Nacimos repetidamente en nuestras manos.
Hemos vuelto para encontrar aquí
la vida. Para malgastar los años en caricias
de leche. Solos,
desamparados en este temor a lo que ocurra
en los caminos, a lo que ha de suceder
en los montes
: el agua ocultará las flores del acebo.
Malditos pantanos que amenazan con surgir una noche
y borrar de nuestras bocas la palabra
tierra.
Malditos vagabundos que arrastrarán tras ellos
las casas, la leyenda, los niños, el verano.
Pero estamos solos.
Adheridos del todo a la memoria que puede
recoger los meses sin sueño y dárselos
a alguien a cambio de sus nombres.
Tendremos que morir
en nuestros ojos, temblando mientras un ñubero triste
cabalga en una nube.
Recordando aún mientras se desvanece el recuerdo
en los portales que un día poblaron
nuestros besos redondos como el mar, como la dicha.
En el fondo gigante de la lluvias.
.
(C) Luis Miguel Rabanal
De "La memoria buscando sus disfraces", Barrio de maravillas, Valladolid 1986
Voz: María García Esperón
Música: Yanni
MMXI