Francisco Álvarez Velasco
Traducción: Jean Dif
Le lent après-midi décline des huppes.
Comme sa crinière,
où chante dissimulée
l'alouette depuis l'aube
pour effrayer la nuit;
comme baissent les vallées
saturées de fleurs de lavande;
comme l'ombre longue de la tour
qui sur la place progresse.
Tu entends ses pieds nus sur la berge.
Tu sens son ombre ardente
dans les lumières tombées
du rouge crépuscule.
Comme un vent d'abeilles,
tu entends la sève lentement nourrir
le feu de la main qui te cherche
et tu écoutes sur les lèvres
les champs de blé de juin qu'agite une brise de coquelicots.
La peau aimée, le temps arrêté,
la lumière d'or sur les hautes branches,
les doux yeux clairs,
les airs et les cheveux,
la parole obscure
au fond de la rivière
et son silence.
La joue livrée,
la vallée solitaire
qui descend avec la rivière,
les pierrailles blanches
sous le chant de l'eau claire...
Mais, en touchant ses épaules,
du dos s'élève
une colombe triste.
Et c'est la nuit.
Baja la tarde lenta de abubillas.
Como su cabellera,
donde canta escondida
la alondra desde el alba
para espantar la noche;
como los valles bajan
cargados con las flores del espliego,
como la sombra larga de la torre
que avanza por la plaza.
Sus pies desnudos en la orilla oyes,
hueles su sombra ardiente
en las luces caídas
del rojo atardecer.
Como un viento de abejas,
oyes la savia lenta alimentando
el fuego de la mano que te busca
y en los labios escuchas
los trigales de mayo con brisa de amapolas.
La piel amada, el tiempo detenido,
la luz de oro sobre las ramas altas,
los dulces claros ojos,
los aires y el cabello,
la palabra oscura
en el hondón del río
y el silencio de ella.
La mejilla entregada,
el valle solitario
bajando con el río,
las piedrecillas blancas
debajo del cantar del agua clara...
Pero, al tocar sus hombros,
de la espalda se alza
una paloma triste.
Y es la noche.
(De Noche¸ IX Premio Internacional de Poesía «Antonio Machado en Baeza»,
Madrid, Hiperión, 2005)
Como su cabellera,
donde canta escondida
la alondra desde el alba
para espantar la noche;
como los valles bajan
cargados con las flores del espliego,
como la sombra larga de la torre
que avanza por la plaza.
Sus pies desnudos en la orilla oyes,
hueles su sombra ardiente
en las luces caídas
del rojo atardecer.
Como un viento de abejas,
oyes la savia lenta alimentando
el fuego de la mano que te busca
y en los labios escuchas
los trigales de mayo con brisa de amapolas.
La piel amada, el tiempo detenido,
la luz de oro sobre las ramas altas,
los dulces claros ojos,
los aires y el cabello,
la palabra oscura
en el hondón del río
y el silencio de ella.
La mejilla entregada,
el valle solitario
bajando con el río,
las piedrecillas blancas
debajo del cantar del agua clara...
Pero, al tocar sus hombros,
de la espalda se alza
una paloma triste.
Y es la noche.
(De Noche¸ IX Premio Internacional de Poesía «Antonio Machado en Baeza»,
Madrid, Hiperión, 2005)
(C) Francisco Álvarez Velasco
Traducción: Jean Dif
Voz: María García Esperón
Música: Yiruma
MMX