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La poesía no se enseña: se filtra, se contagia. Antonio García Teijeiro en El Faro de Vigo


Antonio García Teijeiro - Escritor y profesor

"La poesía no se enseña; se filtra, se contagia"

El autor de "As catro estacións" celebra el vigésimo aniversario de este poemario infantil

 08:05
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Teijeiro contó con escolares para leer sus poemas. // José Lores 
ÁGATHA DE SANTOS - VIGO Hace veinte años, salía a la luz “As catro estacións”, poemario para niños de Antonio García Teijeiro (Vigo, 1952). Con motivo de este aniversario, la editorial Galaxia reedita este título, que presentó ayer en Vigo con un recital en el que niños desde 4º de Primaria hasta 4º de la ESO recitaron y cantaron algunos de sus poemas. “La poesía es de quien la lee más que de quien la escribe”, afirmó ayer el escritor, Premio Merlín por “Na fogueira dos versos” (1996).

–¿Veinte años son muchos si hablamos de poesía?


–Que un poemario perdure en el tiempo es una satisfacción. Yo sigo luchando para que los niños no crezcan de espaldas a la poesía, y el acto de ayer es muy ilustrativo: demuestra que a los niños les gusta la poesía y que tienen un concepto de ella distinto al que nos inculcaron a nosotros.

–¿Cuál es ese concepto?

–Como algo cursi y sensiblero, que no es lo mismo que sensible, no pensado para determinadas personas. Cuando se trabaja la poesía con niños no ocurre esto. Yo lo veo en mis exalumnos y alumnos, que leen poesía con toda tranquilidad.

–¿A la poesía se le tiene miedo o son prejuicios?

–Ambas cosas, aunque cada vez hay menos prejuicios porque la voz de los poetas siempre ha estado ahí, reivindicativa. La poesía no se enseña, se filtra, se contagia. Yo siempre digo que la poesía es de quien la lee más que de quien la escribe. A mis alumnos siempre les digo que la hagan suya, que piensen qué les dice a ellos y no qué quiso decir el escritor.

–¿Qué ha permitido perdurar a “As catro estacións”?



–Intenté hacer un libro con imágenes, que cautivara a la gente, con mucho ritmo, muy musical y con un empleo de la palabra lo más preciso posible, que permita que los versos cobren vida en voz alta y cantados. Son poemas sencillos, pero con una doble lectura, que hablan de cosas cercanas al niño y cotidianas, como la naturaleza, el mar, la caída de una hoja… Huyo de hacer poesía ñoña porque sea para niños. Detrás del poema más sencillo hay muchas horas de trabajo, de dudas y de respeto por el lector.

–¿Se hace literatura ñoña?


–Afortunadamente, se está superando. La mayoría de los escritores somos conscientes de que no podemos caer en los errores de antes. Yo hablo de textos inteligentes: textos sencillos pero que exigen al lector una reflexión. Y más en poesía, porque ésta ayuda a conocerte mejor y a crecer interiormente.

–¿Se fomenta la lectura entre los niños?


–En general, no. En esto nos queda mucho que avanzar aún y es algo que debe empezar dentro de la familia. El adulto tiene que estimular y servir de reflejo. Si no lees, tu hijo no lee.

–¿Algún título a la vista?


–A finales de mes saldrá “Recendos de aire sonoro”, un poemario cuyo tema es la música. La poesía y la música son lo que me permiten respirar.


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