María García Esperón
Como parte de las actividades que la Subgerencia de Previsión Social del Infonavit ha emprendido para fomentar la lectura, tuvimos en un muy acogedor auditorio un diálogo que resultó enriquecedor para todos.
Leer, soñar, descubrir: Viaje al centro de la felicidad, fue el nombre de la charla-encuentro en la que todos viajamos de manera placentera a los mitos griegos y mesoamericanos, al reto deleitable que nos presentan los jeroglíficos de todas las culturas, a contemplar el hecho de leer como una aventura de autoconocimiento comparable a la visita al Oráculo de Delfos que hacían los antiguos.
Con mi novela Sibila como eje conductor, nos invitamos a cerrar los ojos y a iniciar este camino al centro de nuestro propio ser, que es el lugar donde desde que somos niños anhelamos y construimos la felicidad. Sibila como símbolo de la memoria, del amor eterno, de la juventud, de la eternidad que puede vivirse en el instante infinito.
Dame de beber del agua fresca
que fluye en el lago de la Memoria.
Los versos milenarios de la lámina de oro de Petelia que son el epígrafe de esta novela que posee la estructura del Tarot de Marsella, fueron paladeados y sentidos por los asistentes. Los libros son extensiones de la Memoria y de la Imaginación, como dijo Jorge Luis Borges, y en este sentido portadores de mensajes trascendentes, trátese de libros para adultos o para niños y quizá estos últimos lo sean todavía más, por ser leídos con los ojos milagrosos de la infancia.
Ana Laura Delgado: alma de los talleres de lectura |
Repasando el mito de la vieja Sibila, comprendimos que vivir para siempre no tiene sentido si se carece de juventud y de amor. Y que la juventud eterna es posible -la mental, la espiritual, la del carácter- si se frecuentan las grandes obras de la literatura universal, la poesía y se les lee con los ojos abiertos, si se lee bien despierto para despertar los textos y, en un sentido superior, despertar en el texto.
Un diálogo que será inolvidable para todos. |
Leer, soñar, descubrir, llevar los libros y los sueños bajo el brazo... |