Este libro de poesía para niños publicado por la casa editorial asturiana Pintar-Pintar, se enciende desde la primera línea, atiza en la inicial pincelada.
Ester Sánchez
Aurelio González Ovies y Ester Sánchez coinciden una vez más en el espacio privilegiado de la creación poética para niños y con palabras e imágenes brindan una aventura en verso que va más allá de la deliciosa diversión que aporta para alumbrar reflexiones al rojo vivo.
Si en el Poema que cayó a la mar -también con ilustraciones de Ester Sánchez- el poeta habia abierto sobre las cosas y el verso la dulce mirada del agua, en este su libro de 2008 los versos y las cosas se expresan con los rigores del fuego, con el humor chispeante de la brasa, con su ser inflexible y su mandato.
Divagador frente a la chimenea, Aurelio ve una chispa saltar y de inmediato la imagina, o mejor, la reimagina al mirarla porque ella lo ha mirado.
Chispina es una niña que se desprende de la madre leña porque sencillamente se aburre. Chispina se escapa y Ester reimagina el fuego en corpúsculos cuadrangulares que describen tanto el rostro enojado de MamáLeña como las huellas incendiarias de la libertad traviesa de esta escapatoria.
Chispina es una niña que se desprende de la madre leña porque sencillamente se aburre. Chispina se escapa y Ester reimagina el fuego en corpúsculos cuadrangulares que describen tanto el rostro enojado de MamáLeña como las huellas incendiarias de la libertad traviesa de esta escapatoria.
Salió de la chimenea
y del primer chispablinco
cayó encima de un peluche
y le chamuscó el ombligo.
Toda ignorancia y voluntad de existencia, Chispina toda niña quiere probarlo todo en el mundo humano al que ha accedido. Y todo lo incendia, voluntariosa y cósmica.
dondequiera que se sienta
deja un boquete prendido.
Si Aurelio le suelta la lengua al fuego, Ester logra que el pincel huela a chamusquina y pasamos los dedos sobre la hoja para ver si la hoja nos pinta de humo los dedos. Pero Chispina es más rápida y ya hace de las suyas por calles y almacenes. Le cambia el humor a Chispina al descubrir fuegos de artificio y quiere llorar mientras las palmeras de Ester quieren llover acuarela sobre la gana de lágrima de este pequeño fuego:
Casi le saltan las lágrimas
pero se hizo la fuerte.
¡Una gotita tan sólo
la apagaría para siempre!
María García Esperón
Chispina
Aurelio González Ovies
Il. Ester Sánchez
Editorial Pintar-Pintar
Oviedo, 2008
Imágenes: web de Pintar-Pintar