El hada de Otoño
despertó temprano:
escuchó una hoja
caer en su patio.
Se vistió de luz,
arregló su armario
sacudió tres fresnos
y siete castaños.
Escribió unas cartas
a las mariposas:
Si no vuelan pronto
no tendremos rosas.
Fue a tocar la puerta
de las azucenas:
estaban dormidas
después de la fiesta.
Todas despidieron
al hada Verano
que había trabajado
como nunca ese año.
El hada de Otoño
le dio un par de besos
la llevó a la puerta
le puso el sombrero.
Dio un largo suspiro
y se fue el verano
dejando un poema
y un ramo de nardos.