traspasar esos mismos hechos y procesos históricos y sumergirse en el mundo interno de cada uno de los personajes que transitan las páginas del libro: sus pensamientos, pasiones, miserias, contradicciones, flaquezas, traiciones y, también, desde esas miradas comprender el curso de la historia.
El mito del eterno retorno, la visión del tiempo y del mundo que se repite a través de la extinción y la recreación, esa concepción circular de la historia que no es lineal sino cíclica está presente en la estructura de este libro que tiene 24 capítulos, al igual que las horas de un día. El relato comienza con el capítulo 24 –la muerte de César- para terminar con el capítulo 1 –sus funerales.
La autora inicia el libro con tres citas, una de ellas pertenece al médico Alcmeón de Crotona que dice: “Los hombres mueren porque no son capaces de unir el comienzo con el fin”. A lo largo de los capítulos iniciamos un camino hacia atrás con la finalidad de que fin y principio se unan. Las otras dos citas que acompañan el inicio del libro son las siguientes:
Nadie es verdad más que los muertos a pesar de sus siglos. Aurelio González Ovies (Vengo del Norte)
-¿Y la sortija? – pregunté.
– Se perdió, según la costumbre de los objetos mágicos. Jorge Luis Borges. (La memoria de Shakespeare)
Y es que este libro también habla de eternidad y de elementos simbólicos y mágicos, como los anillos. Los anillos simbolizan alianzas, poder, compromiso, elecciones de vida. El capítulo XXIV se inicia con el anillo de César y vamos a saber lo que sucede con él al final, cuando leamos el capítulo I. ¿Qué simboliza ese anillo? ¿Acaso la respuesta permitirá unir ese final con el principio y vencer la muerte?
La novela plantea también otro mito muy presente en el mundo romano-oriental: el mito de la combustión universal (ekpyrosis)–como lo explica Mircea Elíade- que considera las catástrofes cíclicas como hechos dramáticos que poseen un sentido de renovación y no son definitivos.
Decía anteriormente que la autora dividió el libro en 24 capítulos al igual que las horas del día, las cuales también transcurren cíclicamente. Si las epopeyas grecolatinas tenían 24 cantos, luego las romanas tuvieron 12 cantos y también 12 fueron las águilas que vio Rómulo. En el mundo oriental dividían el día en 24 períodos, considerando al número 24 como la perfección total porque es dos veces 12 (la perfección). Por otra parte, 24 son los jeroglíficos llamados uniliterals en Egipto.
En El Anillo de César se presenta ese choque y esa fusión de mundos: el occidental y el oriental, esas dos miradas que parecen irreconciliables pero que se atraen e interactúan todo el tiempo. A través de la relación existente entre Julio César y Cleopatra, de los pensamientos de cada uno de los personajes -siendo central el de César-, María García Esperón plantea las diferentes miradas de estos mundos, la concepción de la mujer en cada uno de ellos, la del tiempo, la imposibilidad de algunos de poder comprender lo diferente y, también, la concepción del amor, ROMA – AMOR, qué es el amor para unos y para otros, qué elecciones prevalecen, qué se hace por él o no se hace (qué también es una forma de hacer).
Entre los personajes históricos que aparecen en la novela están -además de Julio César y Cleopatra- Cicerón, Mario, Pompeyo, Catón, Servilia, Calpurnia, Bruto, Antonio, entre otros. En cada uno de ellos hay un mundo de pasiones, contradicciones, convicciones, errores y aciertos que le permitirán al lector, si lo desea, tomar una posición y establecer un juicio de valor sobre cada uno de ellos y muy especialmente sobre el protagonista.
Pero además de presentarse datos y personajes históricos concretos estamos frente a una obra literaria, una novela en la cual -a través de los personajes- podremos indagar en nuestro interior y bucear allí para encontrarnos y repreguntarnos.
La narrativa de García Esperón es atrapante. En cada uno de los capítulos se reinicia algo que luego finalizará en otro capítulo pero el círculo no se cierra hasta el final, que como dije antes, es el comienzo. Uno de los capítulos que más me ha gustado es el que hace referencia a Cleopatra y a César en donde claramente puede comprenderse las visiones diferentes de estos mundos y el por qué de las acciones y decisiones que llevaron adelante.
César lleva marcado un signo en su anillo y hacia él va. Venus in armis. Y después de él ¿qué?
El ilustrador del libro es Miguel Ortiz, quien firma como Sr. No Quiero. Las hermosas ilustraciones son en blanco y negro, algunas presentan la técnica del collage, muchas de ellas las ha dibujado a la manera de mosaicos romanos y tienen la característica que también manifiestan las diferencias entre estos mundos tan diferentes: las figuras romanas y los trazos de los rostros son geométricos, sus ojos están cerrados o semicerrados, mientras que lo oriental –representado por Cleopatra- es redondeado, sinuoso, envolvente, con ojos grandes y abiertos, mirando más allá de lo visible.
El anillo de César se suma a otros libros publicados por María García Esperón que se caracterizan por partir de estructuras diferentes a las usuales, por ejemplo: Sibila se organiza en función de las cartas del Tarot, en Las cajas de China la lectura de los relatos siguen el principio de abrir estas cajas tan características, también podemos hacer referencia a una novela que tiene una estrecha relación con El anillo de César y es Querida Alejandría, en la cual los capítulos son cinco y toman por nombre las primeras cinco letras del alfabeto griego que representan los cinco barrios –designados con las mismas letras- de la ciudad de Alejandría. También, de la misma forma que en las novelas anteriores ha abierto un blog dedicado a El anillo de César.
Es sello de su obra el amor por las culturas antiguas, su influencia en el presente, el rescate de lo mítico y de esos arquetipos ancestrales que llegan hasta nosotros y tienden puentes entre las culturas. Esta novela es para todos aquellos que aman la lectura y se sensibilizan frente a ella, que valoran el legado que nos dejaron las civilizaciones antiguas, aprendiendo de la historia y, muy especialmente, para aquellos que van en búsqueda del inicio para comprender el presente y transitarlo hacia el futuro◘AM.
14 de agosto de 2012
El anillo de César en "Sopa de Letras"
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María García Esperón
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8/14/2012 02:09:00 p. m.
Con Paulina Delgado, de Ediciones El Naranjo fuimos a los estudios de TV Azteca a promover la novela El anillo de César en el programa "Los del 7".
La conductora Paulina Mercado fue nuestra anfitriona en la sección "Sopa de Letras", donde en un relajado ambiente y mientras cocinábamos una omelette de huitlacoche hablamos del placer de la lectura.
Invitamos al público a la presentación de la novela el próximo jueves 16 de agosto a las 18:00 hrs. en la Librería Octavio Paz del Fondo de Cultura Económica.
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