En la noche de ayer quedó inaugurado el Congreso Internacional Lectura 2011 en el Hotel Habana Libre de esta capital, donde sesionará hasta el próximo día 29 de octubre, bajo el lema martiano “Se ha de conocer las fuerzas del mundo para ponerlas a trabajar”.
La profesora Elizabeth D'Angelo Serra, secretaria general de la Fundación Nacional del Libro infantil y juvenil de Brasil y Vicepresidenta del congreso, dio la bienvenida a los delegados e invitados de 21 países que participan en este encuentro, que se realiza cada dos años, presidido por un grupo de destacados intelectuales, y señaló que el cónclave amplía su universo en esta edición al incluir las experiencias y reflexiones sobre las lecturas desde la cuna y el compartir con los bebés la alegría de leer historias con afecto y cariño.
Más adelante expresó que la Organización Internacional del libro infantil y juvenil, IBBY, que fue creada hace seis décadas, hoy se encuentra presente en 71 países de todos los continentes, y orienta su trabajo hacia la defensa del derecho de niños y jóvenes al acceso permanente a libros variados y de calidad, tanto de literatura de ficción como informativos, de autores nacionales y extranjeros, clásicos y contemporáneos, sembrando así el respeto a las diferencias y valorizando culturas distintas con la certeza de estar contribuyendo a la paz en el planeta a partir de la premisa de que el entendimiento entre los pueblos se da por el conocimiento de lo que los otros piensan, sueñan, sienten, creen y realizan.
Resaltó así mismo que el IBBY de Cuba, acoge como evento paralelo al congreso, el Segundo Encuentro de las sesiones latinoamericanas de esta organización en el que se reunirán representantes de Argentina, Bolivia, Ecuador, Guatemala, México, Perú, Uruguay y Venezuela, además del país sede y Brasil, para reflexionar sobre la labor de cada nación para fortalecer la red IBBY en aras de los objetivos comunes.
Llamó la atención acerca de la peculiaridad del período que vive actualmente el mundo y declaró “nosotros, que escogimos la literatura como instrumento de libertad, en un mundo en que todo sucede muy rápido, tenemos la obligación de reflexionar sobre este momento del cual somos testigo vivos, de una Internet que posibilita la creación de nuevos puentes de conocimientos entre los pueblos”.
“Finalmente deseamos hacer aportes a las futuras generaciones siendo coherentes con lo que creemos de manera incansable, generosa y afectiva, al testimoniar el valor de la cultura escrita y del pensamiento elaborado, con mucha lectura, tiempo y paciencia, revelando la belleza de la aventura de vivir y compartir sin fronteras los desafíos para que al final de nuestro tiempo en el mundo, podamos decir que contribuimos un poco a la justicia social en todos los países”, terminó diciendo Serra.
Por su parte Enrique Pérez Díaz, director de la Editorial Gente Nueva y miembro del Comité Cubano del IBBY se refirió a los factores históricos y sociales que han contribuido al desarrollo de la lectura para niños y adolescentes en Cuba, muchos de los cuales datan del propio año 1959 en que triunfa la Revolución Cubana.
Entre estos hechos destacó la Campaña de Alfabetización y la creación de la Imprenta y la Editora nacionales, que permitieron la edición masiva de títulos relevantes de la cultura nacional y universal y su comercialización con precios módicos, a principios de los 60 y a la posterior fundación de organismos y eventos cuyos aportes al desarrollo de la lectura han sido constantes en el tiempo.
Tal es el caso del Comité Cubano de IBBY, manifestó Pérez Díaz, el cual diseña su esquema de acciones partiendo de los objetivos generales de la organización internacional, proyectando tareas en el ámbito del estudio, la difusión y la publicación de los mejores exponentes de libros para niños y jóvenes, la promoción de la lectura y la defensa, desarrollo y consolidación de la cultura cubana y el intercambio solidario con otras organizaciones y naciones.
Subrayó igualmente que la organización en Cuba trabaja “para que en esta islita caribeña, azotada por ciclones de cualquier especie, IBBY pueda tener su bandera a favor de los mejores libros para niños, esos que abogan por el entendimiento, la tolerancia, la amistad y el amor a la incomprendida y maltratada especie humana, la misma bandera que el estado cubano ha erigido con sus obras monumentales en educación y en cultura por Cuba y toda América”.
A continuación la Dra. Emilia Gallego Alfonso, Presidenta del Comité Cubano del IBBY y del Congreso Lectura 20011, realizó una reflexión asociada al contexto internacional actual y al papel y necesidad de propiciar la existencia de un ciudadano lector conciente del momento histórico que le ha tocado vivir.
Al referirse a la superpotencia imperialista que trata de regir los destinos del mundo, consideró que existe otra superpotencia que es la opinión pública, para la consolidación de la cual es imprescindible la existencia de un ciudadano lector conocedor reflexivo de su deber ser y dueño ya de formarse un ideal de vida verdaderamente humano que no pueda aceptar ser engañado y manipulado por el poder.
“La lectura es un valor porque es una fuerza del pensamiento y de la emoción capaz de contribuir a que el ciudadano lo sea de verdad, a que sea un constructor de su propia opinión y por ello artífice de un criterio y de un saber públicos solo tangibles y productivos cuando se conforman en el respeto y certeza de la idea de cada uno; esa es la libertad, la real y la verdadera”, aseveró la doctora Emilia para concluir declarando que “ solo los seres de fe son capaces de ver, solo los seres de fe convertida en voluntad, son capaces de hacer; Lectura es un espacio de fe y de voluntad”.
La profesora Elizabeth D'Angelo Serra, secretaria general de la Fundación Nacional del Libro infantil y juvenil de Brasil y Vicepresidenta del congreso, dio la bienvenida a los delegados e invitados de 21 países que participan en este encuentro, que se realiza cada dos años, presidido por un grupo de destacados intelectuales, y señaló que el cónclave amplía su universo en esta edición al incluir las experiencias y reflexiones sobre las lecturas desde la cuna y el compartir con los bebés la alegría de leer historias con afecto y cariño.
Más adelante expresó que la Organización Internacional del libro infantil y juvenil, IBBY, que fue creada hace seis décadas, hoy se encuentra presente en 71 países de todos los continentes, y orienta su trabajo hacia la defensa del derecho de niños y jóvenes al acceso permanente a libros variados y de calidad, tanto de literatura de ficción como informativos, de autores nacionales y extranjeros, clásicos y contemporáneos, sembrando así el respeto a las diferencias y valorizando culturas distintas con la certeza de estar contribuyendo a la paz en el planeta a partir de la premisa de que el entendimiento entre los pueblos se da por el conocimiento de lo que los otros piensan, sueñan, sienten, creen y realizan.
Llamó la atención acerca de la peculiaridad del período que vive actualmente el mundo y declaró “nosotros, que escogimos la literatura como instrumento de libertad, en un mundo en que todo sucede muy rápido, tenemos la obligación de reflexionar sobre este momento del cual somos testigo vivos, de una Internet que posibilita la creación de nuevos puentes de conocimientos entre los pueblos”.
“Finalmente deseamos hacer aportes a las futuras generaciones siendo coherentes con lo que creemos de manera incansable, generosa y afectiva, al testimoniar el valor de la cultura escrita y del pensamiento elaborado, con mucha lectura, tiempo y paciencia, revelando la belleza de la aventura de vivir y compartir sin fronteras los desafíos para que al final de nuestro tiempo en el mundo, podamos decir que contribuimos un poco a la justicia social en todos los países”, terminó diciendo Serra.
Por su parte Enrique Pérez Díaz, director de la Editorial Gente Nueva y miembro del Comité Cubano del IBBY se refirió a los factores históricos y sociales que han contribuido al desarrollo de la lectura para niños y adolescentes en Cuba, muchos de los cuales datan del propio año 1959 en que triunfa la Revolución Cubana.
Tal es el caso del Comité Cubano de IBBY, manifestó Pérez Díaz, el cual diseña su esquema de acciones partiendo de los objetivos generales de la organización internacional, proyectando tareas en el ámbito del estudio, la difusión y la publicación de los mejores exponentes de libros para niños y jóvenes, la promoción de la lectura y la defensa, desarrollo y consolidación de la cultura cubana y el intercambio solidario con otras organizaciones y naciones.
Subrayó igualmente que la organización en Cuba trabaja “para que en esta islita caribeña, azotada por ciclones de cualquier especie, IBBY pueda tener su bandera a favor de los mejores libros para niños, esos que abogan por el entendimiento, la tolerancia, la amistad y el amor a la incomprendida y maltratada especie humana, la misma bandera que el estado cubano ha erigido con sus obras monumentales en educación y en cultura por Cuba y toda América”.
A continuación la Dra. Emilia Gallego Alfonso, Presidenta del Comité Cubano del IBBY y del Congreso Lectura 20011, realizó una reflexión asociada al contexto internacional actual y al papel y necesidad de propiciar la existencia de un ciudadano lector conciente del momento histórico que le ha tocado vivir.
Al referirse a la superpotencia imperialista que trata de regir los destinos del mundo, consideró que existe otra superpotencia que es la opinión pública, para la consolidación de la cual es imprescindible la existencia de un ciudadano lector conocedor reflexivo de su deber ser y dueño ya de formarse un ideal de vida verdaderamente humano que no pueda aceptar ser engañado y manipulado por el poder.
“La lectura es un valor porque es una fuerza del pensamiento y de la emoción capaz de contribuir a que el ciudadano lo sea de verdad, a que sea un constructor de su propia opinión y por ello artífice de un criterio y de un saber públicos solo tangibles y productivos cuando se conforman en el respeto y certeza de la idea de cada uno; esa es la libertad, la real y la verdadera”, aseveró la doctora Emilia para concluir declarando que “ solo los seres de fe son capaces de ver, solo los seres de fe convertida en voluntad, son capaces de hacer; Lectura es un espacio de fe y de voluntad”.