Además una cosa:
El poeta está ahí
para que el árbol no crezca torcido.
Nicanor Parra
Malos tiempos. Malos tiempos cuando la poesía no sirve para nada. Poesía como un grito, navajazo que saja la pupila del tiempo. Cantar de amigo. Canto de albada. El poeta es un ser ridículo que siente su desvalimiento con palabras. Tiempos oscuros. Nadie canta entre las ruinas este tiempo. Gemimos complacientes con nuestro dolor inútil. Silbamos en re menor melodías lastimeras al borde del abismo. Huimos del mundo para emboscarnos entre las sombras de nuestra cobardía cómplice. Tiempos oscuros. Malos tiempos cuando la poesía no sirve para nada. Poesía seminal para preñar el vientre del asombro, un sexo en erección desmesurado. Tristes endechas. Luz de enramada. El poeta es siempre apócrifo de sí mismo, triste actor de su propia tragedia. Silencio entre los escombros de la casa común de las palabras. Y entre los despojos de la libertad. Habrá que remediarlo. Y en voz alta.
Foto: La Tribuna |
(C) Ramón García Mateos
Daguerrotipos moderadamente apócrifos
II PREMIO IBEROAMERICANO DE POESÍA JUEGOS FLORALES DE TEGUCIGALPA 2011