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De mis dedos al ordenador: Voz y Mirada



El ordenador: la pantalla, el teclado, los dedos...

¿aparecerá el verso?


Me desbordé de emociones...
me ahogué en sentimientos...
y dentro me quedó el vacio
y me vi hueca
y, a pesar de ello,
una vez más,
me alimenté de ella
Sentí, entonces,
que la más dulce de las ausencias
me recorría
cual dorada miel
en unas letras impresas.
(Asunción Carracedo, España)

De la dulce ausencia
de su mar salada
las caracolas,
si las escuchas,
cantan.
(María García Esperón, México)

Como una ausencia de algo
como si en un aliento
te perdiera
y me perdiera

en las soledades de...
mis días
y noches

una espera
1
espeRanza

pEra, manzAna, borOjó
3
Ojó-Era-Ana

(...)
y el silencio es testigo
(Diana Alejandra Morales, Colombia)

Un silencio cómplice,
un diálogo callado,
un aroma
un recuerdo
una esperanza...
Lo único imposible
es la soledad.
(María García Esperón, México)

En un presente que es ayer y mañana
nuestros tiempos se funden y confunden
y te veo, te escucho, te siento.

Bendita ubicuidad,
ahora digo adiós a mi soledad.
(Ma. Eugenia Mendoza, México)


Sola,
intercambia
anillos
con el
crepúsculo.
(María García Esperón, México)


A propósito de los dedos, el teclado, el ordenador... La semana pasada escuchaba una de las estupendas melodías de la banda sonora de la película Amélie. El sonido del piano se fue mezclando con el insitente sonido del teclado de mi computador...Para ustedes:


Cada tecla evoca una sinfonía etérea.
Mis manos, las letras, la inspiración, el piano...
Las notas son intangibles, las imágenes reales;
cada palabra da vida a un pensamiento
que danza con cadencia perfecta al ritmo del alma.
(Rosa Adriana Buriticá, Colombia)


Arrojarse a un vacío
de incertidumbre y silencio.
Pulsos hipnóticos al son de
los latidos del corazón.
Desobediencia de la razón.
Urgencia por contar historias.
Buscar sueños.
Pedir, reclamar, ofrecer.

Sólo hay un espejo.
(Alejandra Moglia, Argentina)

Viajera de teclados
el alma
olvida
su lección
de geografía.
(María García Esperón, México)

Tac, tic, tac tic y tic...
Se amontonan, se adelantan,
se persiguen y se acusan...
¡Qué letras tan bailarinas!
Sobre puntas,
sobre ideas que corren,
se deslizan por mis manos,
con sonrisas de escondite,
con rimas que no quisiste,
con intención de decir,
lo que querías callar...
Y, para colmo, el error
al acecho. Listo está
para hacer estallar el ritmo
y que se rompa la risa
y que la rosa
sea rusa y que
tú digas:
-¡Qué espanto! ¿Qué tecla
me amarga tanto?
(Ma. Rosa Serdio, España)

De mis dedos al ordenador parten
caricias
pulsos
golpes
o indiferentes roces.
Y es que a veces, en ese orden,
les dicta el corazón,
los impulsan emociones
los atropella la bronca
o se impone la razón.
(Cristina Tabolaro, Argentina)


De su efecto mariposa
no necesito más pruebas.
El alma sin el cuerpo vuela,
un roce de tecla provoca mareas.
(María García Esperón, México)

Himnos del mar noctámbulo
se levantan en espiral al cielo.
Secretas frases el tiempo abre
bajo un manto de astros.
(Marlene Pasini, México)




Entre la b y el espaciado
cierro los ojos...
Es un sueño prolongado
zzzzz y así hasta el final,
¿fantasía o realidad?
(Rosa Adriana Buriticá, Colombia)

¡Fantasía!
La dulce
ortografía
de los sueños.
(María García Esperón, México)

una grafía,
dos premios
de: la luz amarilla
para: el constante
cifrado de sus voces
(Diana Alejandra Morales, Colombia)









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