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Bajo el árbol, de Jorge Luis Peña Reyes en voces de Cuba y México



Y Jesús lloró
Jn 11. 35


El Cordero está mirando
el resplandor que se asoma.
Los bueyes vienen y van,
las estrellas se trastocan.
El cielo tiene los brazos
mutilado por las sombras
mientras duerme el arco iris
en un establo, sin ropas.
La araña teje en la noche
con hilos color de rosa
un manto resplandeciente,
un manto color de aurora.
¿Quién puede decir por qué
el niño entre ratos llora?
María tiene en el pecho
un temor porque las hojas
descienden como en otoño
y sacuden mariposas.
El niño tiene los ojos
todos repletos de gotas.


Los pastores han venido
con sus mantos y sus bolsas
empapados en rocío
y ante el nacido se postran.
Los animales inquietos
con sus bramidos adoran.
José viene con las manos
rendidas por las alforjas
y mientras contempla al ángel
el cansancio se le borra
cual si la luz fuera tibia
avalancha que le colma.
Sobre el establo ha caído
un aluvión de gaviotas.
¿Quién sabe de donde vienen,
quién sabe por qué se posan,
quién puede decir por qué
el niño entre ratos llora?
Hay un borrico mirando
tan de cerca las palomas
que tiene el niño en los ojos,
y han vuelto a tener las horas
La alegría de otros tiempos.
Y el alma trémula y sola*.

Entra el niño en la ciudad
pone la muerte su alfombra,
sentado sobre el borrico
los ojos se le desbordan.
La Ciudad llora su entrada,
la multitud corre sorda.
¿Quién puede decir por qué
el niño entre ratos llora?
Cubierta toda de silbos
está la noche a deshoras,
todo lo llena el pesebre
de músicas y de aromas
como si al centro estuviera
naciendo toda la gloria,
como si el reino buscara
una espacio entre las sombras.
El niño ve multitudes
cargadas de rencorosas
espinas que muerde el viento,
espinas y en su corona
tiene más luz que cristales,
tiene más sol que la aurora.
¿Quién puede decir por qué
el niño entre ratos llora?

Han venido con especias
que luego usarán las sombras
para cubrirle la voz ...
Y Judas en que traiciona
muestra el camino a los hombres
que vienen con las antorchas.
Han venido con especias
extraños hombres que entonan
desde tierras del Oriente
los cánticos que se doblan
espontáneos al Mesías
y luego dolor provocan.
Por él, a los niños hieren
y Raquel como una loca
anda y desanda la calle.
¡Ay, mi niño por qué Roma
está de espaldas a Dios!
¿Por qué Dios tanta demora,
tanta sangre por Herodes.
tantas esperanzas rotas?
¿Quién puede decir por qué
el niño entre ratos llora?
Todos los siglos se visten
de luces y estrellas rojas
porque ha nacido en la noche
una estrella promisoria.
Quedan pueblos todavía
a la deriva, entre olas
y no hay despertar alguno.
Padre por qué me abandonas.
Todo calla en el portal,
en un rincón alguien ora.
Me puedes decir por qué
el niño entre ratos llora.
La estrella cae de rodillas,
el pecho que se sonroja.
La madre, José, los magos.
Los discípulos, el Gólgota.
La cruz, la sangre, los clavos,
los ángeles que le rondan.
La humanidad cambia el rostro.
Padre te ruego, perdona.
El pesebre transformado
en dos maderos que lloran .
Los pastores en silencio,
expectantes de la gloria.
El Cordero está mirando
el resplandor que se asoma.
Y después de tantos siglos,
tantas muertes que se agolpan.
Muchos no saben por qué
Jesús bajo el árbol llora.

*José Martí

(C) Jorge Luis Peña Reyes
Voces: Jorge Luis Peña Reyes y María García Esperón
Música: Your eyes, Yanni
MMX
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