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24 de enero de 2017

Anna Xalabarder y Santiago Montobbio en la fiesta de presentación de Barnasants 2017

Anna Xalabarder y Santiago Montobbio en la Fiesta de Presentación Barnasants 2017

Fuente: Facebook Juan Miguel Morales López

29 de octubre de 2015

Una apuesta por los clásicos en la ACEC de Barcelona: néctar y ambrosía

Santiago Montobbio y María García Esperón: una apuesta por los clásicos


Fotos: Anna Xalabarder

La iniciativa que tuvo su origen a principios de este año 2015, a raíz de la publicación de mi libro Dido para Eneas (Ediciones El Naranjo) y que me llevó en mayo a la Librería Juan Rulfo del FCE de Madrid y en septiembre al Centro Cultural Gabriel García Márquez de Bogotá, gracias a la invitación del poeta Santiago Montobbio se ha presentado en la Asociación Colegial de Escritores de Cataluña, el 22 de octubre de 2015.

Anabel Sáiz Ripoll

En esta ocasión, una conjunción muy significativa ocurrió en los espacios de la ACEC: un poeta de primerísima magnitud como Santiago Montobbio, en cuya literatura se revela la claridad y sacralidad del mundo clásico; una escritora y especialista en literatura infantil y juvenil como Anabel Sáiz Ripoll que comprende como pocos la pertinencia de los clásicos en los libros que dirigimos a niños y jóvenes; y la propuesta que desde 2004, con la publicación de mi primer libro, El disco del tiempo, he venido construyendo en torno a los temas de la antigüedad grecorromana.


Los ahí reunidos pudimos no solamente compartir el entusiasmo por los clásicos y el gusto por encontrarnos y conocernos personalmente, sino comprender y valorar la importancia de este hecho cultural que fundió en el mismo oro de esa tarde los mejores anhelos de nuestras dos orillas: América y Europa a través de las palabras que dijimos los tres desde cada una de nuestras trincheras pueden contemplarse como una unidad de valores y aspiraciones, de construcciones y esperanzas en esta plural Barcelona en la que, como expresó Santiago Montobbio, quien esto escribe, al igual que Don Quijote, miró el Mediterráneo por primera vez.


El Mar Nuestro de los descubrimientos y afanes, de los encuentros, de los reencuentros. Visto por mí a través de los ojos de Don Quijote, de Santiago Montobbio, de Anna Xalabarder, de las personas que, como Asunción Carracedo, acudieron esa tarde a la cita con los clásicos y con quienes disfrutamos, inmortales en el instante, el néctar de los poemas y la ambrosía de la amistad.

Con Asunción Carracedo, una sonrisa de orilla a orilla


Con Anna Xalabarder, para esta foto, frente a la lente




20 de junio de 2012

Anna Xalabarder: la mirada de la poesía

La fotógrafa y el poeta: Anna Xalabarder y Santiago Montobbio

Por María García Esperón

Santiago Montobbio (Barcelona, 1966) ha revelado en su libro más reciente La poesía es un fondo de agua marina, (Barcelona, 2011) cómo el ser humano puede percibir el mundo en su dimensión poética y expresar la naturaleza maravillada de esa percepción a través de las palabras. 
La experiencia estética es la inminencia de la revelación, según la insuperable fórmula expresada por Jorge Luis Borges. Ese invisible trémulo inefable, ese ya va a suceder que sucede es apresado y liberado por Santiago en su poesía. 
Anna Xalabarder, desde la imagen, comparte el mismo don. Fotógrafa de honda sensibilidad hace ver con la lente de su cámara lo que ve el ojo de su mente. Las fotografías que por amistad viene haciendo del poeta en paisajes que ambos transforman con su solo estar son el testimonio raro por precioso de ese momento en que   la mirada de la poesía hace surgir, inefable, trémulo, invisible, un universo.

Venecia. Foto: Anna Xalabarder
Estas fotos de Anna vienen apareciendo en Internet acompañando las publicaciones que a propósito del poeta se realizan en los ya incontables espacios de quienes seguimos la poesía de Santiago. Los buscadores de imagen las resaltan al inquirir por el nombre del poeta y es verdaderamente precioso por raro el poder leer un poema de Santiago y contemplar al mismo tiempo la mirada de Anna Xalabarder.

Para una verdadera mirada humana, todo momento debería ser originario y originante, maravillado de su infinitud estricta, de su sagrado irrepetible, de su eterna vida fugaz, de sus reflejos. 

La mirada de la poesía nos revela  un concierto de sentidos despiertos, realidad auroral memoriosa de sus sueños, atravesada de amor soñado que quiere ser vivido plenamente al escribirse. 
La mirada de Anna Xalabarder nos pone en contacto con la conciencia creadora de un poeta que se llama Santiago Montobbio y para quien, como dice Borges en un libro de Diálogos, todo momento debería ser poético.

Venecia. Foto: Anna Xalabarder