Un proyecto sin fronteras
María García Esperón
Un proyecto cultural sin fronteras |
Cada vez son más las voces que se levantan a favor de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en relación con la escuela. Su paulatino empleo por profesores que han descubierto en los blogs unas herramientas extraordinarias para potenciar las inquietudes que se generan el salón de clase y que no tienen cabida en los horarios escolares ni son contempladas por los programas institucionales, muchos de ellos elaborados antes de que la revolución comunicativa que ha traído internet se manifestara.
En el ámbito de la animación a la lectura, tarea que la sociedad ha venido dejando en manos de la escuela debido a los complicados horarios de trabajo de los padres, a la configuración de la familia moderna y a la actitud apática que muchos adultos tienen con respecto a la literatura y a la poesía en relación con los niños, los recursos que brinda internet se han revelado como complementarios a esas extensiones de la memoria y de la imaginación que dijo Jorge Luis Borges que son los libros.
Quien esto escribe es una amante de la letra impresa pero también una entusiasta de la sociedad de la comunicación –que no de la unidireccional información- que puede ser posible a través de internet. Soy una escritora nacida en la red –mis primeros libros premiados comenzaron a escribirse en foros internacionales consagrados lúdicamente al estudio y disfrute de las culturas antiguas. Estando además muy interesada en el proceso educativo de mi hijo, ahora ya un adolescente, reflexioné en cómo construir una obra para niños que reflejara el amor por la cultura y el libro tradicionales y que al mismo tiempo pudiera vincularse con las poderosas herramientas que brinda Internet.
De este modo surgió mi libro “Las cajas de China”, que plantea el descubrimiento y estudio de las antiguas civilizaciones orientales de una manera lúdica, a través de narraciones encadenadas al modo de Las Mil y una Noches, en las que los protagonistas siempre son niños, niños antiguos a quienes les ocurren cosas que pueden sucederles a cualquier niño en cualquier época de la historia.
El libro, publicado en 2009 en Colombia bajo el sello de Hillman publicaciones, llegó a manos del educador y poeta asturiano Alfonso Pascón, con quien he sostenido una fructífera amistad por internet desde hace ya un año en un intercambio de conocimientos tecnológicos –cómo construir un blog, aprovechar los recursos, difundirlo, vincularlo, etc- y de apreciaciones estéticas al disfrutar la poesía para niños de varios autores y difundir la obra del poeta asturiano Aurelio González Ovies a través del medio del videopoema, que se nos reveló como el vehículo ideal para atravesar fronteras y dar a conocer la palabra universal del autor asturiano en diversos países de Hispanoamérica.
Este intercambio generó un lenguaje común entre un educador español y una escritora mexicana, que vino a cristalizar el lunes 16 de mayo de 2011 en el Colegio Público Guillén Lafuerza de Oviedo, al que acudí presencialmente al término de mi participación en el I Festival de Poesía Infantil Ciudad de León, que fue el motivo de mi viaje a España.
Un ambiente especial se vivió esa mañana |
Alfonso Pascón, apoyado por todo el cuerpo de maestros de la escuela, convirtieron esta oportunidad en una experiencia extraordinaria para los estudiantes de todos los grados, desde Educación Infantil hasta 6° de primaria, abordando la lectura de mis libros de narrativa “Las cajas de China”, “El Duende No”, “La Limonada” y de mi poesía para niños disponible en internet –“Sombraluna”, “Aires de Donaire” y “Rimas de hadas” desde una perspectiva lúdica.
Y esta fue la varita mágica para dirigir la energía y la curiosidad característica de los niños hacia un objetivo preciso: la literatura –narración, poesía- sirve para extender la memoria y la imaginación, ya sea a través de un libro, de un pdf, de un texto digital o de la memorización gozosa de un poema. La literatura es ese lugar donde ocurren los descubrimientos más intensos, siendo el principal el de nosotros mismos. La literatura es el lugar de la libertad y de la magia verdadera y cuando es aprovechada por los educadores la escuela adquiere esa connotación preciosa de laboratorio donde el fin principal es el ser humano, libre, feliz, confiado, en continuo crecimiento intelectual, espiritual y afectivo.
Para lograr este ambiente, esta especie de cable eléctrico que conectaba los salones y sus niños y maestros deseosos de recibir la visita de la escritora para tener el interlocutor que esperaban y mostrarle lo que habían logrado a propósito de la lectura de los libros, Alfonso Pascón transformó el discurso visual de la escuela con los objetos más sencillos que se puedan imaginar, pero también los más poderosos: siete sobres colocados en lugares estratégicos –el primero pendía de un hilo en la escalera- en cuyo interior estaban escritas las indicaciones para moverse por la escuela e ir al encuentro de los chicos. Pero no eran unas simples instrucciones, sino poemas que hablaban con la magia de la sencillez y de la fe infantiles en lo maravilloso que estaba a punto de suceder. Poemas sin firma, anónimos y por lo mismo todavía más mágicos, que al ser leídos ante los niños en diferentes puntos del recorrido hacían de inmediato su efecto y creaban un espacio dentro del espacio, un espacio extraordinario.
Educación Infantil: donde todo puede suceder
Duendes, magia, piedras mágicas |
Entre los más pequeños la experiencia se tiñó de una luz especial. La percepción de los niños de 3 a 5 años –lo saben educadores y madres- participa de la noción del mundo maravilloso. Los niños necesitan mitos y poesía porque el lenguaje del mito y de la poesía es el que está más próximo al de la primera infancia. Con estos pequeños las educadoras “trabajaron” tres de mis rimas de hadas, que aprendieron de memoria y entonaron por grupos. Previamente habían realizado ilustraciones de hadas ayudados por sus padres en dibujos llenos de toda la fe poética que poseen los niños. Ataviados con gorritos de duendes, los pequeños fueron ambientados con música especial y abandonaron la sesión más que caminando, bailando, inundados de alegría.
En la escuela conviven niños de culturas diversas |
Nuestras sociedades, afortunadamente, cada vez son más abiertas a las diferencias y en las aulas llegan a acudir niños provenientes de culturas e idiomas diferentes y su condición se respeta y valora y no se cae en los errores de otras épocas de hacer sentir al otro que tiene que olvidar su cultura para asimilarse por completo a la nueva.
En esta experiencia vivida el lunes 16 de mayo, un hecho llamó la atención de todos: una niña china, sin que nadie se lo pidiera, tradujo uno de los poemas del libro “Sombraluna” al chino. Lo hizo para ella en primer lugar, no para mostrarlo ni lograr un elogio o una distinción, sino como una manifestación de su creatividad y del proceso que esta pequeña vive al integrarse a una educación en castellano mientras en casa vive los valores, las tradiciones y el idioma de su cultura materna.
Una niña de 9 años, con este sencillo hecho, protagonizó ella sola un paso gigante en el encuentro de culturas diferentes. Demostró que no hay fronteras y que los idiomas pueden abrazarse, conectó dos universos, unió oriente y occidente. Apreció este poema y para hacerlo más suyo lo llevó de la mano a la lengua de sus padres, lo convirtió en su mundo, el verdadero, el mundo de sus adentros.
En este mismo espíritu, es digna de encomio internacional la educación pública que se imparte en Asturias por la atención que brinda a la lengua asturiana. En países como México, de gran riqueza lingüística, este tema es muy sensible y en las comunidades rurales de importante presencia indígena se intenta preservar las lenguas. Editoriales como el Fondo de Cultura Económica y Conaculta editan hermosos álbumes ilustrados con textos y poemas en mixteco, zapoteco, náhuatl, purépecha… En esta experiencia vivida en el Guillén Lafuerza, uno de mis poemas para niños disponibles en Internet, “Era un viejo barco”, fue traducido al asturiano y leído por los chicos en emocionantes segundos en los que la literatura tomó o retomó la vestidura incomparable de la oralidad y de la vida.
Los chicos emprendieron investigaciones formales |
El mundo mágico hambriento de mitos y cuentos de las edades primeras deja su lugar –sin irse nunca del todo- al ejercicio de la intelectualidad, el razonamiento y la abstracción. Los niños desde 4° grado empiezan a abordar el estudio de la Historia ya no como un cuento, sino como un proceso en el tiempo, donde hay causas, efectos, fechas, nombres, etc. El libro de “Las Cajas de China” presenta datos históricos concretos envueltos en el lenguaje de la ficción. Los chicos de 5° y 6°, guiados por sus maestros, emprendieron investigaciones en torno a las tres civilizaciones representadas en el libro: Egipto, China y la India, estableciendo conexiones y comparaciones entre ellas desde un punto de vista más formal, expresado a través del periódico mural del aula. Además, en 5° grado, la maestra ilustró el tema de la estructura del romance, que es parte del programa de Lengua, a través de la lectura de los poemas de “Sombraluna” que yo como autora construí precisamente en octosílabos como un homenaje al Romancero español.
Aprender y crear
El gato Miw y el arte naïf |
Hace unos años, en México se aplicó en algunas escuelas públicas un novedoso programa; “Aprendiendo a través del arte”. Coordinado por Samuel Morales, que fuera investigador y funcionario en el Museo de Arte Contemporáneo Internacional Rufino Tamayo, el proyecto consistía en que los niños expresaran algún tema del programa escolar a través de obras plásticas, que realizaban bajo la dirección y enseñanza de jóvenes artistas plásticos mexicanos. Las obras de los niños fueron expuestas en el Palacio de las Bellas Artes de la Ciudad de México.
En el Guillén Lafuerza de Oviedo, el grupo de 3°, cuyo tutor es precisamente Alfonso Pascón, realizó una experiencia semejante a la mexicana que les comento. Aplicando los principios del arte naïf –que se inspira en las creaciones de los niños-, y dirigidos por Alfonso, los chicos expresaron uno de los personajes de Las Cajas de China, el gato Miw, en unas creaciones plásticas extraordinariamente logradas, que capturan de inmediato la percepción del espectador y que atrapan y otorgan la esencia del personaje.
Una dinamización de los procesos de lecto escritura como la que se vivió en el CP Guillén Lafuerza, dispara en algunos niños la creatividad poética, como fue el caso de Carla, de 4º grado, quien de manera espontánea envió un poema al correo de la escritora, asegurando además que haría una campaña poética entre sus compañeros para animarlos a escribir poesía y sugiriendo crear un blog especial para cuentos escritos por niños.
Prospectivas y Érase una vez
Con "los sapos", el grupo de 3ª y su tutor, Alfonso |
En los siete años que llevo como autora de literatura infantil y juvenil he visitado muchas escuelas en Colombia y México. El CP Guillén Lafuerza fue mi primera escuela española. Y en todos los casos he encontrado niños efervescentes y deseosos de saber, de aprender, de viajar a través de las páginas a las antiguas culturas, de escuchar poemas y de decirlos.
“Las Cajas de China” es de todos los que he escrito, mi libro favorito, porque entraña la posibilidad de que ocurran procesos y experiencias llenas de magia y entusiasmo como los que he descrito. Para que un libro se convierta en una experiencia extraordinaria no basta con que el autor lo haya escrito con talento y que la editorial lo haya editado con belleza y márketing. Lo más importante es que del otro lado, en la escuela y en el aula, haya un adulto dispuesto a comprometerse y arriesgarse, a entregarse y darse él mismo como regalo, a regalar y regalarse la expectativa de lo maravilloso, la luz de la transformación. Un adulto, maestro o padre, maestra o madre, o tío o tía o hermano o amigo de la familia o hermana mayor. Porque los niños, que son el objetivo de todos nosotros, padres, educadores, escritores, editores... ellos responden siempre. Y siempre nos sobrepasan, nos sorprenden, nos reeducan y nos crean de nuevo, de nuevo nos hacen creer con todas nuestras fuerzas, como a todos los que vivimos ese lunes 16 de mayo en el Guillén Lafuerza de Oviedo, que la magia existe y que “Érase una vez…”
Agradecimientos
A Alfonso Pascón, por haber desarrollado al máximo la propuesta literaria y cultural de "Las cajas de China".
A Aurelio González Ovies por haber hecho posible mi estancia en Oviedo y por haber llenado el colegio con la magia incomparable de su poesía.
Al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y a Consuelo Sáizar por el apoyo otorgado para la realización de mi viaje a España.
A Jaime por abrir el colegio que dirige a la aventura de esta propuesta.
A Sabina, por creer.
A todos los maestros del CP Guillén Lafuerza por convertir la literatura en vida.
A todos los niños del colegio por su sonrisa, su entusiasmo, su presente y su futuro.