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19 de octubre de 2011

Kyra Galván o el pecado de la inteligencia

Kyra Galván. Foto: María Meléndrez Parada. La Jornada
Por María García Esperón

Kyra Galván es mexicana, economista, traductora, poeta y escritora. Una mujer inteligente engarzada en la contemporaneidad de un país complejo como pocos, que aborda la verdadera y pecaminosa historia de la monja más célebre  después o a la par que Teresa de Ávila: la jerónima Juana de Asbaje, mexicana, científica, lingüista, poeta y escritora. 

Los indecibles pecados de Sor Juana, publicado por Planeta en la serie de novela histórica MR en septiembre 2010 es una historia verdadera. Porque es un camino que la inteligencia ha emprendido para expresar la esencia del "objeto-sujeto" de su andadura. Una monja escritora y famosa en pleno siglo XVII mexicano. Pecaminosa la historia porque tanto la investigación como la connaturalidad afectiva con que procede la artista Kyra Galván para develar la verdad de su objeto-sujeto revela que la monja rompió con la pobreza, la obediencia y la castidad de su condición religiosa, observando -y esto estaría por verse- solamente el voto de clausura.

Una gran erudición tiene este libro en sus cimientos. Pero en ningún momento se antoja pedante ni pomposo. El encanto, aire de los grandes maestros del género, atraviesa cada página otorgando el conocimiento en bocanadas de deleite. El lector verá desfilar al marqués de Mancera y a Leonor Carreto, a María Luisa Manrique y a don Carlos Sigüenza como si fueran sus conocidos de todos los días. La voz narradora de la sobrina de Sor Juana, Sor Isabel María tiene un misterio inquietante, parece salida de la tumba recién abierta de una reclusa en San Jerónimo y es una muerta tan viva como solamente puede ocurrir en el México de Rulfo, de Posada, de noviembre y de Mixquic. 

Macabra y humorista, envidiosa y leal, sentimental y colérica, Sor Isabel María es la autora de estas revelaciones conmovedoras sobre la personalidad de la jerónima, que lee la protagonista femenina, Laura Ulloa, en el curso de una investigación para un posgrado en Sevilla. 

Retrato de Sor Juana
Miguel Cabrera
Juana-Isabel-Laura-Kyra: cadena platónica de voces que se complementan y extrapolan, que juegan en el tiempo y con el tiempo, que pelean desde la condición femenina, que denuncian a los poderes, que se enfrentan a ellos, que saben ganar y que saben perder. Pasa la Inquisición y la sombra de Galileo. Pasa la Iglesia  y de nuevo el poder para castigar el único pecado que no puede perdonarse, el que es verdaderamente indecible, el que justifica la persecución y el soborno y la tortura: el pecado de la inteligencia.

Muerta Sor Juana, el sistema la eleva a los altares. Se estudia y no se lee. Se analiza y no se vive. Se santifica y fija y pule esplendorosa. Pero su grito, cuando emerge, se apaga, se ignora y se ahoga. Cuando entre nosotros una mujer o un hombre demuestra de algún modo una inteligencia excepcional el grupo reacciona apagándolo: ¿Cómo te atreves? Todos somos igualmente peores y tú el peor o la peor de todos. Sólo los pobres de espíritu van al cielo. Lo demás es soberbia, vanidad. Firma aquí, con tu sangre. ¿Listo? Gracias por abjurar aunque todos sabemos que eppur si muove...



Retrato de Sor Juana
Juan de Miranda
Del enigma de la abjuración de Sor Juana, de esos últimos años que tuvo que vivir renunciando a ser ella, expiando el indecible pecado de la inteligencia, Kyra Galván ha construido una hipótesis novelística tan deslumbrante que si non è vera, è ben trovata. Si todo lo que ha develado en este libro excepcional no es cierto, merece serlo, por bien estructurado, por bien hallado por una mente de escritora que ha dejado plasmada en estas páginas su madurez intelectual y gozosa.
En una entrevista de 2010, Kyra Galván manifiesta que ha intentado poner carne a los huesos de Sor Juana. Ha hecho esto y más, mucho más. Ha puesto pasión, motivaciones, olores, colores, lenguaje, detalle, humor, aventura, deliciosa truculencia, suspense, alquimia, humanidad, amor, inmortalidad y poesía. Ha llenado los huecos de la crónica oficial con una imaginación empapada de memoria. Memoria colectiva, memoria lógica, memoria femenina y memoria mexicana. Ha desentrañado a la monja de los billetes y de los libros de texto y hasta de cierta hagiografía para jugar con un desparpajo y una inteligencia que hubieran encantado a la jerónima y que a nosotros lectores y lectoras del siglo XXI nos seducen e interpelan, nos hacen reír y nos hacen pensar, relacionar, volver a leer y volver a mirar.

Venus de Urbino. Tiziano
Porque tiene una gran dimensión iconográfica este libro. La portada basada en una idea original de Ámbar Galán y que obedece a la imaginación de la escritora es ya una alegoría que hubiera aprobado la creadora del Neptuno alegórico. Una alegoría y un sincretismo como Quetzalcóatl y la Virgen de Guadalupe, como Sor Juana misma, como los retablos barrocos y los exvotos: mirada sobre mirada que a fin de cuentas nos mira. Rompecabezas que el lector armará, como armará las piezas dispuestas en una novela que, al igual que todas las grandes obras, nos habla finalmente de nosotros mismos.

27 de septiembre de 2011

María entre el presente y la memoria. Una entrevista desde Cuba de Jorge Luis Peña Reyes

María entre el presente y la memoria

Por Jorge Luis Peña Reyes

Quién pudiera como el río/
ser fugitivo y eterno:
Partir, llegar, pasar siempre/
y ser siempre el río fresco/.
Dulce María Loynaz

Puedo  remontarme al año 2009, punto de partida de esta relación que nació mientras rastreaba en la red la convocatoria del Premio hispanoamericano de  poesía para niños. María García Esperón, escritora mexicana, era ese nombre reiterado en las páginas del Google por merecer el lauro de este importante certamen en la edición del 2005 y también por su constante labor de promoción. Allí estuvo, accesible  desde la primera vez, y fue tanta la empatía entre esta multipremiada autora, entusiasta promotora, buena amiga de tantos y quien subscribe, que hemos fundado y soñado proyectos comunes, en una cofradía difícil de imaginar desde la distancia. Su apego a la novela histórica ha sido muy reconocido en varios países del mundo al igual que su trilogía El Disco del Tiempo, Querida AlejandríaEl Disco del cielo, este  último publicado hace unos meses por la Editorial cubana Gente Nueva, razón por la cual surge este diálogo que pretende ser un puente entre el interés de esta autora  por civilizaciones antiguas y su compromiso con el presente.

-¿María de dónde te llega la afinidad por las culturas milenarias?

-Mi afinidad por las culturas antiguas procede de mi primera infancia. A los cuatro años, en un libro ilustrado de una historia mitológica griega, me subyugó todo: el mar, las túnicas, las islas, los dioses. Eso fue decisivo, yo pedí que me enseñaran a leer en ese momento, para poder descifrar los sentidos que intuía. Y mi interés infantil más adelante, se dirigió a los vestigios de las grandes civilizaciones mesoamericanas: los aztecas, los teotihuacanos. A los nueve años yo quería ser arqueóloga y le rogaba a mi madre que me llevara al Museo de Antropología a ver las estatuas, las inscripciones, los monumentos.


-¿Necesitas la literatura como una manera de evadir  tensiones del mundo contemporáneo o apelas a la periodista que eres para encarar estas realidades?

-Trabajé en un periódico durante siete años, siempre enfocada al periodismo cultural. Claro que la cultura en cualquier país está inserta en una realidad sociopolítica de la que ni es posible ni es ético evadirse. Al enfocarse a lo cultural, a su estudio, crónica, seguimiento, adquieres una percepción diferente a la que otorga la primera plana de cualquier periódico o noticiario nocturno, que están dedicados, por lo menos en México, a los políticos y a los criminales. Al seguir la cultura te das cuenta de la enorme fuerza que en su historia y en su creación posee cualquier pueblo y empiezas a encontrar esos reductos de resistencia, de energía, de futuro, de evolución hacia mejores estadios que a primera vista no aparecen. Del periodismo pasé a la creación literaria para niños y jóvenes y encontré un nicho particular: rescatar los tesoros de nuestros más promisorios orígenes para traerlos al presente y en esos vehículos portentosos que son los libros, entregarlos a los jóvenes lectores, tan promisorios como el origen del que hablo.
           
-¿Por qué los niños como destinatarios de tu obra literaria?

-Porque con los niños todo empieza, el mundo vuelve a nacer. Cuando tenemos hijos volvemos de algún modo a un mágico punto de partida, es la oportunidad de hacerlo todo de nuevo, de pensarlo todo, de hacerlo y pensarlo bien. Escribir para niños es una experiencia de origen, en ella caben la ilusión, la esperanza, el deseo de correr aventuras, de viajar, de coincidir, de enamorarse de esa manera tan pura como ocurre en la infancia.

-La poesía y la novela son géneros que se complementan en ti. Una requiere de síntesis y otra de digresión. ¿Cómo puedes convivir con ambos conceptos sin que te roben terreno?
           
 -Yo soy amante eterna de las obras de Homero, de la Iliada y la Odisea. En esa épica que nos fundó la literatura universal conviven lo narrativo con la expresión poética, que percibo como sagrada. Un modo de contar los hechos en el que el mismo lenguaje hace que se relacionen con un nivel superior, que eso lo explique. El Logos que se expresa a través de la poesía, es más rico que la lógica, que la simple cadena de causas y efectos. Soy más narradora que poeta, pero naturalmente tiendo a contar las cosas a través de una prosa poética.

-La promoción a los autores es parte fundamental de tu diario hacer. ¿Cuál es tu meta?

-Dijeron los clásicos que la amistad es un alma en dos cuerpos. Los autores que promuevo son esas almas que amo, en el sentido del AGAPE griego. Ha sido una especie de comunión, de convertir mi ser a esos sentidos hermosos que resplandecen en la creación del otro, y de este modo hacerlos míos y poder llevar esa felicidad encontrada, ese amor sentido, a alguien más.

-¿Crees que la red es un camino viable para la difusión de los autores? ¿Cuánto le debes a este andar por el ciberespacio?

-El ciberespacio se me reveló como mi medio natural cuando descubrí las posibilidades de Internet a fines de los noventa. Dialogando en Internet, investigando y reflexionando escribí mi primera novela, gané un premio de literatura y encontré mi camino. Si no existiera Internet yo no hubiera escrito, o no hubiera seguido escribiendo. Necesito como autora la interacción, el diálogo, la palabra que se extiende y abraza. Más que la obra en sí, me atrae la comunicación, el hecho comunicativo, el poder incidir en la realidad, transformar y transformarme.
Y sí, la red es uno de los mejores caminos para difundir la creación de un autor, y hoy por hoy, de un autor para niños.
           
-Tus novelas Mi abuelo Moctezuma y Copo de Algodón describen el difícil encuentro entre dos  culturas,  dos puntos de la geografía que marcan tu pasión. ¿Si tuvieras que trasladarte definitivamente y renunciar a uno de ellos, por cuál te decidirías? 

Yo amo profundamente a mi tierra. México es para mí una mística. Pero desde muy pequeña sentí la atracción, el amor por España. Entonces me “contra-eduqué”. Como nación, México es una fundación del siglo XIX, hecha por criollos que se levantan contra el poder español. Los años que siguieron, el movimiento revolucionario que enfatizó los valores culturales mexicanos a través de la creación artística de esos titanes que fueron los muralistas, y de los escritores como Juan Rulfo y Mariano Azuela y en particular los años setenta del siglo XX, cuando yo era niña, acusaban un nacionalismo entendido en gran parte como un rechazo a España, como un grito de independencia constante, un rompimiento: soy mexicano porque no soy español, no quiero serlo. Pero yo he sentido un supranacionalismo: estamos insertos en una cultura común, es un mismo río. Lo comparo con el siglo de oro de Pericles: fue posible el gran florecimiento ateniense porque hacia Atenas regresaron los más eminentes griegos de las islas y del Asia Menor, como Anaxágoras, por ejemplo. No eran griegos continentales, sino griegos por cultura que sintieron la necesidad de comunicar, converger, ofrendarse en un proyecto común, que nos dio la Acrópolis, la democracia, a Sócrates y a la filosofía de Platón. No veo separación entre México y España sino una continuidad. Esto se vio clara, entrañablemente, en los años de la guerra civil española, cuando los exiliados del franquismo en México encontraron simplemente su casa, no un asilo, ni un favor, sino su casa, a la que llevaron lo mejor de su pensamiento, su poesía. ¿Si tuviera que trasladarme? La tierra en la que he nacido tiene la última palabra. La unión es tan profunda que si tuviera que dejarla diría como en la Canción Mixteca: Oh tierra del sol, suspiro por verte.

Eres una autora que elabora libros en corto tiempo. ¿Cuántos años de investigación necesitas para completar una historia?

Se puede decir que he hecho investigación de estos temas relacionados con las antiguas civilizaciones durante toda mi vida. Son paisajes, personajes, hechos, sentimientos que hice míos por connaturalidad afectiva. Cuando he empezado a escribir una novela, por ejemplo Querida Alejandría, es porque he sentido que ya estoy en esos tiempos, en esos espacios, contemplando esos rostros. Claro que al construir la novela acudo a los referentes bibliográficos y siempre cotejo datos. El procedimiento que he seguido es escribir como si se tratara de mi propia memoria. 



Jorge Luis Peña Reyes es un poeta y escritor cubano nacido en 1977.
Es licenciado en Educación y ha obtenido numerosos premios y menciones de literatura, como la Beca de Creación Poesía del Sur 2000, el Premio Principito en Poesía y Cuento y el Premio Mundo Marino, entre otros.
Ha publicado los libros Avisos de bosque adentro, Donde el Jején puso el huevo y La corona del rey.

28 de agosto de 2011

La fórmula de la creación

La creación de América Latina en Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez
Por María García Esperón


El mundo era tan reciente que muchas cosas carecían de nombre…

Los pueblos del libro no necesitan la propiedad privada de la tierra. Se han hecho la patria de palabras. Amparados en ella viajan hacia la tierra que nadie prometió pero que es huerto bien plantado en el libro de su fundación.
En él, las palabras son recientes para un mundo innominado, mundo hallado por exiliados de espacio y de tiempo que, para no tener que emprender el camino de regreso, escuchan un sonido en un sueño y hacen un nombre de ese sonido y de ese nombre un pueblo: Macondo.
En la poesía de fundación homérica el nombre tiene resonancias sagradas. Los hombres llaman a las cosas de tal modo, pero los dioses conocen su otro nombre. Macondo es el nombre sagrado de América Latina porque nació en el sueño de un sonido, porque fue canción primero y como saben y ejecutan gitanos y chamanes: el canto crea al mundo, que es redondo como una naranja porque es la proyección circular del cantor-creador, ouroboros que muerde su cola de cerdo para alimentar los inicios de miedo y de vitalidad, de materia oscura y apetencia celeste, para que todo vuelva a empezar de nuevo cuando Macondo muerda la cola de su origen.
En el origen las cosas están desnudas de su nombre. Crear es nombrar. Nombrar es señalar con el índice. El índice se llama así porque muestra, demuestra, nombra, enumera… El nombre puede ser el número. Número de palabras que por progresión de Fibonacci se desenvuelve de la frase del inicio colocada en un punto de la circunferencia del texto que, claro está, es la mitad del asunto, in media res de la realidad profunda, frente al pelotón del fusilamiento cuando dicen que pasan los innumerables días en la piel de un efímero segundo infinito...

La fórmula de la creación

4 de febrero de 2011

Guía Literaria de Andrés Acosta el 9 de febrero


El escritor mexicano Andrés Acosta impartirá una charla en el Centro de Creación Literaria del INBA "Xavier Villaurrutia" el miércoles 9 de febrero, a las 19:00 horas.
Nuevo León 91, colonia Condesa.

8 de agosto de 2010

Copo de Algodón: reseña de Anabel Sáiz Ripoll en CULTURAMAS

  

Copo de algodón, de María García Esperón. Il. Marcos Almada Rivero. México, Ediciones el Naranjo, 2010.

Por Anabel Sáiz Ripoll.

Una niña escribe acerca de sus padres y de sus propios sentimientos. Una niña se admira de su tiempo. Una niña es testigo de la historia. Una niña observa cómo se comportan los que la rodean. Una niña presiente que algo en su vida está cambiando. El tema es universal y podemos encontrarlo en multitud de relatos que, con mayor o menor acierto, consiguen que el lector o la lectora se emocionen y sientan, como suyos, la peripecia de la protagonista. En este caso, María García Esperón, la autora de Copo de algodón, su obra más reciente y la que estamos reseñando, logra todo eso y mucho más porque, con su prosa diáfana, cargada de resonancias, como una caracola de los tiempos, nos acerca a un episodio importante, trascendental, de nuestra historia, de la nuestra y de la de México, puesto que alude a los últimos tiempos de Moctezuma y a la llegada de los conquistadores quienes, con Hernán Cortés a la cabeza, no entendieron a la civilización azteca y la condenaron al silencio, en aras de una religión, de una cultura superior, de unos valores encomiables; pero, en el fondo, como en cualquier conquista, los motivos fueron económicos, en forma de oro. Lo bueno –y lo positivo- fue que desde España, los conquistadores, llevaron el idioma allá y, gracias a él, ahora nos podemos entender y podemos leer textos tan emocionantes como Copo de algodón...

Reseña completa en CULTURAMAS

1 de agosto de 2010

David García Hernández: El aroma musical de la nostalgia


David García Hernández es un joven y polifacético músico mexicano que desde hace muchos años ha investigado la persona histórica de Copo de Algodón. Él ha sido uno de los primeros lectores (si no es que el primero) de esta novela publicada por Ediciones El Naranjo.
Me he acercado a David para proponerle una experiencia poco común: una entrevista del autor al lector. Y así, en los últimos días de julio hablamos de música, libros, niños, historia y fe en nuestro país, de esperanza y amor por la ciudad en que, al igual que Copo de Algodón, ambos nacimos:

México,
la rodeada Tenochtitlan,
hace muchos sueños,
por círculos de jade. 

 En qué momento de tu vida sentiste que tenías vocación por la música?

Aunque mi primer contacto con la música lo tuve a través de Cri Cri, logrando llamar mi atención a través del sonido del piano, fue a la edad de 7 años, imaginándome tocar este maravilloso instrumento sobre una consola de la sala (de esas que encontramos ahora solamente en bazares de antigüedades), mientras escuchaba "Balada para Adelina" en la interpretación de Richard Clayderman, cuando descubrí mi pasión por la música.

La verdadera vocación la encontré al darme cuenta de que mi interpretación al piano, lograba transmitir emociones al público, a la edad de 23 años, cuando logré ganar mi primer concurso de piano en un encuentro Interpolitécnico, institución donde alcancé el título de Ingeniero Bioquímico, y donde pude ver realizado mi sueño de aprender a tocar piano. Recuerdo haber sentido muchos nervios antes de subir al escenario en la primera eliminatoria, tanto que pensé seriamente abandonar la contienda. Mi sorpresa fue que al pisar el escenario y observar la atención del público sobre mí, el nerviosismo se alejó para dar paso a un deseo muy grande por ver el concurso más que como una oportunidad para ganar un reconocimiento, como una forma para halagar y complacer al público presente. 

¿Cómo y cuándo llegó a tus ojos y a tus manos la lectura?

Mi encuentro con la lectura fue accidentado. Leía solamente por cumplir y aprobar materias en la escuela, o para cumplir con mis responsabilidades laborales en mi empleo dentro de la industria farmacéutica. Recuerdo que cuando cursaba el tercer año de primaria, logré ganar un primer lugar en una muy cerrada final de un concurso de lectura en voz alta. El jurado no podía decidir quién merecía el primer lugar entre una niña y yo, y fue una lectura que hacía referencia al día de muertos la que marcó la diferencia, cuando pude leer fluidamente la palabra "Cempasúchil".

Fuera de ello, mi afición era pobre, hasta que durante una visita guiada en Teotihuacán, a la edad de 28 años, el instructor nos recomendó leer "La visión de los vencidos" de Miguel de León Portilla, en donde afirmó, existía evidencia documental de que en el México prehispánico había personas de piel blanca. Este tema despertó mi curiosidad por la lectura, y me propuse buscar cada libro al que hacía referencia el primero. De esta manera me di cuenta de que la conquista de México tenía dos versiones: La de los españoles a través de Bernal Díaz del Castillo, y la de quienes se consideraron como vencidos, escrita a partir de manuscritos que dejaron mexicas que vivieron este proceso, y algunos otros que sobrevivieron a ello.
 

Sabemos que profesas un nacionalismo musical. ¿Cómo describirías el alma musical de México?

El alma musical de México tiene un colorido intenso y único en el mundo, que se tiñe con nuestras riquísimas tradiciones, valores, picardía, alegría y romanticismo, fácilmente perceptibles cuando tenemos oportunidad de acercarnos a sus notas. Esta forma de sentir la música mexicana me inspiró a componer los temas de mi proyecto titulado "El Color de mi Tierra", a manera de homenaje a algunos de los estilos más representativos de la música popular mexicana.
 


Háblanos por favor de tus proyectos, de tus conciertos, de tus discos...

Mis proyectos están enfocados en la conservación de las tradiciones mexicanas, al fomento por la unión familiar y el gusto por conocer y difundir nuestro gran legado musical, al tiempo que pretendo contribuir a enriquecer el repertorio de nuestra música con composiciones de mi autoría . Disfruto mucho presentar cada disco de una manera poco convencional, apoyándome con el teatro. A la fecha he logrado grabar 3 discos, en donde he participado como autor, arreglista y productor de cada tema: 1) Tiempo de Navidad, el cual presenté inicialmente en Irlanda en 2007, y en México en el foro Cultural Coyoacanense, a través de la obra titulada "¿Dónde está la Navidad?" de la cual soy productor, y en la que interactúo con títeres, mientras hablamos de las tradiciones alrededor de esta hermosa temporada; 2) El Color de mi Tierra, con música mexicana de mi autoría; 3) La mirada de Dios, con música propia para la reflexión y la oración, este último en colaboración con Ediciones Paulinas.

Actualmente me encuentro en la etapa final de la producción del nuevo disco titulado "Canción para el corazón de un niño", cuya música presenté el pasado mes de Abril de 2010 en la Biblioteca Vasconcelos, a través de la obra titulada "Canción para el corazón de un niño", de la cual soy productor, en un homenaje a nuestro juguete mexicano, con el lema "Porque para llegar a ser un gran hombre, se requiere de un gran corazón de niño...". Los títulos de cada tema hacen referencia a un juguete mexicano. Tenemos por ejemplo el "Vals del trompo feliz"; "Veloz, el caballito de madera"; "Azul, el barquito de papel". Este espectáculo escénico se presenta con un escenario lleno de colorido, y es una combinación muy especial de música y mímica, en donde un artesano y una muñequita de trapo nos recuerdan momentos especiales que hemos experimentado alguna vez con nuestros juguetes mexicanos.
 


¿En qué te has inspirado para componer "El color de mi tierra"?

Es un proyecto al que le guardo especial cariño, por el reto, aprendizaje y proyección que ha representado para mi carrera artística. "El Color de mi Tierra" me ha abierto camino en cada foro cultural en el que he tocado la puerta. Es un disco que tiene mucho colorido en ritmo, estilo y romanticismo. Tiene valses inspirados en la música que se escuchaba durante el Porfiriato, con un fuerte olor a nostalgia y tradición. El son "Fiesta mexicana", ha sido mi primer incursión en este estilo, y es un tema del que estoy muy orgulloso, pues al escucharlo puedes experimentar el ambiente de algarabía y fiesta, propios de nuestra cultura. Algunos temas fueron hechos a ritmo de bolero ranchero, en donde la fusión del piano con música de mariachi es muy interesante. Cada nota de este disco busca que al escucharla, nos transportemos de inmediato a otras épocas de nuestra historia, que vive resguardada en la memoria de nuestros abuelos, para seguir heredándose de generación en generación.

Lo mejor de "El Color de mi Tierra" está aún por llegar, ya que he terminado la letra de casi todos los temas, y tengo planeado concluir partituras para lograr que la música sea interpretada por orquestas sinfónicas o de cámara, y acompañada de coros. Si hasta ahora la música ha sido muy bien recibida por el público, las letras contribuirán aún más para que puedan arrancar momentos muy emotivos y construir otros nuevos en quien la escuche.


¿Qué significa componer música hoy, en México?

Para mí es sinónimo de identidad y expresión del sentir del México de hoy, que se nutre de la música de otros lugares del mundo para evolucionar en ritmo y temática. Componer en México hoy es una práctica más común de lo que parece, y la llegada de la tecnología ha contribuido a hacer esta tarea más sencilla, aún para quienes no nos dedicamos por completo a la música. Considero que existe una gran responsabilidad para quienes como compositores, aspiramos a un México mejor, trabajando en propuestas que promuevan la aplicación de los valores que contribuyan a formar mejores personas en todos los sentidos, en beneficio de la sociedad, una propiedad única que tiene la música para actuar a nivel de nuestras emociones.
 

 Háblanos de tus sueños, de tus anhelos. Si se te apareciera el genio de la lámpara ¿cuáles serían tus tres deseos?

Sueño con lograr a trascender con mi trabajo en la música en México y el Mundo. Que la gente pueda recordarme porque mi música logró un impacto positivo en sus vidas para hacerla mejor. Sueño con verme tocando acompañado por una gran orquesta y un gran coro mis propios temas, y poder hacerlo en mi país y fuera de él. Si se apareciera el genio de la lámpara maravillosa le pediría sabiduría, salud y amor, pues son tres valores fundamentales que se necesitan para alcanzar el éxito en lo que te propongas.
 

 Hemos establecido relación a través de mi novela Copo de Algodón. Estoy casi  segura que tú has sido el primer lector. Sé que ya conocías al personaje principal, pero ¿cómo fue tu encuentro con la pequeña Copo en las páginas del libro?

Fue un encuentro muy emotivo y significativo. Fue como reencontrarse con una persona por la que sientes mucho aprecio y admiración, después de 10 años de no haber sabido nada de ella. Reencontrarla, y dejar que te platique sobre su niñez, mientras te deja aprender más sobre tu historia, tus raíces, el entorno que le tocó vivir antes y durante la conquista, y el profundo respeto que existía por la naturaleza y los valores, te ayudan a comprender mejor situaciones de la historia que a veces son fáciles de juzgar, si desconoces el entorno que se vivía entonces.

Un ejemplo es las circunstancias que llevaron a Moctezuma II a recibir a los españoles con una actitud sumisa, o por ejemplo, a comprender cuál fue el origen y los motivos que llevaron a la diosa Cihuacóatl (a quien hemos satanizado a través de la leyenda de la llorona) a lamentarse por la desgracia que veía llegar sobre el pueblo mexica. Cuando lees el libro, te das cuenta de una niña que habla con gran familiaridad y orgullo, de personajes que para nosotros parecen lejanos, como son los Tlatoanis Aztecas, sus fortalezas y debilidades. Este encuentro despertó nuevamente en mi el deseo por seguir leyendo y fomentando este gusto en mi familia. El libro utiliza un lenguaje muy amigable, que facilita la comprensión de la historia de la última etapa de grandeza del Imperio Mexica, y de los acontecimientos más importantes de la Conquista de México, pues es una niña que llegó a ser Emperatriz la que te está narrando los hechos. El libro es para mí un gran esfuerzo por añadir valor a quien valor merece, resaltando el importante papel que ha tenido la mujer en la Historia de México.
 

 ¿Qué significa para ti, como joven creador mexicano, la fuerte componente indígena de nuestra cultura?

Significa una parte esencial de los componentes que fluyen por nuestra sangre, inyectándole ese colorido que es reconocido en todo el mundo por su valor, calidez, orgullo, creatividad y valor que nos distingue. Esa componente indígena se pone de manifiesto cuando como pueblo enfrentamos situaciones extremas, ya sea para festejar o para solidarizarse en situaciones de crisis. Es la fuerza que surge desde nosotros y nos arranca un suspiro, una lágrima o un grito de júbilo cuando escuchamos las notas del Cielito Lindo.
 

¿Cuál es tu visión de la llamada "Conquista de México? ¿Coincide o difiere de la presentada por mí en las páginas de Copo de Algodón?

Mi visión coincide fuertemente con la tuya, que me parece imparcial, sin culpar a ningún pueblo en particular por los hechos que llevaron a la destrucción del imperio Mexica. La visión es simplemente descriptiva, invitándote a obtener tus propias conclusiones. Me inclino por pensar que como pueblo, corre por nuestras venas la sangre de 2 culturas únicas en el mundo por su fuerza, valor y tenacidad, que se puso de manifiesto durante los días de sitio que vivió la Ciudad de Tenochtitlán.

Desde mi punto de vista, el entender la historia de esta forma, contribuye a aceptarnos tal y como somos, con la herencia cultural proveniente de estas dos grandes potencias, la cual ha florecido para dar lugar a una cultura que destaca a nivel internacional en todas las artes por sus características propias.
 

Del Diccionario de David García Hernández

1.- Libros: Ventana al mundo que estimula la imaginación, la creatividad y la reflexión, elementos necesarios para superarnos como personas.
2.- Niños: El futuro de nuestra civilización y la mejor oportunidad para reencontrarnos con nosotros mismos para que no olvidemos de dónde venimos.
3.- Música: La palabra más difícil de definir, pero podría decirte que es la esencia de lo que soy como persona, y el mejor medio para conectarme con el corazón de otras personas.
4.- Sueños: El lugar donde se albergan los más profundos deseos, ilusiones y temores.
5.- Felicidad: La capacidad para identificar y disfrutar los detalles más sencillos que nos brinda la vida.

SOY compositor y pianista mexicano. Mi búsqueda por encontrar mi lugar en la música me ha llevado a ganar 2 concursos de piano y 2 segundos lugares en composición musical en el Instituto Politécnico Nacional, en donde obtuve el título de Ingeniero Bioquímico, que aplico en beneficio de la salud a través de industria farmacéutica. Por lo anterior puedo atreverme a decir que soy el primer pianista formado completamente en el Instituto Politécnico Nacional.

Mi propuesta musical busca promover la conservación de las tradiciones mexicanas, y contribuir a fomentar la unión familiar y el gusto por la música popular mexicana. Considero cada concierto como una oportunidad para encontrarme con amigos con quien compartir mi pasión por la música, así que serás muy bienvenido a visitarme de acuerdo con el calendario incluido en  www.myspace.com/elcolordemitierra.

Te invito a conocer más sobre mi propuesta musical en www.youtube.com/garciad8 y www.facebook.com/david.garcia.hern



Imágenes: David García Hernández y Ediciones El Naranjo (Ilustraciones de Marcos Almada Rivero)

22 de julio de 2010

Copo de Algodón: Reseña de María Eugenia Mendoza

La escritora y queridísima amiga María Eugenia Mendoza ha publicado en su blog La Aldea de las Letras la primera reseña sobre mi novela Copo de Algodón, en la que pone de manifiesto su profundo compromiso con la historia de México, con nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro. Dar a luz este libro ha sido el conjunto esfuerzo de Ediciones El Naranjo, su directora Ana Laura Delgado, la editora Angélica Antonio, el ilustrador Marcos Almada Rivero, Rosario Ponce, Jonathan Minila... y el que una mirada de palabras conocedora y generosa como la de María Eugenia lo haya leído con esa claridad, viste a Copo de Algodón -y nos viste a todos-  con el huipil de la esperanza. (MGE)

Copo de Algodón
María García Esperón
Ilustración Marcos Almada Rivero
México, Ediciones El Naranjo, 2010 
ISBN: 978-607-7661-17-7

María Eugenia Mendoza Arrubarrena

María García Esperón lo hizo de nuevo. Rescató del olvido a una princesa. La primera fue Cleopatra Selene, en la extraordinaria novela Querida Alejandría. Ahora nos presenta a Tecuixpo Ixtlaxóchitl, Copo de Algodón, Flor Blanca, hija de Teyhualco, princesa de Tacuba y de Moctezuma Xocoyotzin, el Gran Tlatoani de Tenochtitlan, "nacida el día 2 viento del año 5 conejo, en la gran ciudad de la laguna".

María García Esperón da voz a Copo de Algodón o quizá Copo de Algodón esperó pacientemente y por fin descubrió a María, quien la escuchó con amorosa atención y se convirtió en la portavoz de la hija consentida del Gran Tlatoani, quien tiene tantas vivencias que compartir con los herederos de los cimentadores del agua y con el mundo entero. 

La pequeña Tecuixpo se entera por su nana cómo fue su nacimiento, cómo fue recibida  entre los cantos de la princesa de Texcoco y los rezos de la reina de Tacuba, sus abuelas. Y de cómo sus ojos recién abiertos al mundo vieron directamente a los ojos a su padre, a quie ama y admira. Pero ese amor no impide cuestionamientos "¿Mi padre es un hombre cruel?", pues además de ser un temible guerrero era sacerdote y "no vacilaba en arrancar del pecho del sacrificado el corazón palpitante que alimentaba la sangre solar de nuestro señor, Huitzilopochtli".

Copo de Algodón cuenta pasajes de nuestra historia desde la perspectiva niña, de  testigo y protagonista en un tiempo y una cultura que a los ojos de la sociedad actual resultan dificiles de comprender. Cuando tiene ocho años asiste al sacrificio de la hija de su nana, la pequeña Quetzalli, quien lloraba mucho, y fue ofrendada, no como castigo sino como privilegio, a la diosa del agua Chalchiuhtlicue, la de la falda de jade. 

Reseña completa en La Aldea de las Letras



22 de junio de 2010

Copo de Algodón: un pasado lleno de futuro



Estaba programada para la primavera, pero Copo de Algodón ha elegido nacer en el solsticio de verano. Ediciones El Naranjo ha publicado la historia de la hija de Moctezuma, una gran desconocida. Fue esposa de Cuitláhuac y Cuauhtémoc, tuvo una hija con Hernán Cortés y desposó sucesivamente a 3 conquistadores españoles. Fue señora de Tacuba y sus hijos los primeros mexicanos.
En la novela, conocerán los lectores a Copo de Algodón, niña, entramada con su universo mexica, en la cosmovisión del pueblo del Sol: flores y cantos, calendario, muerte a filo de obsidiana, sacrificios cruentos y guerra.
Copo de Algodón, un pasado muy presente.
Un pasado lleno de futuro.

16 de junio de 2010

¡No pronuncies ese nombre! de Andrés Acosta

-¡No pronuncies ese nombre!

-¿Pero por qué?

Eso lo podremos descubrir a partir del próximo sábado 19 de junio, en que en el Museo de Arte Popular de la Ciudad de México, los miembros del Taller García Muro representarán la obra de teatro para marionetas de Andrés Acosta llamada precisamente...

¡No pronuncies ese nombre!

¿Qué niño en su sano juicio no quiere conocer a un dinosaurio de verdad? Prudencio, que no es la excepción, acaba de mudarse de barrio. Sus nuevos amigos le dicen que si quiere ver de cerca a un dinosaurio verdadero, debe llamar a un niño con una palabra que nadie se atreve a pronunciar...

¿Te atreverías..?

El Taller García Muro se encuentra activo en estas lides teatrales desde 1984, cuando comenzaron a realizar pequeños juguetes en manta. Después vendrían la cartonería, el reciclado, fibras naturales y muchos colores hasta llegar a producir unos señores títeres animados por mecanismos que posibilitan su movimiento.

El autor... (¡que salga el autor! gritará el público), Andrés Acosta, es un excelente escritor mexicano nacido en 1964 de quien yo particularmente soy entusiasta. Andrés escribe para niños y jóvenes y para todos. Sus novelas juveniles se han destacado en el competido panorama editorial hispanohablante, pues El complejo de Faetón (SM, 2006, fue seleccionada por la SEP para el programa Bibliotecas de Aula 2008-2009) y OLFATO (SM, 2009) obtuvo el Premio Gran Angular Literatura. Con su libro de cuento infantil Lavadora de culpas (CONACULTA, 2006) obtuvo el Premio de la Feria Internacional de Literatura Infantil y Juvenil) y recientemente acaba de publicar el sorprendente Agua en polvo (Norma, 2010). Con No pronuncies ese nombre, obtuvo el tercer lugar en el Concurso de Obras de Teatro para Títeres sobre Alebrijes, organizado por el MAP en el 2008.

Las letras muy vivas de Andrés Acosta más la magia que saben crear solamente los titiriteros convierten esta temporada de teatro del  Museo de Arte Popular en una cita irrenunciable con la fantasía, la imaginación y con lo mejor de ser un niño.
María García Esperón

9 de mayo de 2010

Una princesa azteca: Copo de Algodón


Nací en el Quinto Sol... que se acabará.
En la Ciudad de la Laguna.
Creo en nuestros dioses: Tláloc y Huitilopochtli.
Creo en nuestros fieros guerreros.
En el vuelo de las águilas.
En el rugido de los jaguares.
En los perros que acompañan a los muertos.
Creo en el sacrificio humano.
Creo en las flores y en los cantos
Creo en Xochipilli, nuestro señor de la danza.
Soy la hija de Moctezuma

(C) María García Esperón
Copo de algodón
Ediciones El Naranjo
México, 2010

11 de diciembre de 2009

Berenice la Sirena con León Ciudad de la Literatura



Berenice la sirena es mexicana, más concretamente, de Veracruz, como Ana Laura Delgado, la Directora de Ediciones El Naranjo.

Pero le tocó la buena fortuna de nacer en Colombia, donde acaba de ser publicada bajo el sello de Hillman Publicaciones, Editorial Libros y Libros.

Y bajo la fecha del Reencuentro Hispanoamericano: 2010.

Tal vez por eso y recién nacida -aunque muchos creen que las sirenas no hablan- se pronunció y con todas sus letras... a favor de LEÓN CIUDAD DE LA LITERATURA




9 de diciembre de 2009

Berenice la Sirena





Esta es la historia de Conchita, una niña española que en el siglo XVII, al llegar a la Nueva España,encuentra una sirena en su plato de sopa.

Se llama Berenice y aunque no mide más de diez centímetros es incorregible, ingobernable ¡una peste!

Conchita, al lado de sus nuevos amigos mexicanos, Elotito y Nicolás, correrá aventuras por los caminos de la Nueva España hasta llegar a la Ciudad de México, donde su padre, el Virrey de la Laguna, tomará posesión de su nuevo cargo y su madre, Doña María Luisa Manrique de Lara, hará amistad nada más y nada menos que con Sor Juana Inés de la Cruz... pero eso se contará en otro libro, porque éste se encuentra totalmente ocupado por...

Berenice la Sirena.



Berenice la Sirena, fantasía barroca para niños.
María García Esperón
Editorial Libros y Libros. Hillman Publicaciones.
Bogotá, Colombia. 2010

Música del video:
Un Fandanguillo.Disco: Los Tiempos Pasados. Director. Armando López Valdivia.Reencuentro.

7 de diciembre de 2009

María Eugenia Mendoza Arrubarrena en Voz y Mirada


María Eugenia Mendoza Arrubarrena

Comunicadora mexicana, enamorada de la radio, la literatura infantil y juvenil, de los medios que pueden convertirse en puentes de comunicación, así como de la familia, la amistad y la memoria.

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México.

Ha sido conductora de programas de radio para niños, jóvenes, divulgación de la ciencia y sobre cultura alimentaria.

Autora de
El Lindero (Gran Angular, SM, 2003), Peligro en la Aldea de las Letras (Edición de autora, 2008, seleccionado para Bibliotecas de Aula 2009-2010, dentro del Programa Nacional de Lectura), del cuento breve “Se ponchan llantas gratis”, en Recuentos Urbanos (Palabras y Plumas Editores, 2009) y coautora (con Gabriela Conde Flores) de los libros de texto para secundaria Formación Cívica y Ética 1 y 2 (Macmillan, 2008).

Lectora voluntaria en el programa “Nosotros entre Libros”, de IBBY, en la escuela primaria Jesús González Ortega, con los chicos de Sexto B.


María Eugenia Mendoza Arrubarrena es una mujer comprometida profundamente con la Palabra. También alguien que sabe que los sueños transforman el mundo para bien, como lo transforma ella, minuto a minuto y día a día, desde su bien hallada, bien nacida y bien aventurada Aldea de las Letras.
¡¡¡Bienvenida, Maru!!!!
¡¡¡Gracias por hacer que nuestros mejores sueños sean posibles!!!
(VyM)

6 de noviembre de 2009

OLFATO, de Andrés Acosta: Justine



OLFATO
(fragmento)

Justine



—Soy una cúter, por si no te habías dado cuenta -murmura Justine.
Nunca había conocido a una. Sabía que hay gente a la
que le gusta cortarse, pero es algo que yo no entiendo:
¿cómo puede alguien disfrutar lastimándose?
Tomo la mano de Justine y le digo:
—Quiero que sepas que te agradezco lo que vas a hacer
por mí.
Ella suelta mi mano y contesta, con voz fría y mirándome
fijamente a los ojos:
—No te preocupes. No es un sacrificio. De cualquier
manera mi sangre se iba a desperdiciar.
No sé cómo tomar lo que Justine dice, si alegrarme porque
ella no sufrirá por mi culpa (¡pero claro que sí le dolerá!, pienso
al mismo tiempo) u ofenderme porque no lo hace por mí.

(C) Andrés Acosta.
De su libro: OLFATO (novela juvenil) Premio Gran Angular 2009. Ediciones SM, México, 2009.
Voz:
María García Esperón
(México)