Cuéntame, dice el libro que hicieron Pedro Villar y María Wernicke como en un sueño.
Envueltas por el oro de la noche de los poetas, las palabras y las imágenes se funden en una visual melodía que nos conduce a ese lugar donde el tiempo brota de su fuente.
Los seres en equilibrio sobre la noche que tenue traza María Wernicke, de largas piernas, ojos alertas e inocentes tocados con sombreros que delatan su condición mágica, se deslizan hacia las palabras de Pedro Villar, tentados también a convertirse en letras. La tipografía nos guía por el sentido de esta partitura de sueños que es la página Villar-Wernicke, nos susurra secretos al oído, nos acaricia los sentidos:
Cuando dormimos,
los sueños juguetones
y saltarines
se colocan en la punta
de la nariz.
La delicadeza del enunciado pictórico de María nos eleva por las espirales de un humor todo fineza, nos instala en esas regiones de luna omnipresente, luna abuela, madre, cómplice, cariñosa y sabia. La tiniebla de este sueño es luminosa, acogedora, arropa y calienta las manos del alma, nos devuelve al ser en la infancia, nos ama:
...cerramos los ojos
y aparece un rostro
que nos mira,
unos labios
que nos besan
o unas manos
que nos llenan
de caricias.
Abro los ojos,
ya no hay mar,
ni conchas,
ni arena,
ni palabras, nada.
Tan sólo un recuerdo.
Si creemos en ellos, creamos nuestros sueños. Y si los convertimos en palabras, si los contamos... podemos conservarlos para siempre, a ellos acudir a escuchar caracolas dulces, a ellos remitirnos para buscar consejo. Esta fe en esos territorios claros de la sombra, impregna el trazo, la pincelada y la palabra que nos entregan estas páginas con su suave luz, con su susurro iluminado. Con su confianza en nosotros:
Cuando estés a punto de dormirte,
fíjate en tu nariz,
cierra los ojos
y cuando despiertes,
cuéntame tus sueños.
Suéñame, dice el libro que hicieron Pedro Villar y María Wernicke como en un cuento.
Cuéntame
Pedro Villar
Il. María Wernicke
Colección: A lomos de Clavileño
Editorial Fineo. España/México, 2009