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4 de septiembre de 2015

Un regalo inesperado en colegios de Bogotá



Un regalo inesperado y todos los libros que ha publicado Enlace Editorial en su colección El Tren Dorado, son generadores de cadenas infinitas de creatividad y también de afecto. Durante la visita que hicimos con los promotores a los colegios de Bogotá los niños nos entregaban su alegría y también su amor, como lo dijeron cantando en un día que jamás olvidaré.

7 cajas... ¿cuántos cuentos?

Cajas, mariposas, corazones, un vuelo que no cesa

México y Colombia, por siempre hermanos en las páginas

Lucano, Johann y Paola abriendo cajas chinas

Giovanni leyó las cartas que nos entregaron los niños

Alejandra, Lucano y Johann entre regalos y libros.


27 de abril de 2014

3er Festival Literario Infantil Tequisquiapan 2014

"Me gusta mi nombre: Copo de Algodón"


Por tercer año Tequisquiapan, pueblo mágico, gracias a Armando Zamora, se volvió a llenar de letras, de poesía, de ilusión y de benevolencia que caminaba por las calles para hacerse lluvia, en ese día de abril en que llegamos con las alforjas quijotescas provistas de libros y de sueños.

La Librería Rulfo -Armando, Cristina, Ailín y los amigos incontables que han hecho en las letras- estaba volcada en las calles y vestida de Festival. Libros, autores, ilustradores, talleres, encuentros, sorpresas, lluvia, queso, vino y la mejor compañía en una oportunidad que cada año crece en optimismo y posibilidades.

Que Tequisquiapan se está convirtiendo en una Ciudad de la Lectura nos quedó claro ese 26 de abril en que compartimos, una vez más, los muy reales sueños de Armando Zamora:



Un encuentro entrañable fue el tenido con Juanita Cruz, la maestra de preescolar del Jardín de Niños Lauro Aguirre, con quien tantos proyectos hemos compartido desde 2009. Ahora, ella trajo al Festival El Duende No, editado por Amigos de Papel y elaboró junto con sus niños un cartle con la portada que llenó de cariño y arropó nuestra presentación:

Juanita Cruz y El Duende No

Saludos a Asunción Carracedo y Amigos de Papel

Y una vez más, y no es que carezcamos de novedades, pero es que Copo de Algodón encanta y recrea con la tersura de su mundo indígena, presentamos y leímos sus palabras, que se hicieron eco en las cercanas montañas y también decidieron caminar por esas calles suaves, de textura semejante a la de un bello sueño. Y tomaron la palabra los niños lectores, Manolo, de 8 años, que conocía el texto al dedillo, gracias sobre todo a la lectura oral que le hizo su mamá, la polifacética Martha Angélica, a quien volvimos a encontrar después de un año.

Manolo, todo un experto en historia prehispánica

Martha Angélica: poeta, diseñadora, entusiasta madre lectora de niños lectores


Por la tarde, regresamos a la narración oral de Maru Moyers, quien eligió mi cuento La Emperatriz del Reino Amarillo, libro publicado en Colombia y que narró magistralmente a pesar de la lluvia torrencial que en ese momento hizo que muchos paseantes se resguardaran bajo el toldo de la carpa principal, lo que aumentó considerablemente su audiencia.


Con dos grandiosas artistas: la escritora Rebeca Orozo y la narradora Maru Moyers

Al término de la muy aplaudida narración de Maru, tuvimos la oportunidad de asistir a la presentación de libros de Rebeca Orozco, persona talentosa y cálida, muy cercana a los niños, que hizo las delicias de los pequeños al hacerlos actuar uno de sus simpáticos cuentos de animales.


Y como broche de oro, al término de la lluviosa tarde, por la hermosa avenida Juárez de Tequisquiapan se abrieron paso los rayos del sol, que pudimos comprobar rutilaba de gozo y al que saludó Armando Zamora, desde su condición de Quijote y poeta, señor de los libros en nuestro pueblo mágico.
Para despedir esa tarde, conocimos a Xanat y Ketzalli, que se llevaron muy contentas Copo de Algodón, con unas gotitas de lluvia, adquirido para ellas por sus abuelos, Alonso y Julia, a quienes ya llevamos en el corazón.



Galería de fotos: Un pueblo mágico

26 de noviembre de 2013

La palabra en la cuna: Caballitos de sal, de Anabel Sáiz Ripoll



Caballitos de sal
Anabel Sáiz Ripoll
Ilustraciones: Yolanda Mosquera
Editorial Pintar-Pintar
Asturias, noviembre 2013


Anabel Sáiz Ripoll ha situado la palabra en la cuna. Al oído del niño y de la niña acude un murmullo de origen. Es una nana y a través de ella el lenguaje se abre paso hacia esa vida de amor y de creación constante que es la del niño pequeño, de la pequeña niña.

Al borde de la cuna acuden los más bellos gestos: el abrazo, la inclinación del cuerpo, la sonrisa... necesitamos palabras para expresar esas noches y esos días de oblación tan pura que nos define cuando somos padres.

La escritora española tiene en su lenguaje una ternura infinita que bebe de la fuente de su propia infancia. Siempre está dispuesta a recibir la influencia bienhechora de la niña que fue y que vive en el centro de su ser. El nacimiento de su hija Teresa, el hecho maravilloso de dar la vida, se le tradujo en versos y canciones que vinieron a reunirse a los poemas que había compuesto para celebrar el advenimiento de los niños de su entorno familiar y amistoso.

Anabel es una mujer de letras. De letras que aman y se compadecen, que vibran y ensalzan, que buscan y sueñan.  Caballitos de sal es el primer álbum ilustrado que publica esta escritora prolífica, esta enciclopedista de la literatura infantil y juvenil contemporánea, esta madre convencida de que al alcance de Teresa siempre haya un núcleo de poema. Con estas nanas de musical delicadeza, Anabel convence al mundo de que se ocupe de la niña, del niño. Sin estridencias ni manifiestos atrae a los nuevos padres a la vieja sabiduría de cantar una nana y a través de ella entregarle el universo entero:

Si no te duermes, niña,
el sueño se escapará,
se irá volando por la noche
y a los otros niños desvelará.

Si no te duermes, niña,
la luna no saldrá,
las estrellas no jugarán al corro
y la tierra no descansará...


Los poemas que constituyen Caballitos de Sal son irradiaciones. Luz de luna emerge de estas páginas para inspirar a padres y madres, para invitarlos a aprovechar el tiempo iluminado de la primera infancia de sus hijos y admirar que haya sueño, que haya luna, que haya vida y esta duerma acunada en imágenes dóciles, en palabras bellas.

La luna viene cantando
su melodía de hilos de plata.
Las estrellas la acompañan
y el aire susurra notas.
Un sueño azul llena la casa.
Arrorró, mi niña bella.
Arrorró, mi cielo.

Caballitos de sal está ilustrado por Yolanda Mosquera con una combinación de técnicas que acentúan el encanto infantil de estas nanas. Papel recortado, tercera dimensión, dibujos sencillos y mucha poesía en la punta de los lápices... La ilustradora bilbaína tiene una habilidad extraordinaria para hallar asociaciones poéticas entre las cosas y crear imágenes que conquistan de golpe todos los sentidos del lector. Se apetece pasar los dedos por las ilustraciones para apreciar táctil e imaginativamente las diferentes texturas y los distintos planos que los recortes crean. Transmite la frescura de la mirada infantil e invita a navegar sobre la página la imaginación y a tomarse deleitosas e infantiles libertades. ¿Por qué no rascar suavemente con la uña para levantar unos de los pececillos que transitan suaves por ese sueño azul? ¿O tomar con mucho cuidado la red del marinerito y por fin, de una buena vez, atrapar esa luna?

Caballitos de sal nos hace cabalgar la infancia encantada, la cuna de nuestro origen. Con la sencillez de su arrorró nos restituye estrellas, nos libera de nuestras cargas y frustraciones, nos devuelve el amor a la palabra.  Caballitos de Sal, uno de los libros con que la Editorial Pintar-Pintar despide el año 2013 y saluda el 2014, nos instala, de nuevo, en la esperanza.
María García Esperón






10 de noviembre de 2013

Una nana es de quien la canta: Anabel Sáiz Ripoll

Anabel Sáiz Ripoll. Foto: Nuria Balagué
Por María García Esperón

Anabel Sáiz Ripoll es conocida como una de las especialistas en literatura infantil y juvenil más destacadas del mundo hispanohablante.  A través de su blog Voces de las dos orillas ha difundido incontables propuestas de uno y otro lado del Atlántico.  Anabel tiene también la faceta de creadora, es narradora y poeta de amena e inspirada pluma. Quienes hemos leído sus microrrelatos nos encontramos también con una fina humorista. Y quienes la hemos tratado como persona quedamos subyugados con su calidez humana y su inagotable generosidad. 
En este final de 2013, Anabel Sáiz Ripoll entra como autora al mundo del libro álbum por la puerta grande: la editorial asturiana Pintar-Pintar publica su libro de nanas Caballitos de sal, con ilustraciones de Yolanda Mosquera. 
Sin duda el más hermoso regalo navideño, este libro de Anabel ilustrado primorosamente por Yolanda está lleno de sueños, de infancia y de afectos entrañables. Sobre el universo encantado de las canciones de cuna, Anabel y yo conversamos desde las dos orillas en una tarde otoñal e ilusionada. (MGE)

¿Cómo surgió en ti el interés por las nanas?

Creo que se ha ido fraguando con el tiempo ese interés. Recuerdo que a mis sobrinos les cantaba canciones inventadas, sobre todo, a los dos pequeños. Siempre me atrajo la imagen de la madre que canta nanas a pie de cuna. Pienso que es una estampa hermosísima y un retrato del cariño más puro.

 ¿De las qué has leído, cuál es tu canción de cuna favorita? ¿Y de las qué has escrito?

No sabría decirte. Me emocionan las de Gabriel Mistral y me conmueve la que Miguel de Unamuno, siempre tan bronco, dedicó a su primer nieto. Me parecen también maravillosas las de Gloria Fuertes. Si tuviera que darte un nombre actual, diría que las nanas de Ana Mª Romero Yebra son mis favoritas. En cuanto a las mías, tengo debilidad por “Canción de Cuna para Héctor”. Creo, además, que fue la primera que escribí hace muchos años ya. Mi sobrino Héctor, que ahora tiene 26, a los 9 años padeció una enfermedad que nos tuvo a todos desazonados y a mí, quizá para canalizar mis emociones, se me ocurrió escribirle esta nana que ahora aparece en el libro y que también tuve la suerte de que musicara Rosa Mª Sanahuja, la profesora de música del instituto donde trabajo, el Jaume I de Salou, con el título “Mi marinerito”.


¿Cómo nacieron los poemas de Caballitos de sal?

Caballitos de sal ha sido un libro de larga construcción, que se ha ido fraguando a lo largo de los años, conforme iba escribiendo alguna nana o alguna canción. Poco a poco ha ido creciendo y ha tomado la forma con la que se presenta al público lector. El nacimiento de mi hija Teresa ha precipitado, para bien, la conclusión del libro. Tengo muchas nanas desperdigadas aún a las que estas Navidades haré forma, como un regalo particular que quiero hacer a mi familia y amigos.



Cuéntanos alguna experiencia -vivencial, humana- que hayas vivido con alguna de tus nanas.


Ya te he contado el nacimiento de “Canción de Cuna para Héctor”. También, en el libro, se incluye un poema dedicado a Joana, que es la primera hija de una amiga mía. Cuando nació, hace 17 años, yo le regalé esta nana manuscrita. Sé que la enmarcaron y que la leían por las noches. No hace mucho, tuve que volver a escribirla porque la original había perdido el color. Fue emocionante para mí. Algunas de las que forman el libro las escribí cuando mi hija aún no había nacido. Son poemas por los que siento una especial ternura.

¿Cómo se relacionan la oralidad y la literatura infantil?

Creo que el germen de la poesía, por decirlo así, está en la oralidad, en los juegos infantiles, en las canciones de cuna. Es quizá lo más cercano a sus orígenes, en donde, de nuevo, la palabra se viste de gala y se hace autónoma. Una nana es de quien la canta, no de quien la escribe. Esa es la grandeza de la literatura oral.

 ¿Nos puedes hablar de tu experiencia personal con tu hija al cantarle nanas, contarle cuentos, etc?

A Teresa, que ahora tiene cinco años, le contamos cuentos desde recién nacida. Ahora cada noche hay que leerle un cuento o inventar varios. A veces ya la imaginación no da más de sí. Le gustan también las canciones de cuna y tengo todo un repertorio, entre inventadas y conocidas, que voy cantándole. Ella ya se las sabe. Recuerdo una anécdota reciente. Yo no me sentía muy bien y le dije que no podría cantarle, entonces ella me dijo: “Pues te canto yo, mama” y así lo hizo, me cantó todas las canciones una a una.

 ¿Qué opinas del trabajo que ha hecho Yolanda Mosquera en este libro?

Me parece precioso. Creo que sus ilustraciones dialogan con los poemas de una forma armoniosa y les dan una nueva proyección. Son ilustraciones vivas, llenas de luz, de sal, de mar, de sentimientos. Estoy muy contenta y agradecida con el trabajo de Yolanda.

13 de marzo de 2013

El Hada Menta: Un troquelado de Gente Nueva

El Hada Menta: un troquelado de Gente Nueva

Por Jorge Luis Peña Reyes







La evocación de aquellos libros rusos dirigidos a las primeras edades, fue sentimiento que trajeron a la Feria del libro Cuba 2013 las editoriales Gente Nueva, Abril y Unión, al sacar a la luz un grupo de libros troquelados como una vieja deuda con la infancia cubana de los ochenta. Es magnífico valorar el colorido y la recuperación de la industria editorial cubana.

Entre estos atractivos volúmenes se publicó el álbum El hada menta de la notable escritora mexicana María García Esperón que ya se presenta por segunda vez al público cubano, luego de su novela El disco del cielo. La casa cubana por excelencia de los públicos infantil y juvenil, promete publicar su novela El disco de Troya el año próximo coherente con su saga de novelas. Ello constituye una inteligente estrategia que logra la necesaria confrontación de las letras nacionales con las de otras latitudes, 

¡Ahí están los resultados! Esta edición de la Feria se dedicó a promover las letras y la cultura de la nación angolana, el año próximo será Ecuador. Autores italianos, rusos, argentinos, angolanos y de disímiles partes del mundo se presentan a esta multitudinaria fiesta de la lectura en Cuba. 

Estos libros troquelados, álbumes y coloridos son frutos de la gestión y de ese importante puente tendido por Gente Nueva y otras editores nacionales , a pesar de las geografías, los modos, las políticas y los contextos y gracias también a la bondad de autores foráneos que donan sus derechos de autor. 

Jorge Luis Peña Reyes y El Hada Menta


¿Quién le pone el cascabel al libro? Panel sobre LIJ en Las Tunas


¿Quién le pone el cascabel al libro?


Por: Jorge Luis peña Reyes



Hacia una excelencia en la edición y creación de libros para niños y jóvenes, trató el panel que horas atrás tuvo lugar en Las Tunas, sede de la Feria cubana del libro, en su último recorrido por el oriente del país.
El experimentado editor habanero Esteban Llorach evaluó la responsabilidad y retos de estos especialistas, no siempre bien valorados. Su producción incluye más de treinta antologías de diversas temáticas, útiles para una visión crítica de temas, movimientos y maneras de afrontar la literatura hacia estos destinatarios. Enfatizó en la condición de educador que deben tener los editores y los vínculos con entidades educacionales a la hora de proyectar el trabajo.
El moderador Alberto Peraza en su condición de poeta, manejó durante la presentación del análisis, elementos relacionados con el consumo del libro infantil y juvenil, sobre títulos más leídos y vendidos, y criticó la débil promoción institucional a los autores.
Durante el panel de literatura para niños y jóvenes en Las Tunas se expusieron características de la poesía que se produce en Cuba y Las Tunas, además de los principales ángulos de tratamiento, así como la renovación y uso de la décima, principal estrofa utilizada por autores del territorio de acuerdo a la intensa confrontación con cultores de toda Cuba en la tierra donde nació Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, el poeta bucólico más importante del siglo 19 en la mayor de las Antillas.
Mildre Hernández Barrios, multipremiada poeta y narradora cubana, se refirió a los excesos en el tratamiento de temas, que lejos de ser mensajes de tolerancia, violentan al lector niño o joven, a partir de la crudeza con que son presentados. Alertó sobre el uso de un realismo que revela oportunismos editoriales, de acuerdo a las temáticas de moda y el poco conocimiento de la psicología de las edades en muchos escritores. Exhortó la necesidad de alejarse del catatrofismo literario e invitó a hacer mejor uso de herramientas literarias que incluyan la sugerencia y la ternura.



27 de febrero de 2013

El Duende No en el Salón del LIJ en Madrid




Video del Kamishibai realizado por nuestra editora, Asunción Carracedo Gómez, a partir del libro "El duende NO" de María García Esperón y Yolanda Falagán, grabado por nuestro recién incorporado colaborar "amigo" en eventos, ALBERTO SOBRINO.
Sonido e imágenes "en directo" tomadas en el Salón del Libro Infantil y Juvenil de Madrid, sin manipulaciones, montajes, ni recortes de ninguna clase. Rogamos disculpen las molestias de fondo durante el visionado.

17 de enero de 2013

La emperatriz del Reino amarillo. Reseña de Anabel Sáiz Ripoll

Fuente: Voces de las dos orillas

Anabel Sáiz Ripoll


La emperatriz del Reino Amarillo,
María García Esperón,
Libros & Libros, Bogotá, 2013.

"Pensamos que la edad se alarga hasta el infinito e, incluso, puede encogerse, como la magia..."


La emperatriz del Reino Amarillo es, como la define su autora María García Esperón, una “fantasía medieval”. El relato, destinado a los lectores desde 10 años, está escrito con gracia y frescura. Se divide en 12 capítulos que, de alguna manera, simbolizan un año, una historia completa con principio y final, aunque, en el relato el tiempo sea impreciso y amplio.

Destacan distintos registros que aportan dinamismo al texto y hacen que sean varias las posibilidades lectoras y muchos los lectores. Por un lado, se nota una fina ironía en las descripciones de algunos personajes, en las pretensiones de unos, en los logros de otros. Por otra parte, hay momentos de una belleza estilística indudable, momentos en que la poesía se abre paso entre la prosa y hace que el relato se remanse y todos creamos escuchar las voces de los tiempos. También, hay algunas reivindicaciones acerca de las desigualdades sociales y un intento de lograr una sociedad utópica, igualitaria. Por último, sin duda, destaca el tono mágico que envuelve el relato. La emperatriz del Reino Amarillo, por así decirlo, es un cuento de hadas actual, en donde las hadas sí hacen su papel, pero también adoptan otras posiciones; en donde las princesas han de demostrar que lo son; en donde no siempre el que más tiene es el mejor ni siquiera resulta ser el príncipe adecuado y, por supuesto, donde las apariencias engañan.

Alicia es una condesa que tuvo una infancia distinta: trabajaba como cualquiera de sus posibles sirvientas. Su padre, el conde Aceituna siempre estaba de mal humor, aunque también se mostraba melancólico. Su madre, la condesa Antaña, vivía muy ocupada en tareas mundanas. Alicia era muy feliz porque siempre había vivido así. Un viejo sabio fue el que trajo el futuro de la niña cuando nació y el que estableció que debía aprender a no ser servida sino a servir. Y es que Alicia estaba predestinada a ser, como dice el título, la emperatriz del Reino Amarillo. Dicen que el azar está trazado ya en la vida y que no existen las casualidades. Eso demuestra la escritora cuando hace que la acción se traslade de espacio y abandone el condado europeo -¿Asturias?- para llegar a las tierras de la lejana China, en donde Alicia será, al fin, emperatriz, aunque aún le queden muchas peripecias por vivir.

Hay un personaje singular en el relato. Nos referimos al hada Farina, enamorada secretamente del conde Aceituna, y deseosa de lograrle la felicidad que, sin duda, tiene al alcance de la mano, pero que no ve. No es capaz de ver. Frente a un personaje tan mágico como Farina, aparece otro real, histórico, el emperador Federico, quien tiene un papel decisivo en la historia.

La narradora, por otra parte, aparece continuamente en el relato para afirmar, juzgar, justificar y contemplar, a veces divertida, otras respetuosa y algunas, en fin, burlona, el devenir de unos personajes que van fraguando una historia hermosa, como si fuere uno más de los tapices que adornan el hogar de los condes.

Los símbolos son también importantes en el cuento: el traje medieval, el hechizo para lograr la felicidad, el baúl de cortezas, la escritura del hada… No se olvida el paso del tiempo, el presente, el pasado y, sobre todo, el futuro, así como el amor, la memoria y la melancolía.

A menudo, nos parece dar a entender María García Esperón, pasamos por encima de lo realmente importante y nos apesadumbramos por aquello que no tenemos, cuando, y lo demuestra Alicia en su sencillez, lo básico es ser y no tener. Como bien leemos en un momento del relato: “Salas enteras de la casa de su padre estaban llenas de objetos ociosos que habían proporcionado minutos y horas de ese placer efímero que es el de poseer, para luego pasar a ocupar una zona oscura en la memoria de la compradora, entelarañarse y volverse inservibles”. Sin duda, la vida de Alicia y su recompensa final, hacen que el cuento tenga de verdad un final de cuento de hadas, pero bien merecido.

El relato está ilustrado por Michelle López Deksnys que, en blanco y negro, da vida a estos personajes y a la magia que los envuelve. Decíamos al principio que La emperatriz del Reino Amarillo es una lectura destinada a niños y niñas desde 10 años. Pensamos que la edad se alarga hasta el infinito e, incluso, puede encogerse, como la magia. Y es que nadie se resiste al conjuro: “Hace muchos, muchos años...”.


27 de octubre de 2012

Tertulia literaria en la Escuela Josefa Vergara de Querétaro

Entregamos los Premios MGE para GRANDES lectores

En la Escuela Josefa Vergara de Querétaro tuvimos el viernes 26 de octubre de 2012 una animada tertulia literaria con los niños desde preescolar hasta sexto de primaria. El Maestro Salvador Padilla abrió a mi literatura el espacio de la escuela para que se desarrollara una jornada por los caminos de la literatura y a través de la palabra.

Esto fue posible gracias a la coordinación de María Constantino, quien es la titular de inglés y del taller de periodismo en la escuela y que a través de "Expresión Infantil Qro. A.C." siempre se encuentra involucrada con proyectos de animación cultural dirigidos a los más pequeños.



Los niños habían leído El Duende No, La Limonada, Berenice la sirena, Las Cajas de China, Sombraluna... por lo que pudimos conversar durante una hora y media, no solamente sobre los temas de mis cuentos y poemas sino sobre qué significa ser escritor, para qué sirve la literatura, por qué es importante leer y escribir y cómo a través de narraciones y poemas podemos vivir otras vidas y ampliar nuestros horizontes.

Algo que emocionó mucho a los niños fue enterarse que al mismo tiempo que teníamos la tertulia literaria en su escuela en Querétaro, la editorial Amigos de papel, que dirige Asunción Carracedo, presentaba en España, en Valladolid, El Duende No, con ilustraciones de Yolanda Falagán, en Espacio GaLEERía. Sabernos hermanados con España y compartiendo la misma sonrisa dio un toque especial al encuentro.

María Constantino instituyó los Premios María García Esperón para GRANDES lectores, entregados a tres destacadas alumnas que completaron la lectura de mis obras, incluida Querida Alejandría, aentura que emprendieron desde el año pasado, obteniendo también la categoría PREMIUM de lectores, ideada también por María Constantino y por Mauricio, un extraordinario niño lector con el que ya nos hemos encontrado en otras ocasiones. Se concedieron también premios a los ganadores de las trivias que fueron planteadas en días anteriores a todos los lectores.



Todos, absolutamente todos tomaron la Palabra en esta tertulia literaria que aconteció una soleada mañana queretana, brillante como pocas, a la que envolvimos con nuestro calor surgido de las páginas de los libros y del diálogo entre amigos.


Los niños y sus maestras me dieron hermosos regalos, y Nancy, una pequeña oradora, me obsequió un discurso de agradecimiento que me llenó de alegría el corazón.

Alison me entregó una linda muñeca vestida con el traje típico de
Querétaro, mientras Nancy pronunciaba su discurso.

Como buena tertulia, la música también estuvo presente y el Maestro Salvador ya fuera de programa nos obsequió una impecable interpretación al piano de A mi manera, pues él es además de educador, músico de profesión, formado en España.



Posteriormente pasamos a los salones de clase donde los niños hicieron gala de su manejo del inglés, matemáticas y lectura en voz alta. Carlos de tercero leyó un texto poético, los chicos de sexto me entregaron una carta y Samuel me hizo una excelente entrevista en torno de mi quehacer de escritora de literatura infantil y juvenil.

Carlos lee un texto poético con excelente dicción


En suma, no queríamos despedirnos de esa tertulia, y como en uno de los cuentos de La Limonada, más de uno dijimos "¡que este momento dure para siempre!".

¡Gracias Escuela Josefa Vergara de Querétaro. Gracias María Constantino por una mañana inolvidable!

Con María Constantino, vicepresidenta de "Expresión Infantil A.C. Qro"
y el Maestro Salvador Padilla, Director de la Escuela Josefa Vergara

23 de julio de 2012

Esos locos bajitos: Encuentro de Crítica y Literatura Infantil en Puerto Padre, Cuba

Cuando la locura y la sobriedad se encuentran en los niños

Raúl Martes González con datos ofrecidos por Jorge Luis Peña Reyes

En el Encuentro de Crítica y literatura para niños Esos Locos bajitos, poetas locales debatieron su quehacer a favor de los más pequeños de casa, que tuvo por escenario ahora en julio, la sede municipal de la Unión de Escritores (UNEAC), en Puerto Padre.

Durante dos días los presentes enfatizaron en el discreto cultivo de la poesía para niñas y niños, y la poca acogida que tiene el género dentro del sistema editorial cubano, al compararse con el resto de la narrativa: el cuento y la novela.

Las reflexiones partieron de temáticas tan significativas como las particularidades del cuento en versos y poemas narrativos, que constituyen referentes para los menores a la hora de enfrentarse a la lectura.

Una parte del debate correspondió al grupo Guijarros, cuyos integrantes realizan animaciones audiovisuales a partir de obras de escritores locales que contribuyen a la dinámica del encuentro y que proyectaron parte de su labor.

La inclusión de creaciones audiovisuales cumplió el objetivo de despertar el interés de autores para niñas y niños; hacia el aprendizaje en la realización de guiones, donde las palabras se convierten en imágenes y sonidos, así como la necesidad que tienen esos jóvenes de recibir herramientas literarias para escribir las historias.

En el encuentro estuvieron los poetas Reina Esperanza Cruz, Margarita Padrón, Idis Parra, Renael González, Ernesto Carralero, Jorge Luis Peña Reyes, Pablo del Río…Cada quien ofreció lecturas de su autoría y experiencias en tornos al universo infantil.

El espacio fue propicio para escuchar adaptaciones de cuentos en versos para la radio, de la autoría de Ronel González, escritas en décimas y que sobresalen en el panorama nacional por el humor y el alto nivel estético, aunque no sea aún de atractivo para las editoriales en Cuba.

No es un subgénero obsoleto, la cuestión radica, según este destacado autor, en los ingredientes literarios y la maestría con que debe hacerse dinámico el mensaje para los niños de hoy.

En el cierre, el investigador holguinero dictó una conferencia magistral sobre antecedentes de la poesía para niños en Cuba desde el siglo XIX hasta lo que va del nuevo milenio.

Con claridad y precisión habló el investigador auxiliar del centro del Libro en Holguín, acerca de las particularidades de la joven generación de poetas, que incluyen en sus textos el humor y el absurdo, la intertextualidad a partir de historias de la narrativa clásica de Perrault, Andersen y Grimm, con el propósito de reinterpretarlas y ofrecer nuevas realidades de la sociedad actual, entre ellas el desarraigo, el divorcio, la falta de tolerancia, el exilio, entre otras temáticas.

En 2013 el encuentro tendrá su cuarta edición dedicado a “esos locos bajitos”, como dice Joan Manuel Serrat en su canción.
Se buscará para esa nueva versión ampliar el círculo, en el cual ellos tengan mayor oportunidad de observar y decir desde el Encuentro de Crítica que constituye superación para los autores puertopadrenses.

Invitado

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M.Sc. Ronel Gonzalez Sanchez (1971)
Poeta, investigador cultural y escritor para niños
Licenciado en Historia del Arte
Máster en Desarrollo Cultural Comunitario
Categoría científica: Investigador Auxiliar
http://www.redescritoresespa.com/R/ronelgonzalez.htm
Biobibliografía del poeta Ronel González Sánchez
http://culturaensanjose.blogspot.es/
http://www.monografias.com/trabajos68/bio-bibliografia-ronel-gonzalez-sanchez/bio-bibliografia-ronel-gonzalez-sanchez.shtml?monosearch

Perrault (Charles), escritor francés, nació en París (1628-1703), autor de célebres cuentos, entre ellos Caperucita roja, El gato con botas, Barba Azul, La Cenicienta, Pulgarcito, La bella durmiente del bosque
Andersen (Hans Christian), escritor danés (1805-1875), autor de Cuentos de hadas.
Grimm (Jacob), filósofo y escritor alemán (1785-1863) que, en colaboración con su hermano Wilhelm (17861859), compiló numerosos textos recogidos de la tradición germánica y publicó los populares Cuentos para niños y para el hogar.

7 de abril de 2012

Exposición "Diccionario para armar" en Veracruz


Dentro de su programa editorial “Alas y Raíces” el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) presentan la exposición plástica Diccionario para armar, consistente en ilustraciones del libro homónimo presentado en meses pasados en el marco de la XXI Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil en el Centro Nacional de las Artes del Distrito Federal, así como en la Feria Internacional del Libro celebrada en Guadalajara.
 El libro, de carácter didáctico, busca acercar a los niños mediante el juego con el idioma español al significado de las palabras para despertar en ellos el asombro y gozo ante el empleo de la lengua. Para ello se convocó a una serie de escritores dedicados a literatura infantil que redactaron los relatos breves en los que explican las situaciones en las que se usa cada una de las 300 palabras elegidas para el libro.
Términos como garrapata, ahuehuete, chamoy, ñáñaras, miedo, chipichipi, chido, fantasía, fúchila, piedra, papel o tijera, son abordados también mediante las ilustraciones para las que también se invitó a algunos de los más reconocidos artistas plásticos de esta modalidad, incluido Israel Barrón, profesor titular de los talleres de dibujo y pintura de la UCC. El Colegio de México, por su parte, asesoró el proyecto desde la perspectiva teórica.
 Como derivación de este Diccionario para armar es que se ha diseñado una exposición plástica presentada en las vitrinas del Metro Candelaria y, más recientemente, en la Biblioteca de México “José Vasconcelos”.
Su itinerancia continuará ahora en Veracruz, a invitación de la Universidad Cristóbal Colón con una muestra representativa en la que se incluye a los 12 ilustradores y a los 13 escritores, estos últimos con fragmentos de sus textos.

Ilustradores: Alejandro Magallanes, Diego Bianki, Fabricio Vanden Broeck, Isol, Israel Barrón, Ixchel Estrada, Joel Rendón, Magú, Manuel Monroy, Mariana Chiesa, Paloma Valdivia, Quetzal León, Trino.
Escritores: Carmen Leñero, Francisco Hinojosa, Francisco Segovia,Ignacio Padilla, Joaquín Díez Canedo, Luigi Amara, María Baranda, María García Esperón, Mónica Brozon, Ricardo Chávez Castañeda, Ricardo Yáñez, Vivian Mansour. 

 Inauguración: Martes 10 de abril a las 19:00 horas
Museo de la Ciudad de Veracruz “Manuel Gutiérrez Zamora”
Entrada libre

 Fuente: Universidad Cristóbal Colón

14 de enero de 2012

Entrevista a Marié Rojas Tamayo, por Enrique Pérez Díaz

Su vida es aprendizaje y perfeccionamiento de un oficio que ama
Por: Enrique Pérez Díaz
Fecha: 2012-01-05 Fuente: www.auroraboreal.net
Escritora Marié Rojas Tamayo

Marié Rojas Tamayo: medio centenar de premios internacionales, una decena de libros publicados, una obra sugerente, inquieta, llena de vericuetos imposibles que propician el deleite y crecimiento intelectual del lector. Una mujer, madre, profesional, amiga, llena de sueños y de memorias que se niega a borrar incluso por dolorosas que resulten. Su vida es aprendizaje y perfeccionamiento de un oficio que ama y que se le da de manera natural. Sus pies se asientan en la realidad de la que toma cuanto puede inspirarla para que su ánima viaje a Fantasía, a reinos por otros impensados que ella habita en varias dimensiones con esa soltura y gracia de los magos. Apenas conocida en Cuba —Gente Nueva publicará en breve su libro emblemático Adoptando a Mini— es, sin embargo, uno de los pocos autores de la Isla en quedar finalista del Premio Lazarillo de España, del cual fue Mención Especial por unanimidad del jurado. Abrimos al lector, el umbral del Mundomaire, un entorno de duendes, hadas, brujas, elfos, troles y la savia milenaria y milagrosa de que ellos viven: mucho amor por cuanto le rodea.

Marié, se suele decir que en cada libro escrito por nosotros va un gran porcentaje de la personalidad de su autor. ¿Te pareces a sus personajes?

Soy todos mis personajes, todos tienen algo de mí, partiendo de mi luz hasta mis facetas más oscuras. El escritor se desnuda al mundo a través de su obra, es su exorcismo, su emancipación. En mi novela Villa Beatriz, soy la Estrella, la Sota, el arpa, la casa misma. En otra soy el personaje de la Cuentacuentos, pero también soy cada habitante del pueblo, sus episodios son parte de mis recuerdos, desde el hechizo que los rodea hasta el aroma que ronda las calles.

¿Tienes algún modelo ideal de autor para niños?

Andersen, sin duda. Carroll, Tolkien, Ende, creadores de mundos…

¿Reconoces alguna influencia de autores clásicos o contemporáneos?

Los que he mencionado como modelos ideales: lo han sido para mí, los recomiendo a los que se inician en la literatura infantil y espero que sigan siendo inspiración y escuela para generaciones venideras.

¿Qué solías leer cuando pequeña?

Todo lo que me caía en la mano, lo que me prestaban otros niños, lo que me regalaban, lo que tomaba de los estantes de mis abuelos o de mi tía. Era poco selectiva, voraz, desde revistas “Selecciones” hasta novelas policiacas. En primer grado recuerdo haber leído El pequeño príncipe y acto seguido La expedición de la Kon Tikki. Lo mejor fue cuando me hice amiga de la hija de un ginecólogo que me prestaba los libros de su padre… cuando me fueron a explicar ciertas cosas, yo las había visto por fuera y por dentro. Me gustaban Poe y Quiroga, aunque sus cuentos me robaban el sueño, o tal vez por eso.

¿Qué atributos morales debe portar consigo un buen libro infantil?

Ser creíble, ser sincero. Mostrar respeto hacia el público a quien está dirigido. El escritor de libros infantiles debe amar a los niños.

¿Cuál es tu libro más entrañable y por qué?

Alicia en el país de las maravillas, tengo 4 ejemplares, son sagrados. Uno de ellos vive en mi buró, es un libro de consulta, matemáticamente perfecto, lo vengo leyendo desde los 9 años y siempre descubro algo en sus páginas. No podría decir por qué, tiene la magia de las cosas que amamos sin preguntarnos la razón, la sonrisa de un niño, los atardeceres, acariciar un gato, ver caer una estrella, un beso en los labios, una melodía que nos llega al alma.

¿De qué modo te acercas al inicio de una historia?

Surge en mi mente, como una imagen o la secuencia de una película. Escucho el diálogo, o la narración de fondo, y me siento a escribirla.

¿En qué género te sientes más cómoda?

El cuento breve de carácter fantástico, con final inesperado. Juegos entre fantasía y realidad, algo de ciencia y algo de ficción corriendo por la página.

En tu obra se ve una seria inclinación a dos tendencias fundamentales, primero, una recurrencia evidente al mundo de las criaturas de Fantasía, segundo una literatura que se centra más en los sentimientos y las emociones que en la misma acción. Si tuvieras que salvar solamente diez libros de un naufragio, ¿cuáles escogerías? ¿Cuál de los que has escrito?

Desearía no verme jamás en esta situación, porque si depende del peso de la balsa, me arrojaría al mar para dar cabida a más libros. Colocaría entre los primeros: Alicia en el país de las maravillas, los cuentos completos de Andersen, La historia interminable, Pinocho, La familia Mumín, toda la obra de Tolkien, El Mago de Oz, Corazón, la obra de los hermanos Grimm, El maravilloso viaje de Nils Holgersson… He mencionado diez, solo voy por la literatura infantil, y me faltan muchos por nombrar. Lo dicho, me hundo por salvarlos.

De mi obra salvaría ese libro misterioso que aún no he escrito. Y solo si pudiera salvarme yo, porque iría dentro de mí.

¿Qué prefieres más de la vida? ¿Qué quisieras borrar para siempre?

El amor, la sinceridad, la capacidad de soñar y de reír. No borraría nada, en especial de mi pasado porque de todo he aprendido y cada momento, por pequeño que haya sido, me ha traído a este instante. Si perder un segundo de tristeza me hiciera borrar un ápice de lo que soy, sería devastador. Borrar para siempre es algo que me atemoriza, no se puede borrar nada para siempre porque habría que borrar también su recuerdo del pasado —para eliminar el riesgo de que se repitiera—. En su lugar, intentaría hacer mejor, desde mi pequeña posición en el universo, aquello con lo cual no estoy de acuerdo; de hecho lo intento, y creo que lo intentan muchos, cada vez más… Tal vez un día logremos esa masa crítica de la que hablan los textos de física e iniciemos una reacción en cadena que, sin borrar, sea capaz de sobrescribir.

Una persona tan imaginativa como tú y con tanta carga de inspiración y fantasía en sus obras, ¿de qué modo consigue nutrirse para ellas de la realidad cotidiana?

La realidad, tal como la veo, no es “cotidiana”, en el sentido de “rutinaria, vulgar, ordinaria”. Es fuente inagotable de inspiración, la magia nos salta a cada paso, lo increíble nace de lo cotidiano que se renueva constantemente, del modo en que nuestra mente acomoda y rehace los recuerdos. Hay sucesos generadores de historias por doquier, hilarantes, tristes, misteriosos. A nuestro paso vemos casas encantadas, sueños hechos realidad, predicciones que se cumplen, conflictos familiares o sociales, romances que surgen y se deshacen, pasiones que se desatan, miedos, retos: es imposible abstraerse de la realidad al crear la ficción. Cada persona que conozco es un “personaje” a punto de formarse —he convertido a alguien en zarigüeya, a un amigo en dragón y a una amiga en arañita tejedora—, y me ha sucedido algo mejor: un día tocó a mi puerta un personaje de mis cuentos, lo reconocí al momento pero no se lo dije hasta que nos convertimos en amigos, le mostré historias escritas antes de conocerlo. Fue una experiencia fantástica, como que a la puerta de Spielberg tocara el E.T. pidiéndole el teléfono para llamar a su casa.

¿Podrías hacer un breve recorrido-cuento argumental por tus libros publicados, como si tú misma fueras adentrándote en ellos?

Más que por mis libros publicados, me gustaría viajar por mis libros escritos: Adoptando a Mini soy yo, abandonada a temprana edad en un mundo adverso, siendo adoptada por criaturas mágicas que me educan según su modo de ver la vida. Villa Beatriz es ese mundo, más detallado y lleno de recuerdos, tal como lo veía yo, y como lo sigo viendo en mis recuerdos, sumando experiencias actuales. Arpegios de una melodía solitaria es mi infancia, tal como la verían otros, desde una perspectiva más real, pero no menos extraordinaria. En busca de una historia es el hijo que busca a sus padres para encontrar en sus raíces su propia historia, un viaje interior que nos lleva a universos impensables donde rescribir la fantasía puede transformar la realidad. El libertador del confín es un homenaje a todos los libros que me ayudaron a crecer, lo que sería capaz de hacer por salvarlos. Laurel y orégano es un recorrido por el poder que habita en las mujeres de mi familia, tal como lo viví en mis vacaciones en el campo, el sortilegio de descubrir y reencontrar el amor a través de un ente que viaja conmigo a través de sucesivas existencias, mis dudas y temores, mi incesante búsqueda de una verdad más allá de la circunscrita… Y están mis libros de cuentos —cuentos de circo, libro inédito escrito contigo; cuentos de ángeles, cuentos de casas, cuentos de gatos, cuentos habaneros, cuentos infantiles…—, de los cuales prefiero Cinco minutos a solas con las musas, De príncipes y princesas y El mundo al revés, episodios de mi vida junto a mi hija Sarah, la princesa majadera; el diario de doce años, aprendiendo de esa pequeña sabia.

¿En otra vida serías escritora?

Sería hacedora de cuentos, siempre. Escribir es la tabla que me salva de los naufragios, es mi burbuja de silencio, mi sinfonía perfecta, mi sortilegio contra todo lo adverso y a favor de todo lo bello, mi modo de ver y comunicarme con el mundo… No sabría ni querría hacer otra cosa.

No sé en qué universo o tiempo podría renacer, o haber nacido antes. Si es un mundo anterior a la escritura sería narradora oral, cuentacuentos, hechicera que cura con historias… Si voy a un mundo más avanzado estaré a favor de la narrativa, sea como sea, creándola a partir de los medios disponibles. Tal vez en un mundo paralelo baste con soñarla y todos los que duerman o descansen, y quieran conectarse con mi mente, puedan hacerlo. Soñarán mi sueño —tal como ahora nos conectamos a internet o al correo electrónico—, verán las imágenes e historias que pueblan mi mente. Y puedan hasta participar en el proceso de creación, un inmenso e infinito libro interactivo sin soporte físico.

28 de agosto de 2011

El blog de Berenice la sirena


Conchita tiene 9 años, es española, hija de los marqueses de la Laguna y vive en el siglo XVII. A su padre lo han nombrado Virrey de la Nueva España y sin más ni más se ve desembarcada en Veracruz y encuentra una sirena en su plato de sopa. Se llama Berenice y aunque es tan pequeña como para caber sentada en una cuchara, es capaz de armar líos fenomenales y siempre hace su santa voluntad.
¡Si lo sabrá Conchita! que por culpa de Berenice estuvo a punto de ser devorada por un jaguar mientras tenía la mano atrapada en una planta carnívora. Con sus nuevos amigos mexicanos, Elotito y Nicolás, Conchita viajará a la Ciudad de México, que en el siglo XVII era muy Noble y Muy Ilustre, Imperial y Capital de la Nueva España.

Berenice la sirena tiene ahora su propio blog para recibir a sus muchos amigos colombianos, pues gracias a la Editorial Libros y Libros (Hillman Publicaciones) ha paseado por varias ciudades de la hermosa Colombia y conocido muchos niños, que podrán seguirla viendo aquí:






Camilo Sarmiento Prieto es el talentoso ilustrador colombiano
que ha dado rostro a los personajes de Berenice la Sirena

6 de mayo de 2011

Las cajas de China, reseña de Anabel Sáiz Ripoll en Pizca de papel


Por Anabel Sáiz Ripoll

Las Cajas de China,
De María García Esperón,
Colombia, Hillman, 2008

"Las Cajas de China" de la mexicana María García Esperón es un libro que presenta una particularidad narrativa muy atractiva. Esto es, puede leerse en dos tiempos que acaban confluyendo: el tiempo real, el del lector, que coincide con el del niño protagonista, y el tiempo evocado, el tiempo de las leyendas, de la magia que se desgrana en las historias que este mismo niño, Jerónimo, lee, a la vez que lo hace el propio lector. Se trata, pues, de un doble eje cronológico que implica directamente al personaje de ficción y al lector real. La escritora así logra un juego literario espléndido. "Las Cajas de China" no es solamente un relato de ficción, no, es mucho más que eso: es un conjunto de relatos que, a la manera medieval, están incluidos uno dentro del otro; de ahí el título del libro.
Gustavo Tajín es el tío aventurero de la familia Tajín. Él es quien envía a su sobrino Jerónimo un regalo muy especial: “… siete cajas, una dentro de la otra”. Este regalo viene envuelto en misterio puesto que, siguiendo las indicaciones de Gustavo, han de abrirse una por día. Eso supone un freno a la curiosidad y un ejercicio de disciplina por parte de la familia Tajín, el padre, la madre y los dos hermanos, Andrés y Jerónimo. Todos están deseando llegar a la séptima caja, pero saben que no deben hacerlo y siguen las instrucciones del tío aventurero, aunque con alguna excepción, que él mismo ya había previsto. La voz de Gustavo se hace oír sonora y recia a lo largo del relato. Ahora bien, esa curiosidad de los Tajín y de sus vecinos es la misma curiosidad de los lectores que, si quieren entrar en el juego que nos propone María García Esperón, han de seguir las mismas instrucciones y leer un cuento cada día. ¿O no? Eso… ya se irá descubriendo una vez hayamos aceptado las reglas del juego.
El amor, la amistad, la humildad, el respecto hacia unos principios son valores que se desprenden de los cuentos con los que María García Esperón ilustra estas fastuosas “Cajas de China”.
"Las Cajas de China", por lo tanto, contienen más de una historia. El hilo narrativo es el que marca la familia Tajín, con su devenir diario, sus problemas, sus quehaceres y sus preocupaciones. Así, los diálogos entre los Tajín son realistas, llenos de humor y gracia. María García Esperón describe con acierto a esta familia de la clase media mexicana. Trufa estos diálogos con términos propios de México, lo cual dota de mayor plasticidad al relato. Solo por esta historia ya valdría la pena leer el libro.
No obstante, aún hay más. El regalo de Gustavo Tajín consiste en evocar, para su familia, hermosas historias ambientadas en el Egipto de los Faraones, en la mágica India o en la propia China. Son las historias propias de las leyendas, del acervo clásico, pero rociadas de un tenue perfume y envueltas en el delicado papel chino. Así, conocemos a la princesa Medianoche, la historia de Meryt la mariposa, leemos parte del diario de William Clark o sabemos algo más del gato de Anup.
Gracias a estas historias, María García Esperón colma el deseo que, desde siempre, el ser humano ha sentido por conocer viejas historias, el deseo de saber algo más de nuestros orígenes y que nos lleva a sentirnos fascinados por las viejas civilizaciones orientales que, como en un prodigio, aparecen ante la familia Tajín. Como dice la propia escritora: “Las Cajas de China es un libro-regalo por naturaleza. A través de su escritura mi intención fue entregar a los niños la magia y fascinación de las civilizaciones orientales encerradas en siete cajas, una dentro de la otra, que el niño protagonista -y los niños lectores- tienen que ir descubriendo al seguir una lectura que debe detenerse cuando el narrador lo indica para retomarse una vez que la ilusión y la curiosidad hayan subido en el termómetro lector”.
"Las cajas de la China", en suma, es un libro poderoso porque encierra las llaves de la imaginación y cuando la imaginación se desata cualquier acontecimiento es posible. Los niños y niñas de 11 o 12 años leerán con gusto estos relatos, pero también los mayores y todos aquellos que, como Jerónimo y su familia, tengan la curiosidad a flor de piel.

Publicado en Pizca de Papel


20 de julio de 2010

La literatura infantil elevó mi conciencia: Alejandra Moglia

Alejandra Moglia es argentina. Trabaja como bibliotecaria en institutos educativos de Buenos Aires. Es el alma de una extensa red de intercambio de poesía, ficción e ilustración centrada en la infancia, llamada Literatura Infantil,  a través de una red social que se prolonga mediante los blogs y sitios web de creadores y lectores. 
Su quehacer ha resultado tan exitoso como original. Sin duda, Alejandra ha abierto caminos nuevos para la promoción de la literatura infantil y juvenil. 
También ha enfrentado problemas y de todo eso hablamos en una charla que de México a Buenos Aires se pintó de pies a cabeza con los colores de la infancia. 
María García Esperón



¿Qué representa para ti la literatura infantil?
La literatura es rescate, no escape
La literatura infantil es una parte muy importante de mi vida. Las primeras imágenes de mí misma siendo muy muy pequeña están asociadas a los libros y a las narraciones. Yo tuve acceso a la literatura infantil mucho antes de saber leer. Fue gracias a que en mi familia la narración ha sido muy importante como también comprar libros y armar una biblioteca especial para mí. Una de las primeras cosas que  hizo mi papá para mí con sus propias manos fue la cuna y la biblioteca para los libros de cuentos, y yo era una beba. Los libros eran para mí un universo fantástico y una verdadera fiesta, un viaje a lugares realmente maravillosos, habitados por otras gentes, otros mundos, y que gracias al libro los llevaba siempre conmigo.
La literatura infantil ha sido la puerta a la literatura para adultos. No hubiera llegado a Brecht, a Kafka, a Pizarnik, a Vila-Matas, a tantos pero tantos autores si la literatura infantil no hubiera estado presente en mi vida.
La escuela, las bibliotecas, los planes de promoción a la lectura son fundamentales para que un niño lea pero si el adulto más cercano, su referente más concreto no lee, no lo acerca al libro se hace bastante difícil que el niño se convierta en un lector.  Yo nací en una familia de clase media, con un padre que vivía de su trabajo y una madre ama de casa. Con abuelos y tíos abuelos que no habían tenido la oportunidad de hacer la escuela secundaria, con tíos con diversos grados de formación escolar y universitaria pero todos tenían en claro que el libro era algo esencial en la vida de un niño, y no sólo ellos, ¡hasta mis vecinos! Lo he contado en mi blog: Florinda y Marcial, los almaceneros de mi barrio, me regalaban un libro de cuentos cada cumpleaños mío, y Florinda lo elegía especialmente para mí. Mi mamá me ha confeccionado libros con dibujos hechos por ella, mi tía abuela me contaba un cuento maravilloso que jamás encontré en libro alguno y que me generaba una fascinación absoluta. Era ir a su casa y en la hora de la siesta recostarnos y pedirle que me cuente la historia.

Y también, los libros cumplieron una labor muy importante como sostén, como pilar del cual aferrarme en el Jardín. Yo tengo una historia muy particular: en el Jardín de Infantes no la pasé bien. Fui una niña muy tranquila que se callaba todo, no lloraba pero sufría mucho, y no me adapté en ese jardín y especialmente me sentía totalmente desprotegida en relación a la maestra. Mientras en mi casa todo era felicidad, esas cuatro horas en el jardín eran momentos de angustia. Estoy hablando del año 1970 cuando yo tenía cinco años. Para que yo fuera al jardín existía una sola cosa: comprarme un libro de cuentos. El ritual se repetía cada mañana. Salíamos con mi mamá más temprano de lo necesario y pasábamos por la librería Bramanti, en Saavedra. Allí, su dueña, –la veía como una abuelita- sacaba cantidades y cantidades de libros de cuentos para que yo los hojeara tantas veces como se me diera la gana, y mi mamá esperaba al lado mío hasta que, finalmente, elegía el libro que quería llevarme conmigo. Ese libro –que cada mañana cambiaba porque siempre era uno nuevo- era mi sostén en el jardín, era el tesoro por el cuál yo estaba allí. 
 El libro era el tesoro por el que yo estaba allí
Y un día pasó lo peor: la maestra nos dijo que teníamos que llevar nuestro libro de cuentos preferido para armar la biblioteca del Jardín y así todos pudieran leerlo, debíamos dejarlo ahí y retirarlo a fin de año cuando terminaran las clases. Llegó fin de año, la maestra renunció, puso un jardín y se llevó todos los libros. Fue llorar y llorar y llorar por noches y noches pidiendo por mi libro. Era un librito de editorial Sigmar que yo amaba profundamente: La Ardilla Cartero.  Mi tía finalmente me compró un nuevo libro de La Ardilla Cartero pero sólo me calmó en parte porque yo quería mi libro. Así que en aquel año 1970 mi vida se dividió entre el placer de comprar cada día un cuento, el sufrimiento del Jardín y la alegría de llegar a mi casa con mi familia, mis amigos, mis libros y los discos de María Elena Walsh que sonaban todo el día en el combinado. 

 María Elena Walsh: su voz instalada en los momentos felices
No sólo sus cuentos y las letras, sino su voz, la voz de María Elena está instalada en mí. Es escuchar esa voz y volver a un espacio de alegría, de contención, de felicidad.

Pero la literatura infantil no sólo me ha abierto las puertas a otros autores que posteriormente incorporé, abrió mi mente, elevó mi conciencia. En cada letra de las canciones de María Elena había muchas cosas para incorporar al debido tiempo, y así lo hice. Gracias a ella y tantos otros autores aprendí a darle rienda suelta a la imaginación, a la creatividad, a volar libremente; y también, aprendí, gracias a mi experiencia en el Jardín, que la literatura es rescate –no escape-y que siempre podré recurrir a ella. No es escape porque no se evade el problema con la literatura, al contrario, da herramientas para hacerle frente, para encontrarle la vuelta, nos muestra a nosotros bajo otras miradas, vemos a los otros que nos habitan y se transforma en una llave para conocernos y conocer a los otros. Por eso no es escape sino toma de conciencia. Yo viajé a otros mundos fantásticos con mis libritos de cuentos pero no evadí la realidad, la literatura me fortaleció y me abrió las puertas a otras maneras de pensar y de entender la vida.

La brecha que se forma entre un chico que no tiene acceso a la literatura infantil y otro que sí la tiene es muy difícil de achicar, y un chico no lee si los adultos no lo hacen. Tienen que leer los padres, los maestros, quienes los rodean. Y leer con convicción, por amor a la lectura. No sirve que un maestro elija un libro porque se adapta al grupo y pedagógicamente es ideal por x razones. Lo que vale es que el maestro ame ese libro, le fascine y pueda transmitir el amor por esa historia, por ese autor, por sus personajes.

Tu grupo Literatura Infantil en FB es impresionante. Cuéntanos su génesis, cómo lo ideaste, cómo fue creciendo, qué te ha enseñado y qué te ha desaconsejado.


Tuve la idea de crear una página de fans de Literatura Infantil. Debo reconocer que el primer motivo por el cual quise hacerlo ha sido como un humilde tributo a la literatura infantil y a lo importante que ha sido en mi vida. Y así lo hice pero la página fue denunciada, nunca supe quiénes la denunciaron y por qué. Decidí entonces comenzar de cero nuevamente y hacer un perfil denominado Literatura Infantil que en este momento tiene un número muy elevado de amigos y entre los cuales se encuentran escritores, ilustradores, editoriales, docentes, mamás, papás, etc. etc. Es un perfil de Literatura Infantil que no está pensado como tal para los chicos sino para los adultos y que cada uno de ellos tome lo que considere necesario o lo que le guste para los chicos.

 Imagen de La Memoria y el Sol, el blog de Alejandra. Ilustración: Ale Acosta
 FB tiene de bueno que la información se difunde de manera rápida y llega a mucha gente. 
Brinda la posibilidad de que muchas personas estén en contacto -más allá de mí como creadora del pefil- y se puedan crear puentes e incluso proyectos de trabajo.
Tiene el problema que estamos muy expuestos, y tengo algunos reparos con respecto a los modos de lectura que propone FB –y esto es algo estrictamente personal-: entiendo que como lectora tengo derecho al silencio que no es lo mismo que callar. Leer un poema, un cuento, una historia, un texto y tener que comentar todo el tiempo es algo que muchas veces me hace algo de ruido y me genera cierta incomodidad. Por supuesto que es maravilloso compartir opiniones, debatir pero hay momentos y hay lecturas, y especialmente me pasa con la poesía que si me siento muy conmovida quiero disfrutar en silencio, quiero ver qué me pasa a mí con todo lo que estoy leyendo, con las imágenes que me vienen.
Y pido disculpas por lo que voy a decir, esto también es algo estrictamente personal. Es muy probable que el problema sea que no termino de adaptarme a la modalidad de la red social pero me pasa que no comprendo por qué mucha gente al momento de leer un poema juzga para bien o para mal al autor, lo pone en tela de juicio, al punto de darle consejos de vida. Mi idea de lector, y de lector activo no es esa sino de ver qué se pone en marcha dentro mío con esa lectura, no ver qué le pasa al escritor ni mucho menos darle consejos de vida. Yo soy lectora y tengo derecho a reescribir la obra, y vivirla en silencio, y a compartirla en el momento y en el espacio que considere adecuados. Leo muchos textos en fB y   luego lo comparto con algún chico en el colegio, por ejemplo, y lo hablamos en la biblioteca.

 Sé que tu vida está tejida con tus lecturas, con los libros que has leído. Háblanos del primer instante en que fuiste consciente de que estabas leyendo. ¿Cuál fue tu primer libro? ¿Qué anécdota nos puedes contar relacionada con esas tapas y esas hojas y esas letras que estuvieron en tus manos de niña?

Yo aprendí a leer en primer grado, no antes. En el Jardín sabía leer algunas palabras sueltas, escribir mi nombre pero aprendí en primer grado como se estilaba en aquella época. Todos los cuentos que tenía en mi casa, de todo tipo y tamaño, pasaban por  mis manos y yo los sabía contar (pero no leer). Me recuerdo rodeada de libros, aunque comencé con los libros sobre animales. Tenía libros troquelados, libros de diversas formas con grandes ilustraciones de animales y el nombre de cada uno de ellos, otros tenían algo de información sobre el hábitat. También tenía libros para aprender la hora, etc. Jugaba mucho con las ilustraciones, recreaba historias a partir de ellas pero han sido muy especiales los cuentos maravillosos de los Hermanos Grimm y Charles Perrault. Yo tenía cinco años y sabía quiénes habían sido ellos. Si estudié alemán de grande fue por el hecho de tener la posibilidad de leer literatura alemana en alemán, y también, poder leer a los Grimm, hay tanta belleza en su redacción, tiene tanta magia. Podría decir que mi memoria es olfativa porque recuerdo especialmente el olor de esos libros –que conservo- y el de la librería Bramanti. Y también una memoria auditiva porque leía o me leían estos cuentos y los de María Elena Walsh pero también escuchaba todo el tiempo sus canciones. La voz de María Elena está instalada como una parte muy importante de mi infancia relacionada con los libros y los momentos más felices.

Mi infancia fue muy feliz. Alejandra y el abuelo
 Yo fui una niña lectora pero también amante de las películas de Disney. Sin embargo, en mi cabecita siempre prevaleció la historia del cuento en su versión original y no la del film. Por ejemplo: Blancanieves. La imagen de Blancanieves que tenía –y tengo- en mi cabeza no es la de Disney, ni mucho menos el final de la historia, y eso que yo tenía los libros de Disney de aquellos años. Mi papá había tenido la oportunidad de conseguirlos,  venían con el disco que narraba la historia y me había comprado los títulos principales, casi toda la colección, pero uno de ellos “La espada en la piedra” me lo compró en inglés y el tamaño es gigante. Es un libro troquelado que se puede ver por escena individual del film o abrirse y tener toda la secuencia completa. Es del año 1961. Ese libro ha sido muy importante para mí por lo original, porque además podía jugar con él. Por supuesto que lo conservo y tengo todos mis libros infantiles, pero volviendo a lo anterior, más allá de Disney, prevalecieron siempre en mí los personajes que mi mente construía con las otras ediciones y versiones de estos cuentos que mantenían la historia original.
Ahora bien, debo destacar que hubo un libro muy importante para mí, y fue el libro de lectura de primer grado. Se llamaba El libro volador. Fue un libro que me llevó a soñar con los libros y sus personajes. Amaba a El libro volador y también lo conservo.


 ¿Cómo y en qué momento hizo irrupción la poesía en tu vida?            
Pude percibir el dolor de Alfonsina

La poesía llegó a mi vida llegó también de muy pequeña de la mano de Alfonsina Storni pero primero llegaron ella y su historia de vida, luego sus poemas. Comencé a ir a Mar del Plata desde el año y medio. No recuerdo en qué momento pero desde que tengo uso de razón, en cada viaje a Mar del Plata visité el monumento a Alfonsina. Me recuerdo con cinco años, con seis años preguntando todo el tiempo ¿cómo murió Alfonsina? Yo no sé cómo me llegó por primera vez alguna noticia de su muerte y el dato que se había tirado al mar. Sí recuerdo muy bien que –ante tantas insistencias de mi parte- mi papá me respondía que Alfonsina había entrado caminando al mar y así se fue. Y yo la imaginaba con un vestido largo de tul caminando debajo de las aguas y hasta hacía dibujos sobre eso: dibujaba montañas, peces, agua y Alfonsina caminando bajo el mar. Sabía que había muerto pero la imaginaba viva. Luego, un poquito más grande estando ya en la escuela conocí el poema: Yo en el fondo del mar, y allí Alfonsina cuenta exactamente lo que yo me había imaginado. Creo que con cuatro o cinco años pude percibir el dolor de Alfonsina aún sin entender lo que pasaba y supe que todo lo escrito por ella era verdadero, que si bien todo lo que se escribe, sea ficción o no, nace de una verdad, que tiene que haber verdad en la literatura y en el arte, la poesía tiene una contundencia sobre la vida que no tienen otros géneros. Comparto lo que magistralmente dice Juarroz “Afirmo que la poesía es realidad, y para mí es la mayor realidad posible porque es la que cobra conciencia real de la infinitud”. Es así como de la mano de Alfonsina, pasando luego por Rubén Darío, Leopoldo Lugones, Conrado Nalé Roxlo, Federico García Lorca, Antonio Machado, Miguel Hernández, Pablo Neruda, Roberto Juarroz y tantos tantos poetas que amo profundamente y que son esenciales, llegué a Alejandra Pizarnik, y no hay retorno.


 Eres conocedora como pocos de la literatura infantil y juvenil contemporánea. ¿Has sentido necesidad de pasar a la creación literaria? ¿Podemos esperar en un futuro cercano una historia firmada por Alejandra Moglia? Y si es así, ¿qué tipo de historias te gustaría narrar?

Me falta tanto tanto por leer, no se llega a leer todo, a conocer a todos los autores… Me gustaría escribir pero realmente todavía no es el tiempo, no lo sé, hago intentos pero son sólo eso, pequeños intentos.
Me gustaría narrar historias que tengan algún origen en mi infancia porque la tengo grabada a fuego y porque es lo que jamás nadie podrá sacarme. Es el refugio de la vida.

Háblanos de tus autores favoritos, sean o no de LIJ, contemporáneos o antiguos. ¿Qué relación guardas con ellos?
 
Son tantos… los Hermanos Grimm, María Elena Walsh, Gianni Rodari, Alfonsina Storni porque mi infancia está ligada a ellos, Antonio Machado y todos los poetas de la generación del 27, Miguel Hernández, Federico García Lorca, Hermann Hesse que ha sido un autor muy imporante en mi adolescencia, Ernesto Sábato… después de leer Sobre héroes y tumbas nada fue lo mismo. Bertolt Brecht, me gustan sus obras de teatro, y especialmente sus poemas y canciones necesarias y cada vez más urgentes –aunque algunos digan que ha pasado de moda-. Franz Kafka, Roberto Juarroz, Alejandra Pizarnik, Roberto Arlt, Juan Gelman, Enrique Vila-Matas a quien he llegado de adulta pero es injusto mencionar algunos porque son tantos: Borges, Cortázar, Saramago, Orozco, etc. etc. etc y estoy dejando a tantos afuera…. y todos los autores de LIJ de mi país como Devetach, Montes, Shua, Roldán, Villafañe, etc. etc. Estoy siendo injusta. Actualmente he incorporado nuevos autores, incluyendo a los de LIJ también. Son muchísimos y el espectro se amplía cada vez más y FB nos permite intercambiar información e ir conociendo más y más autores y publicaciones, y seguir disfrutando de la literatura.

 ¿Cómo fue tu infancia?
Mi infancia fue muy feliz, me recuerdo rodeada de libros y discos, con una familia numerosa formada por abuelos, tíos, tíos abuelos, primos, también con vecinos y amigos de la familia, amiguitos míos de la escuela y del barrio. Me recuerdo feliz inmersa en mundo de fantasía y a la vez muy observadora de la realidad. Recuerdo nítidamente la década del 70 en Argentina, una década muy difícil, faltaba muy poco para la tragedia, para el peor golpe militar de la historia argentina. He sido bendecida en mi formación, habiendo tenido como primer maestra a María Elena Walsh.

Vi brillar a  Goyeneche en mi alma de niña
Tengo recuerdos de haber encontrado a Roberto Goyeneche en el Parque Saavedra. Fue muy importante para mí porque ahí se inició mi amor por el tango y por Goyeneche. No tendría más de 6 años, iba con mi abuelo caminando por el parque y viene hacia nosotros un señor que me llamó la atención. Pasa por al lado nuestro, me sonríe y me guiña un ojo. Y vi muchas estrellas multicolores alrededor de él, así lo vi en ese momento, vi brillar a Goyeneche en mi alma de niña.  Le pregunté a mi abuelo quién era ese señor y me dijo: es el Polaco, el cantor de tangos, nuestro vecino. El amor fue inmediato y para siempre.

Fui feliz y me sentí siempre muy amada y contenida no sólo con mis padres y familiares sino con mis maestras de la escuela primaria porque mi mamá me cambió de colegio y la primaria y la secundaria la hice en el Instituto San Francisco de Asís, del barrio de Belgrano y allí fui muy feliz, siempre recibí cariño y contención, amor y sensibilidad. También recibí un cariño muy fuerte de parte de vecinos quienes también fueron muy importantes en mi vida: Marcial y Florinda, los almaceneros, Don Camilo y doña Santina quienes se pasaban horas escuchando los disparates que yo les contab,a podría nombrar a muchos y a cada uno los llevo conmigo, cada uno aportó –junto con mis padres y familiares- a sembrar una semillita muy importante.
Cada cosa que pasaba era una fiesta para mí, y esa fiesta, toda esa alegría tenía su origen en poder estar con las personas que amaba, esa era la fiesta verdadera, lo mejor que podía pasarme.

 ¿Cuál sería para ti el libro de literatura infantil y juvenil ideal?
No sé si existe un libro de literatura infantil y juvenil ideal porque cada chico es diferente. Si bien a determinadas edades se sienten muy atraídos e identificados con algunas temáticas, aún así cada chico tiene su propia historia. Lo importante es que el libro sea un libro de literatura. Si hablamos de adaptaciones de clásicos, leyendas, etc, que esas adaptaciones estén hechas por autores de LIJ, que tengan calidad literaria porque queremos que el chico lea, y que lea literatura.

 ¿En cuál de los libros que has leído te gustaría entrar y vivir?
Son tantos los libros…. Me hubiera encantado entrar a Sobre héroes y tumbas, por ejemplo. Todos sus personajes están conmigo, siempre están presentes y cuando camino por Buenos Aires, también. Ir a Belgrano, pasar por la recova y saber que allí Fernando Vidal Olmos descendió a su propio infierno de maldad, o pasar por Parque Lezama e imaginarse que en algún lugarcito Alejandra está hablándole a Martín. Ha sido un libro muy importante en mi vida, en mi juventud.

Del Diccionario de Alejandra Moglia

Recuerdos: pedacitos de los otros y de nosotros que eternizamos en el presente para seguir viviendo.
Infancia: el refugio de la vida
Libros: caminos hacia uno mismo y hacia los demás
Sueños: combustible para caminar y seguir caminando
Felicidad: momentos, instantes que tienen la duración de lo absoluto, cuyo origen nunca es lo material.


Fotos: Alejandra Moglia