Un reportaje de Javier Huerta Calvo en el Diario de León, El poeta que fue rojo y falangista, me llevó al poeta, al rojo, al azul de la Falange y al poema: al lugar de la creación donde no hay etiquetas ideológicas, donde la poesía no se juzga por pertenecer a tal o cual facción, donde solo está el ser del hombre, con su anhelo, su nostalgia y su esperanza. (MGE)
Lejana como Dios, pero más cerca,
más cerca, más dormida entre las horas
más alta tras la noche, como el viento
más concreta en el pecho o más remota
o más dulce en la orilla;
lejana como Dios, pero más cerca
dentro del corazón, pero más cerca
de mi voz al hablar cuando te nombra;
más secreta en mi sueño;
donde mi vida brota;
allegada a mi sangre de repente
con un inmenso aroma
de algo que está en la noche todavía,
tu pureza me arrastra hacia la honda
soledad imposible, donde el alma
es sólo tuya, como Dios; es toda
un camino vehemente
de claridad, de sombra...
(C) Leopoldo Panero
(España)
Voz: María García Esperón
(México)
Música: Recuerdos de la Alhambra (F. Tarrega). Pepe Romero.