A mí, déjenme
mi Homero
mi Veléry
mi Lope
mi Maurois
y mi Reyes
mi Sor Juana
mi otra Juana de América
mi Alfonsina
entre olas, convertida en sirena
a ese Hugo cuyo exilio engrandece
y a una C que contiene
mi poema viviente.
A mí déjenme hablar
con las flores de Anáhuac
persiguiendo la luz
de mi poeta azteca.
O bien ir a buscar
al amante de Ulrika
al bardo de Maipú
caminando con ella, con María
por aquellos jardines
de Oriente o de Occidente.
A mí déjenme
con la magia
de aquella "vieja mano
que sigue trazando versos para el olvido".
(C) Alicia Reyes
De: Ambartú cantoerótico
Tintanueva ediciones. México, 2000
Categoría: Ocio