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LA LUNA DE DOS MANERAS





Hace tiempo llegó desde Cuba "una luna"  de turismo a mi rincón de León. Alguién le había hablado de lo hermosa que es esta ciudad, de sus calles, de sus parques, de sus gentes. Solo diré, que ese "alguien" adopta forma de hada, es maga, poeta, amiga y artista completa. El que quiera descubrir su identidad secreta que se pase por aquí
En su cielo se instaló esta lunada turista, que no necesitó equipaje, tan solo traje de encaje y papel. Y me hizo guiños cada una de las noches hasta hoy. ¡¡Qué insistente resultó ser esta "plateada dama"!!! Bien sabía ella que no podría resistirme a su mágico mirar y que en algún momento, bajo su hechizo, mi voz se iría con ella, muy alto, muy lejos,,,  de regreso al cielo desde dónde la pluma de un gran poeta, para todos la dibujó en este bellísimo poema:

"LA LUNA DE DOS MANERAS" del poeta cubano Jorge Luis Peña Reyes




LA LUNA DE DOS MANERAS
Mientras espero la luna
abuelo siempre me cuenta:
La luna de dos maneras
Cuando la tierra  era chica
y la luna  era doncella
la segunda se cansaba
de acompañar las estrellas;
siempre tan fría, tan sola,
siempre alejada y ajena
de todo cuanto ocurría
acá lejos, en la tierra.
Cada una por su rumbo
giraba como las ruedas,
perdidas en el espacio
sin saludarse  siquiera.
Reconciliación
En una noche de eclipse
con la galaxia de fiesta
después de  pocas palabras
se escucharon confidencias:
-Perdón,
-No importa,
-Te quiero
y se abrazaron serenas
como si allá en el principio 
el  mismo  abuelo  meciera
en un enorme sillón 
a estas dos  niñas traviesas. 
Al final, dijeron  ambas:
somos un dúo de reinas:
hagamos trato las dos
e intercambiemos riquezas...
Regalos
Y quedaron amistadas
prima luna y prima tierra:
La tierra  entonces lució
una larga primavera
colmada de luz, de velos,
de pájaros y de perlas. 
La luna  quiso llevarse
un ramo de flores nuevas
y a  cambio de  su relumbre
Tierra brindó una   parcela
con las flores que su prima
insistente le pidiera.
 Los intrusos
Lo que nadie imaginó
— para colmo de sorpresa —
fue que al fondo de la loma
dos ratones existieran
durmiendo plácidamente
en su cálida caverna.
Despertaron en el cosmos
y al salir de su trinchera
¡qué raro estaba el paisaje!,
repleto  de luces sueltas
que escapadas como peces
cruzaban   la mar  inmensa.
Dos ratones en lo alto
jugaban a ser planetas.
Dos ratones en la luna
(¿en la luna de Valencia?)
 Guerra
A la hora del almuerzo
y  ya con hambre de fieras
salieron de  recorrido,
y no encontraron ni piedras.
Coincidieron  en comerse
las pocas  flores  violetas
que lucían en el techo
de su cálida vivienda. 
Cuando todo  lo comieron 
les supo amarga la arena
y empezaron los mordiscos
los insultos  y  la guerra.
Y las hambres continuaron,
y añoraban las despensas... 
Convenio
Luego de mucho pensar
entregáronse  a la siembra,
(se hicieron vegetarianos)
y plantaron flores frescas
con las escasas semillas
que tenían de reservas.
Quedó la luna partida
en dos porciones  gemelas
y en cada mitad de luna
una patria, una bandera,
dos farolillos dispersos,
cuatro angustiadas orejas.
El centinela
Acá en la tierra vivía
un gato que era poeta
y encima de los tejados 
soñaba  con las estrellas:
esos buenos  pececillos 
de  parpadeantes aletas.
Pero la luna, ¡la luna
era su pasión primera!
Tan intrigado quedaba
al ver su cara incompleta
que  mil preguntas tenía
sin una sola respuesta.
¿Por qué vuelve tan delgada?
¿Por qué no está como era,
si en las noches  parecía
una encendida moneda?
Indiferencia
Mas a los gatos  vecinos
les dio lo mismo que fuera
una uña en el espacio,
o una blanca  panetela...
¿Para qué sirve la luna
si la noche siempre llega?
— le decían—  y el minino
se  moría de tristeza.
El plan
Mas el gato era romántico
y se buscó una escalera,
una novia, un telescopio
y se plantó en la azotea
del edificio más alto
del que  noticias tuviera.
Allí  armó su observatorio,
allí besó  a su princesa...
Y nacieron  luces, puentes
del beso  hasta las estrellas. 
En  la silla  de la noche
se sentó  la luna quieta,
con sus atuendos de  oro
y la  mirada de seda
El encuentro
Cuando llegaron, por poco  
surge la segunda guerra;
entre los gatos románticos
y los ratones que eran
los primeros pobladores 
de aquella lámpara inmensa.
Los gatos se pertrecharon
de mil o dos mil poemas,
mas  los ratones huidizos
no presentaron defensa;
con sus patas excavaron
millón y medio  de cuevas.
Levantaron tanto polvo
en su  incansable carrera
que nadie más vio la luna
por una semana entera.
De los  cielos se colgaba 
una gran pelota hueca,
una pálida burbuja,
una fruta macilenta.
La gente temía mucho
a causa  de las mareas
y en el mundo las noticias
eran lamentos y penas.
Paz
Pero un  día los rivales
resolvieron  una tregua:
Moribundos  y transidos 
se sentaron a la mesa.
Nada ofrecieron  los gatos
más que un plato de poemas
y los ratones, semillas
tallos y  lechugas frescas.
Hubo diálogo de paz:
Canto, risa, brindis, fiesta.
Desde  entonces viven juntos.
(de vez en cuando pelean,
pero  todo se termina
alrededor de la cena)
Por eso
Lejos parece la luna
un queso lleno de huellas
y a causa  de los ratones
los mininos se  desvelan.
De madrugada  los perros 
aúllan, pues les molesta
que los gatos de la luna
canten aún sus poemas.  
Puedes llegar a la luna
al menos, de dos  maneras:
Con un telescopio enorme
de los  que usa la ciencia
y con un beso de amor
bajo la noche más negra.
Esto me cuenta el abuelo
mientras la luna no llega.

texto: Jorge Luis Peña Reyes (Cuba)
voz: Asuncion Carracedo Gómez (España)
música: R. Schumann (Escenas del bosque, Op.82 y Escenas de niños, Op.15 - Caludio Arrau al piano)
imágenes: tomadas de internet.
realización : "Amigos de papel". A.C.G. 2011

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Mientras irreverente el agua, de Ramón García Mateos

Mientras irreverente el agua impide las procesiones en Sevilla —inútil tragedia adornada con
lágrimas gentiles— y un joven costalero desespera su soledad ante las cámaras, en
este viernes santo de lirios y azucenas me arrodillo ante ti:
beso dulcemente los pies como palomas, tus pies donde comienza el vértigo adormecido del
deseo, el ascenso hacia la canción de alminar y amanecida, como jacintos los dedos
de aljibe en agua clara,
agua clara mis besos, saliva para lavar la piel y la memoria, lavo tus pies como María de
Magdala, agua de rosas y aroma de azoguejo, mil olores como palomas amarradas a
la agonía del corazón, saliva y besos para ungir tus pies con mi delirio,
delirio de cal, tobillos pavonados en imagen de escarcha, hiriente filo de la muerte, blanca la
muerte, ciega la manzana que perfilan tus huesos y mis labios recrean, delirio de cal,
perfume de jengibre,
raíz amarga, raíz que asciende por tus piernas, camino y tregua en busca de una rosa, nómada entre la
arena, tuareg de los desiertos, punzón de agua que se clava en la arena, agua sin
cauce para regar la rosa, para regar el tiempo,
el tiempo, galán de tafilete, es un reloj dibujado en tus rodillas, reloj de sol, clepsidra y agua,
reloj de sangre, quiero dar cuerda a ese reloj para que cante las horas que te amo —
tic-tac—, las horas y los días —tic-tac—, amante con cadenas, esfera del ocaso y
luz de seda,
la seda de los muslos cubre el rostro de mi ansia de ti, ansia y espejo, como verónica que en
medio del albero quiebra al toro, mi rostro cubierto por la seda, tus muslos susurran
en mi oído, ay, por el arco de Elvira quiero verte pasar, para beber tu nombre y
ponerme a llorar, por el arco de Elvira,
por el arco que abre las puertas de mi nombre, que abre las puertas de la noche en la ciudad
del aire, ojivas son las ingles, arco y madera de cerezo, para la redención madera,
viernes santo en Sevilla, cirios borrados por el agua, plaza de Santa Cruz y de
rodillas,
de rodillas, sólo ante ti yo de rodillas en este vía crucis de pasión, mi amor, mi cruz de mayo,
cruz donde clavar la tarde y mi deseo, con lirios y azucenas, mientras junto al
Guadalquivir la lluvia deshoja lágrimas de cera y yo cruzo la puerta que se abre,
última estación, sagrario y cielo.


(C) Ramón García Mateos
Voz: María García Esperón
Música: Oración. Manolo Sanlúcar
MMXI
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L'aile de la cendre, el nuevo libro de Jean Dif

L'aile de la cendre (poèmes 1957-2000), del poeta  francés Jean Dif, ha sido publicado por Edilivre en su patria y reúne los poemas que fueron escritos durante el período que corrió entre la aparición de La Voix Publique, en 1956 y la pulicación de Kaléidoscope, en 1996. Muchos de esos poemas fueron publicados en revistas y otros son inéditos.
Los poemas de este libro se yerguen ante el lector como una especie de testimonio: las huellas de la evolución existencial del poeta. Leemos en el texto de la contraportada que en ocasiones el poeta pudo "perderse en el bosque de las ilusiones, en la persecución de una realidad surcada de remordimientos que siempre se le escapaba, en la búsqueda de una llave o de un ruiseñor que cantaría en sus cerraduras".

Jean Dif ha publicado numerosos poemarios, entre los que destacan La Voix Publique (Cahiers de Rochefort), Kaléidoscope (Encres Vives), Variations (Encres Vives)... Es autor también de obras de carácter histórico como Les mémoires de JakobWalter (Editions Historiques Teissèdre). Ha desplegado una formidable labor como traductor al francés de poetas españoles,  siendo su último trabajo La poésie est un fond d'eau marine, del poeta catalán Santiago Montobbio.

Art poétique
La page vierge est toujours innocente
C’est l’écriture qui la culpabilise
La poésie sourd d’une fêlure des têtes.


Ma muse ne sait pas faire
les nœuds de cravate
pas même recoudre un bouton
Ne parlons pas des plis du pantalon
Pour dire adieu à la vie qui fuit
elle ne repasse pas ses mouchoirs
ni deux fois les mêmes plats
sauf à mettre les pieds dedans
Je rêve de cracher mon feu
dans tous ses orifices
Je rêve de faire l’amour
avec sa faiblesse
Mais je ne suis que l’ombre
de son regard.
(L'aile de la cendre)
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Cantares vaqueiros: una voz brañera muy antigua


Es esta grabación, una joya que me regala el gran musicólogo asturiano, Héctor Braga, cantante y maestro de la zampoña o el rabel. Son viejos cantares vaqueiros desde el anonimato de una voz brañera muy antigua que desprenden el olor a "cuito" y a la alzada inquieta; a la clandestinidad de aquellos tiempos marginales, ventilados solo cuando las celebraciones festivas permiten voces altisonantes como esta, denostando a las claras el gracejo inconfundible de una estirpe sana y vital, a pesar de la intolerancia de tantos xaldos ilusoriamente creídos superiores por su condición de asiento y villanía. Si es un hijo de Rogelia, de sangre o de oficio, trasmite fiel y admirablemente la lección magistral a quienes aun en los albores de esta ciencia, buscamos la piedra filosofal de lo auténticamente vaqueirizo.  
Rafa Lorenzo

Rogelia Gayo "la Vaqueira"

Vaqueiras en Navelgas (foto cedida por Pepe Mon)

Vaqueiros hacia 1890
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Un vuelo sin pasaje: un CD que tiende los brazos


Un vuelo sin pasaje: un CD que tiende los brazos, es un audiolibro con poemas para niños del autor cubano Jorge Luis Peña Reyes recitados por él mismo, Alejandra Moglia (Argentina), Asunción Carracedo (España) y María García Esperón (México) en un empeño comunicativo que tiende los brazos hacia diversos países del mundo hispanohablante.

Un vuelo sin pasaje

Un vuelo sin pasaje

1.- En el país de los miedos 
En la voz de Jorge Luis Peña Reyes



2.- Díptico



3.- El sueño es un tren de hechizo



4.- Hansel y Gretel



5 y 6.- Sospechas y Lo que me contó el reloj 
En la voz de Jorge Luis Peña Reyes



7.- Espantapájaros



8.- Tras el tren



9.- Reloj de siempre 
En la voz de Asunción Carracedo



10.- Las palabras 
En la voz de Alejandra Moglia



Un vuelo sin pasaje: un CD que tiende los brazos, es un producto cultural sin fines comerciales y el objetivo es que ya sea en el aula o en la casa, los niños y maestros interesados puedan grabar su propio disco descargando los 10 archivos de audio y el cuadernillo adjunto con los textos.
Para descargar el cuadernillo es necesario darse de alta en Scribd. Para descargar los audios, dar clik en "share" y de ahí a "link mp3". O solicitar los materiales por correo electrónico a mgarciaesperon@gmail.com.
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