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31 de enero de 2013

El Lobo Feroz y El Duende No




Había una vez una librería que se llamaba El Lobo Feroz.

Era toda blanca y toda roja y los cojines para sentarse a escuchar cuentos estaban hechos de retazos de sueños.

La dueña de la librería se llamaba Lola y siempre se preocupaba porque su Lobo Feroz tuviera hambre, mucha hambre de libros, mucha hambre de historias.

Cuando los niños llegaban le rascaban la barriga al Lobo Feroz y le pedían sus libros. Y entonces reían o se emocionaban, sonreían y cerraban los ojos y se iban de viaje instantáneo a países lejanos y a islas encantadas. Se llenaban de amigos que podían ser niños o niñas, pero también dragones y marcianos o caballos blancos como la espuma.

Un día, llegó a la Librería un duende.

Y era un duende perfecto: gorro terminado en punta, calcetines de rayas y zapatos rojos también terminados en punta. Dijo ser un Amigo de papel y se le dibujó una sonrisa de orilla a orilla.

 Tal vez fueron los zapatos rojos lo que más le gustó al Lobo Feroz de este duende, pero dicen algunos que no, que lo que más le gustó fue su nombre...

¿Quieres que él mismo te lo diga?

Durante todo el mes de febrero, este duendecillo estará en la Librería El Lobo Feroz de Valladolid, pues su ilustradora, Yolanda Falagán, ha montado en complicidad con Lola una exposición de esos mágicos dibujos suyos que a todos nos encantan.

La cita es en Paseo Zorrilla 9, Valladolid, donde el mes de febrero tiene gorro de duende y hambre de Lobo Feroz.

María García Esperón

8 de noviembre de 2011

Un puñado de besos, de Asunción Carracedo, un CD para compartir la suerte



Hace tiempo descubrí que era una persona afortunada, con suerte. Estaba rodeada de gente que me quería de mil maneras diferentes y me daba besos de muchas clases y sabores. Entonces, comencé a guardar esos besos para no perderlos, para que no se me escapara la felicidad en ellos contenida. Así logré reunir un buen puñado. Entonces me di cuenta que era muy egoísta guardarlos para mí sola y decidí compartirlos. 
Asunción Carracedo Gómez

Un puñado de besos, de Asunción Carracedo


Un puñado de besos
Voz: Asunción Carracedo
Música: R. Schumann, interpreta al piano Claudio Arrau





30 de julio de 2011

LA LUNA DE DOS MANERAS





Hace tiempo llegó desde Cuba "una luna"  de turismo a mi rincón de León. Alguién le había hablado de lo hermosa que es esta ciudad, de sus calles, de sus parques, de sus gentes. Solo diré, que ese "alguien" adopta forma de hada, es maga, poeta, amiga y artista completa. El que quiera descubrir su identidad secreta que se pase por aquí
En su cielo se instaló esta lunada turista, que no necesitó equipaje, tan solo traje de encaje y papel. Y me hizo guiños cada una de las noches hasta hoy. ¡¡Qué insistente resultó ser esta "plateada dama"!!! Bien sabía ella que no podría resistirme a su mágico mirar y que en algún momento, bajo su hechizo, mi voz se iría con ella, muy alto, muy lejos,,,  de regreso al cielo desde dónde la pluma de un gran poeta, para todos la dibujó en este bellísimo poema:

"LA LUNA DE DOS MANERAS" del poeta cubano Jorge Luis Peña Reyes




LA LUNA DE DOS MANERAS
Mientras espero la luna
abuelo siempre me cuenta:
La luna de dos maneras
Cuando la tierra  era chica
y la luna  era doncella
la segunda se cansaba
de acompañar las estrellas;
siempre tan fría, tan sola,
siempre alejada y ajena
de todo cuanto ocurría
acá lejos, en la tierra.
Cada una por su rumbo
giraba como las ruedas,
perdidas en el espacio
sin saludarse  siquiera.
Reconciliación
En una noche de eclipse
con la galaxia de fiesta
después de  pocas palabras
se escucharon confidencias:
-Perdón,
-No importa,
-Te quiero
y se abrazaron serenas
como si allá en el principio 
el  mismo  abuelo  meciera
en un enorme sillón 
a estas dos  niñas traviesas. 
Al final, dijeron  ambas:
somos un dúo de reinas:
hagamos trato las dos
e intercambiemos riquezas...
Regalos
Y quedaron amistadas
prima luna y prima tierra:
La tierra  entonces lució
una larga primavera
colmada de luz, de velos,
de pájaros y de perlas. 
La luna  quiso llevarse
un ramo de flores nuevas
y a  cambio de  su relumbre
Tierra brindó una   parcela
con las flores que su prima
insistente le pidiera.
 Los intrusos
Lo que nadie imaginó
— para colmo de sorpresa —
fue que al fondo de la loma
dos ratones existieran
durmiendo plácidamente
en su cálida caverna.
Despertaron en el cosmos
y al salir de su trinchera
¡qué raro estaba el paisaje!,
repleto  de luces sueltas
que escapadas como peces
cruzaban   la mar  inmensa.
Dos ratones en lo alto
jugaban a ser planetas.
Dos ratones en la luna
(¿en la luna de Valencia?)
 Guerra
A la hora del almuerzo
y  ya con hambre de fieras
salieron de  recorrido,
y no encontraron ni piedras.
Coincidieron  en comerse
las pocas  flores  violetas
que lucían en el techo
de su cálida vivienda. 
Cuando todo  lo comieron 
les supo amarga la arena
y empezaron los mordiscos
los insultos  y  la guerra.
Y las hambres continuaron,
y añoraban las despensas... 
Convenio
Luego de mucho pensar
entregáronse  a la siembra,
(se hicieron vegetarianos)
y plantaron flores frescas
con las escasas semillas
que tenían de reservas.
Quedó la luna partida
en dos porciones  gemelas
y en cada mitad de luna
una patria, una bandera,
dos farolillos dispersos,
cuatro angustiadas orejas.
El centinela
Acá en la tierra vivía
un gato que era poeta
y encima de los tejados 
soñaba  con las estrellas:
esos buenos  pececillos 
de  parpadeantes aletas.
Pero la luna, ¡la luna
era su pasión primera!
Tan intrigado quedaba
al ver su cara incompleta
que  mil preguntas tenía
sin una sola respuesta.
¿Por qué vuelve tan delgada?
¿Por qué no está como era,
si en las noches  parecía
una encendida moneda?
Indiferencia
Mas a los gatos  vecinos
les dio lo mismo que fuera
una uña en el espacio,
o una blanca  panetela...
¿Para qué sirve la luna
si la noche siempre llega?
— le decían—  y el minino
se  moría de tristeza.
El plan
Mas el gato era romántico
y se buscó una escalera,
una novia, un telescopio
y se plantó en la azotea
del edificio más alto
del que  noticias tuviera.
Allí  armó su observatorio,
allí besó  a su princesa...
Y nacieron  luces, puentes
del beso  hasta las estrellas. 
En  la silla  de la noche
se sentó  la luna quieta,
con sus atuendos de  oro
y la  mirada de seda
El encuentro
Cuando llegaron, por poco  
surge la segunda guerra;
entre los gatos románticos
y los ratones que eran
los primeros pobladores 
de aquella lámpara inmensa.
Los gatos se pertrecharon
de mil o dos mil poemas,
mas  los ratones huidizos
no presentaron defensa;
con sus patas excavaron
millón y medio  de cuevas.
Levantaron tanto polvo
en su  incansable carrera
que nadie más vio la luna
por una semana entera.
De los  cielos se colgaba 
una gran pelota hueca,
una pálida burbuja,
una fruta macilenta.
La gente temía mucho
a causa  de las mareas
y en el mundo las noticias
eran lamentos y penas.
Paz
Pero un  día los rivales
resolvieron  una tregua:
Moribundos  y transidos 
se sentaron a la mesa.
Nada ofrecieron  los gatos
más que un plato de poemas
y los ratones, semillas
tallos y  lechugas frescas.
Hubo diálogo de paz:
Canto, risa, brindis, fiesta.
Desde  entonces viven juntos.
(de vez en cuando pelean,
pero  todo se termina
alrededor de la cena)
Por eso
Lejos parece la luna
un queso lleno de huellas
y a causa  de los ratones
los mininos se  desvelan.
De madrugada  los perros 
aúllan, pues les molesta
que los gatos de la luna
canten aún sus poemas.  
Puedes llegar a la luna
al menos, de dos  maneras:
Con un telescopio enorme
de los  que usa la ciencia
y con un beso de amor
bajo la noche más negra.
Esto me cuenta el abuelo
mientras la luna no llega.

texto: Jorge Luis Peña Reyes (Cuba)
voz: Asuncion Carracedo Gómez (España)
música: R. Schumann (Escenas del bosque, Op.82 y Escenas de niños, Op.15 - Caludio Arrau al piano)
imágenes: tomadas de internet.
realización : "Amigos de papel". A.C.G. 2011

3 de julio de 2011

HORAS EXTRA



"Horas extra" alude en su título a una dualidad: la de la poesía, entendida como un vivir más y más intensamente la existencia; y también a un hecho concreto personal: el accidente de tráfico sufrido por su autor en diciembre de 1997, después del cual todo el tiempo recibido es interpretado como un regalo, como un don. De ahí que el libro unifique en su textualidad ambas cosas: la creencia en la escritura poética como modo y medio de salvación que, sin abandondar del todo su anterior nihilismo gozoso, introduce en él un sentimineto poéticoy vital de naturaleza transcendente.....

HORAS EXTRA de Jaime Siles recibió el I PREMIO "UNIVERSIDAD DE LEON" DE POESIA.

La entrega del premio tuvo lugar en un acto celebrado el pasado 9 de junio en el Hostal- Parador de San Marcos de la capital leonesa, organizado por la Universidad de León (ULE) y la Editorial Everest.



Durante la cena-velada literaria, Jaime Siles recitó algunos versos de su obra «Horas extra», al tiempo que se hizo entrega de un ejemplar de la misma a cada uno de los asistentes a la velada. Se trata de una edición numerada y personalizada por el autor, quién ha estampado su mano y firma en una serie limitada de libros, con una tinta obtenida de la mezcla de agua de la albufera valenciana, tierra de León y pigmento verde. 

Jaime Siles (Valencia, 1951) es doctor en Filología Clásica por la Universidad de Salamanca, catedrático de Filología Latina en la Universidad de Valencia, y presidente de la Sociedad Española de Estudios Clásicos. En su extensa y exitosa trayectoria, ha ganado numerosos premios ente los que se pueden destacar el ‘Ocnos’ (1973), ‘Internacional Loewe’ (1989), ‘I Internacional Generación del 27’ (1998), ‘Teresa de Ávila’ al conjunto de su obra (2004), el Premio de las Letras Valencianas (2004), y el ‘Tiflos’ (2009).
En su faceta de crítico literario, ha colaborado con varias publicaciones y revistas, y finalmente hay que apuntar que atesora varias condecoraciones y encomiendas, al tiempo que forma parte como académico correspondiente de las Reales Academias de Historia y Bellas Artes de San Carlos.






**para la realización del videomontaje he seleccionado algunos versos del poema que da nombre al libro "Horas extras", que aparecen remarcados en el texto. Al igual que los organizadores de la velada, con este video solo pretendo -tomar la poesía como referente por su gran aportación a la comunicación emocional, relacionando personas, lugares, pensamientos y sentimientos a través del tiempo-**

HORAS EXTRA

Por el mar de la tarde
voy muerte adentro
de las horas y días
de los que vengo.

Por el lienzo del aire
navega el cielo
y las nubes lo tiñen
de un rojo intenso.

En luces de ceniza
a mí me veo
a la orilla del agua
de un río negro.

A la orilla del agua
de un río negro
donde un paisaje chino
pinta un cerezo.

En sus hojas resuena
el aire y dentro
de mis ojos se escucha
sonar el cielo.

Qué lejos de mí mismo
allí me encuentro
y qué cerca de mí
me voy sintiendo.

Por el mar de la tarde
voy hacia dentro
de la horas y días
de los que vengo.

En el mar de la tarde,
sonoro cielo,
en el mar de la tarde
muero hacia dentro.

Nada se escucha ya
dentro del eco.
Nada se escucha ya
sino el cerezo.

En el mar de la tarde
todo es destello.
En el mar de la tarde
todo es reflejo.

La muerte avanza sola
hacia mi cuerpo:
entre ella y yo se alza
sólo el cerezo.

Sólo el cerezo solo.
Sólo el cerezo.
La muerte se me acaba
en dónde empiezo.


@ Jaime Siles
voz e imágenes: Asunción Carracedo
música: Yanni
realización. "Amigos de papel". A.C.G. 2011