"Una luz pequeñita/ va a encenderse" |
En 2008, la maestra salteña Mercedes Calvo obtuvo el Premio Hispanoamericano de Poesía para niños con su poemario Los espejos de Anaclara. Esto develó al mundo hispanohablante a una poeta extraordinaria, de delicadeza y profundidad, de lenguaje exquisito y enorme cultura literaria. Los efervescentes espacios de la poesía para niños contemporánea de inmediato reconocieron en Mercedes Calvo a la poeta por excelencia, además de aplaudir el compromiso que a lo largo de tantos años ha tenido con la infancia desde su aula en Montevideo, sembrando en sus alumnos el amor a la poesía, formándolos en la palabra y en la belleza.
Los espejos de Anaclara, ese libro afortunado, ha sido traducido al portugués y presentado en la Bienal del Libro de Río de Janeiro, lo que constituye todo un acontecimiento no sólo en el ámbito de la poesía para niños, de por sí efervescente, sino de la literatura en general, que se ha visto enriquecida. Sobre el camino que ha hecho Anaclara desde 2008 al presente, conversamos Mercedes y yo en la mañana de dos países: Uruguay y México. (María García Esperón)
MGE: ¿Cuándo y cómo fue publicado Os espelhos de Anaclara?
MC: A fines del 2010, junto a los saludos navideños, tuve la alegría de recibir algunos textos de mi libro sobre los que estaba trabajando Fabio Weintraub, el traductor que realizó el trabajo para Ediciones SM. Mis conocimientos del portugués son casi nulos, por lo que le agradecí la gentileza de consultarme, pero sentí que poco podía aportar a su trabajo. En verdad, una vez echado a andar un poema, toma vida propia, independiente del autor. El traductor es, simplemente, un lector que hace una lectura personal; no le corresponde al autor decir cómo deberá realizarse esa lectura.
Ahora me he enterado que el libro fue presentado en la Bienal del Libro de Río de Janeiro, lo que me llena de orgullo pues es un evento cultural muy importante en Brasil, que se realiza desde hace casi 30 años en los años impares y reúne a todo el mercado editorial brasileño. Dada la cantidad de público que asiste, imagino que muchos otros niños tendrán ahora la oportunidad de asomarse a Os espelhos.
Nuevas preguntas al espejo... |
MGE: ¿Qué ha ganado tu poesía al pasar a otra lengua?
MC: Es muy difícil traducir poesía, sobre todo cuando se trata, como es el caso de mi libro, de formas con métrica y rima definidas. El ovillejo, por ejemplo, que yo utilizo en algún poema, es una forma típicamente española, popularizada por Cervantes. Es casi imposible trasladar métrica, rima y contenido a otra lengua, tampoco tiene sentido hacerlo, justamente por eso, porque es otra lengua.
Dice Robert Frost que la poesía es lo que se pierde en la traducción, yo creo, sin embargo, que tal vez pueda verse afectada la forma del poema; la poesía, en cambio, debe perdurar más allá del lenguaje.
Sin duda con la edición de Os espelhos… toma su verdadero sentido aquello que yo escribí en Los espejos…
¡Si ahora tengo / multiplicado el sol / en todo el patio / pedacitos de mundo / en el bolsillo / y un reguero de estrellas / en mi cuarto!
Mi poesía sin duda ha ganado eso: lectores, pedacitos de mundo.
El poema final de Los espejos anuncia: Una luz pequeñita / va a encenderse/ Una página nueva / va a empezar. Se refiere al libro que comenzarán a crear los lectores al plantear nuevas preguntas al espejo. Gracias a esta traducción estas preguntas tendrán ahora la posibilidad de multiplicarse.
MGE: Sabemos que Anaclara ha tenido una trayectoria fulgurante, que comienza con el Premio Hispanoamericano de Poesía. Nárranos por favor que más ha sucedido con esta niña que conquista los corazones de todos.
Mercedes Calvo con Germán Machado y Dinorah López Soler durante la entrega del Premio Bartolomé Hidalgo a Germán. Foto: Fabián Mastrangelo |
MC: Dicen que los libros van más lejos que los autores, y está bien que así sea. De todos modos, a algunos lados he podido acompañar a Anaclara y me ha deparado momentos muy gratos. Hemos ido juntas a varias escuelas de México y realmente es una emoción muy grande ver que, en muchas, forma parte de los libros de texto que los niños llevan consigo.
También estuvimos juntas este año en la Feria del Libro de Bogotá, y en la escuela República Oriental del Uruguay de esa ciudad.
A España ha ido sola y realmente le ha ido muy bien: fue seleccionada para integrar la 26ª Muestra del Libro Infantil y Juvenil, o sea que, durante todo el año, recorrerá las bibliotecas en una exposición itinerante por más de cien municipios de la Comunidad de Madrid.
En Alemania fue seleccionada por la International Youth Library para integrar una muestra de 150 poemas con la mejor poesía ilustrada para niños. De esos 150 hicieron una nueva selección para realizar su almanaque 2011 y volvieron a incluirla, en su idioma original y traducida al alemán por el poeta Peter Härtling.
En nuestro país ha sido presentada de la mejor manera posible: por los niños uruguayos y por los amigos.
Ahora ha iniciado su viaje por Brasil, lo que demuestra que es una niña decidida y aventurera.
MGE: Has emprendido hace relativamente poco una aventura literaria en la red, a través de tu blog Palabras en los ojos. ¿Cómo ha sido? ¿Qué has descubierto?
MC: Estuve mucho tiempo dándole vueltas a la idea del blog, sin decidirme. Sabía que debería tratar sobre libros, niños y poesía, que son los ejes de mi quehacer, pero no tenía claro cómo encararía los textos.
Poco a poco, el panorama se fue aclarando. Hoy se parece en mucho a un diario, no en el sentido informativo, como órgano de prensa, sino más bien a un diario íntimo, aunque público. Cuando fui al Congreso de Colombia, por ejemplo, más que comentarios sobre las ponencias o fotografías de los invitados, me referí a cosas pequeñas, que me impresionaros: los graffittis en las paredes, la Sala de las Ofrendas en el Museo del Oro, las preguntas de los niños. Por lo general me dejo llevar por la emoción del momento, y a veces, después de escrita la entrada, me pregunto: ¿y esto tiene que ver con la poesía? Y sí, siempre lo tiene, aunque hable de un puente, el comentario de un niño o una canción.
No sé qué interés puedan tener mis reflexiones personales para aquellos que, un poco al azar, navegan por la web, pero ha sido grato comprobar que algunos desconocidos se detienen , entran y después regresan. Las palabras de bienvenida de Neruda marcan, un poco, la tónica que he querido darle a esta casa de letras.
MGE: ¿Cuál es la satisfacción más grande que te ha dado tu libro Los espejos de Anaclara?
Con el narrador touareg Moussa Ag Assarid en Guadalajara |
MC: Sin duda la posibilidad de convertirme en escritora. Es bastante atípico que un premio tan importante como el Hispanoamericano de Poesía para Niños lo haya ganado una persona que, no sólo no había publicado jamás, sino que tampoco había escrito ni había tenido, en casi seis décadas de vida, la intención de dedicarse a la escritura.
El Premio me abrió las puertas a un mundo nuevo, de viajes, congresos, seminarios, nuevos libros, nuevos amigos. He vuelto a trabajar con niños desde otro ángulo, con más libertad y redoblado entusiasmo. Todavía no me acostumbro a que me presenten como escritora pero he de serlo, supongo, ¿por qué no? Ahí están los dos libros publicados para atestiguarlo pero, sobre todo, está la voz de Eduardo Galeano recordándonos: “porque todos, toditos, tenemos algo que decir a los demás, alguna cosa que merece por los demás ser celebrada, o perdonada.”
Descubrir que yo también tenía algo que decir y poder hacerlo ha sido el logro más importante.