Inter-Nos
(Crónica de una amistad)
Fragmentos
Al cumplir los cuarenta, vislumbraba un horizonte esperanzador. Con un Mar en calma, inmenso y reconfortante, sobre el que podía caminar como Jesús en Tiberiades. Era un hermoso mes de mayo y no llovía (...)
¿Cómo podía ser? Me encontraba fenomenal, pero el doctor decía que algo no estaba bien y que tenía que ingresar en el hospital inmediatamente. La operación confirmó sus sospechas y me sumió en un rosario de operaciones, pruebas, y venenos que pretendían limpiar mi Mar de la marea negra que lo amenazaba.
(...)
Cada uno nos enfrentamos a estos horrores como buenamente podemos. nadie nos enseña a encarar los lados dolorosos dela vida. Deberíamos aprender, al mismo tiempo que a leer, que la muerte forma parte de la vida y que la una no se entiende sin la otra.
(...)
Empecé también a escribir, un sueño largamente acariciado y siempre aplazado para "otro momento"; di conferencias por media España. Yo, que no soy capaz de dar los buenos días ni al cuello de mi camisa, y así, entre tanto ajetreo, tanto mail -maravilloso invento- , encontré personas de lo más variopintas. Entre ellas estabas tú, mi querido Vicentet, Vicentet. El Puta.
(...)
Ambos pertenecemos al club de los supervivientes y aunque él lleva vividos 30 años más que yo... Pero, no adelantemos acontecimientos y las explicaciones a su debido tiempo.
(C) Isabel Bueno Bravo
Inter-Nos
(Crónica de una amistad)
Mandala Ediciones, 2009, Madrid.